Presencia imprescindible de la escena catalana, Pere Arquillué (Terrassa, 1969) regresa al Grec para dirigir Grand Canyon, de Sergi Pompermayer, drama rural en clave de realismo sucio que se podrá ver en el festival barcelonés hasta el 3 de agosto.. ¿Diría que Grand Canyon es una obra sobre perdedores? Sí, habla de la derrota personal de cada personaje frente a su propio deseo de cambiar, pero también es una derrota colectiva por la incapacidad de ayudarnos entre nosotros.. Es una obra sobre los sueños rotos o los anhelos incumplidos. ¿Cuál sería el suyo? Puede que suene muy naif, pero mi deseo a menudo se ha correspondido con mi realidad y me siento muy afortunado por ello.. ¿Un actor dirige mejor que alguien sin experiencia interpretativa? ¿Sabes lo del fútbol? Pues eso…. ¿Tiene algún ritual o superstición antes de salir a escena? Antes, mil. Ahora solo tres. Pero no los voy a decir porque, si no, ¿qué coño de ritual sería?. ¿Qué proyecto le ha dejado la marca más profunda? Mis dos hijas. En teatro, quizás uno de mis últimos proyectos, El cuerpo más bonito que se habrá visto nunca en este lugar.. ¿Recuerda alguna función como un fracaso estrepitoso? Sí. El título ya lo presagiaba, se llamaba El desengaño.. ¿Ha rechazado algún papel del que luego se haya arrepentido? Sí, alguno. Pero a veces la vida no te da para más.. ¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido en su carrera? Una vez, después de una función de Jerusalén en el CDN, escuché cómo una señora le decía a su amiga: “Ya te dije que no era actor, que a este lo habían cogido de la calle”.. ¿Y la peor o la que más le doliera? Un augusto y execrable crítico teatral, recientemente fallecido, me destrozó en una crítica siendo muy joven. Me lo encontré una noche después de la última función y me soltó como si nada: “Pues no está nada mal lo que haces en esta función”.. ¿Con qué director o directora le gustaría trabajar?Con Krystian Lupa, Ivo Van Hove o Angélica Liddell, entre muchos otros.. Escoja sus tres obras de teatro favoritas. ¿Solo tres? Cualquiera de Valle-Inclán o de Chéjov. ¡Viva Valle!. ¿Qué autor teatral admirado por todo el mundo le parece del montón? Entre bomberos no nos vamos a pisar las mangueras.. ¿Cuál es el teatro más bonito del mundo? El Teatre Lliure.. ¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche? No leo en la cama, pero tengo libros a medias por toda la casa.. ¿Y uno que no lograra terminar? Pues eso, a medias…. ¿Un músico o grupo musical al que admire especialmente? Escucho y me gusta todo tipo de música, pero sigo aferrado a Dios: Bach.. ¿El disco que se llevaría a una isla desierta? Las variaciones Goldberg, por Glenn Gould. La segunda grabación.. ¿Qué canción suena en bucle en su cabeza en este momento? Patience, de The Lumineers.. ¿Cuál es la película que ha visto más veces? Los siete samuráis, por gusto. Sonrisas y lágrimas, por mis hijas.. ¿Qué actor querría que la interpretara en un biopic sobre su vida? Marlon Brando, pero no coge el teléfono.. ¿Un estreno reciente en cine que le apasionara? No voy mucho al cine, la verdad. Pero puestos a decir algo, La zona de interés.. Cite sus tres series favoritas de todos los tiempos. No veo series.. ¿Y la última que vio del tirón? Hace unos años vi Chernóbil, pero la considero una película larga.. ¿En qué museo se quedaría a vivir? En cualquiera que tenga un vermeer o un caravaggio.. ¿Quién es su arquitecto favorito? Me gusta mucho el estudio RCR de Olot (Girona), me parecen alucinantes.. ¿Tiene algún placer culpable en materia cultural? El placer no puede ser culpable.. ¿A qué personaje histórico le gustaría interpretar? A Corto Maltés.. ¿Qué trabajo no aceptaría jamás? Cualquier trabajo que me obligase a estar sentado delante de un ordenador.. ¿Qué está socialmente sobrevalorado? La supuesta autenticidad. Decir lo primero que se te pasa por la cabeza no es necesariamente valioso.. De no ser actor y director, le hubiera gustado ser… Cualquier cosa relacionada con el arte, como escultor o pintor.. Seguir leyendo
Presencia imprescindible de la escena catalana, Pere Arquillué (Terrassa, 1969) regresa al Grec para dirigir Grand Canyon, de Sergi Pompermayer, drama rural en clave de realismo sucio que se podrá ver en el festival barcelonés hasta el 3 de agosto.¿Diría que Grand Canyon es una obra sobre perdedores? Sí, habla de la derrota personal de cada personaje frente a su propio deseo de cambiar, pero también es una derrota colectiva por la incapacidad de ayudarnos entre nosotros. Es una obra sobre los sueños rotos o los anhelos incumplidos. ¿Cuál sería el suyo? Puede que suene muy naif, pero mi deseo a menudo se ha correspondido con mi realidad y me siento muy afortunado por ello.¿Un actor dirige mejor que alguien sin experiencia interpretativa? ¿Sabes lo del fútbol? Pues eso…¿Tiene algún ritual o superstición antes de salir a escena? Antes, mil. Ahora solo tres. Pero no los voy a decir porque, si no, ¿qué coño de ritual sería? ¿Qué proyecto le ha dejado la marca más profunda? Mis dos hijas. En teatro, quizás uno de mis últimos proyectos, El cuerpo más bonito que se habrá visto nunca en este lugar. ¿Recuerda alguna función como un fracaso estrepitoso? Sí. El título ya lo presagiaba, se llamaba El desengaño.¿Ha rechazado algún papel del que luego se haya arrepentido? Sí, alguno. Pero a veces la vida no te da para más. ¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido en su carrera? Una vez, después de una función de Jerusalén en el CDN, escuché cómo una señora le decía a su amiga: “Ya te dije que no era actor, que a este lo habían cogido de la calle”. ¿Y la peor o la que más le doliera? Un augusto y execrable crítico teatral, recientemente fallecido, me destrozó en una crítica siendo muy joven. Me lo encontré una noche después de la última función y me soltó como si nada: “Pues no está nada mal lo que haces en esta función”.¿Con qué director o directora le gustaría trabajar?Con Krystian Lupa, Ivo Van Hove o Angélica Liddell, entre muchos otros. Escoja sus tres obras de teatro favoritas. ¿Solo tres? Cualquiera de Valle-Inclán o de Chéjov. ¡Viva Valle!¿Qué autor teatral admirado por todo el mundo le parece del montón? Entre bomberos no nos vamos a pisar las mangueras. ¿Cuál es el teatro más bonito del mundo? El Teatre Lliure.¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche? No leo en la cama, pero tengo libros a medias por toda la casa. ¿Y uno que no lograra terminar? Pues eso, a medias…¿Un músico o grupo musical al que admire especialmente? Escucho y me gusta todo tipo de música, pero sigo aferrado a Dios: Bach. ¿El disco que se llevaría a una isla desierta? Las variaciones Goldberg, por Glenn Gould. La segunda grabación. ¿Qué canción suena en bucle en su cabeza en este momento? Patience, de The Lumineers.¿Cuál es la película que ha visto más veces? Los siete samuráis, por gusto. Sonrisas y lágrimas, por mis hijas.¿Qué actor querría que la interpretara en un biopic sobre su vida? Marlon Brando, pero no coge el teléfono. ¿Un estreno reciente en cine que le apasionara? No voy mucho al cine, la verdad. Pero puestos a decir algo, La zona de interés. Cite sus tres series favoritas de todos los tiempos. No veo series. ¿Y la última que vio del tirón? Hace unos años vi Chernóbil, pero la considero una película larga. ¿En qué museo se quedaría a vivir? En cualquiera que tenga un vermeer o un caravaggio. ¿Quién es su arquitecto favorito? Me gusta mucho el estudio RCR de Olot (Girona), me parecen alucinantes.¿Tiene algún placer culpable en materia cultural? El placer no puede ser culpable. ¿A qué personaje histórico le gustaría interpretar? A Corto Maltés. ¿Qué trabajo no aceptaría jamás? Cualquier trabajo que me obligase a estar sentado delante de un ordenador.¿Qué está socialmente sobrevalorado? La supuesta autenticidad. Decir lo primero que se te pasa por la cabeza no es necesariamente valioso. De no ser actor y director, le hubiera gustado ser… Cualquier cosa relacionada con el arte, como escultor o pintor. Seguir leyendo

Presencia imprescindible de la escena catalana, Pere Arquillué (Terrassa, 1969) regresa al Grec para dirigir Grand Canyon, de Sergi Pompermayer, drama rural en clave de realismo sucio que se podrá ver en el festival barcelonés hasta el 3 de agosto.
¿Diría que Grand Canyon es una obra sobre perdedores? Sí, habla de la derrota personal de cada personaje frente a su propio deseo de cambiar, pero también es una derrota colectiva por la incapacidad de ayudarnos entre nosotros.
Es una obra sobre los sueños rotos o los anhelos incumplidos. ¿Cuál sería el suyo? Puede que suene muy naif, pero mi deseo a menudo se ha correspondido con mi realidad y me siento muy afortunado por ello.
¿Un actor dirige mejor que alguien sin experiencia interpretativa? ¿Sabes lo del fútbol? Pues eso…
¿Tiene algún ritual o superstición antes de salir a escena? Antes, mil. Ahora solo tres. Pero no los voy a decir porque, si no, ¿qué coño de ritual sería?
¿Qué proyecto le ha dejado la marca más profunda? Mis dos hijas. En teatro, quizás uno de mis últimos proyectos, El cuerpo más bonito que se habrá visto nunca en este lugar.
¿Recuerda alguna función como un fracaso estrepitoso? Sí. El título ya lo presagiaba, se llamaba El desengaño.
¿Ha rechazado algún papel del que luego se haya arrepentido? Sí, alguno. Pero a veces la vida no te da para más.
¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido en su carrera? Una vez, después de una función de Jerusalén en el CDN, escuché cómo una señora le decía a su amiga: “Ya te dije que no era actor, que a este lo habían cogido de la calle”.
¿Y la peor o la que más le doliera? Un augusto y execrable crítico teatral, recientemente fallecido, me destrozó en una crítica siendo muy joven. Me lo encontré una noche después de la última función y me soltó como si nada: “Pues no está nada mal lo que haces en esta función”.
¿Con qué director o directora le gustaría trabajar?Con Krystian Lupa, Ivo Van Hove o Angélica Liddell, entre muchos otros.
Escoja sus tres obras de teatro favoritas. ¿Solo tres? Cualquiera de Valle-Inclán o de Chéjov. ¡Viva Valle!
¿Qué autor teatral admirado por todo el mundo le parece del montón? Entre bomberos no nos vamos a pisar las mangueras.
¿Cuál es el teatro más bonito del mundo? El Teatre Lliure.
¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche? No leo en la cama, pero tengo libros a medias por toda la casa.
¿Y uno que no lograra terminar? Pues eso, a medias…
¿Un músico o grupo musical al que admire especialmente? Escucho y me gusta todo tipo de música, pero sigo aferrado a Dios: Bach.
¿El disco que se llevaría a una isla desierta? Las variaciones Goldberg, por Glenn Gould. La segunda grabación.
¿Qué canción suena en bucle en su cabeza en este momento? Patience, de The Lumineers.
¿Cuál es la película que ha visto más veces? Los siete samuráis, por gusto. Sonrisas y lágrimas, por mis hijas.
¿Qué actor querría que la interpretara en un biopic sobre su vida? Marlon Brando, pero no coge el teléfono.
¿Un estreno reciente en cine que le apasionara? No voy mucho al cine, la verdad. Pero puestos a decir algo, La zona de interés.
Cite sus tres series favoritas de todos los tiempos. No veo series.
¿Y la última que vio del tirón? Hace unos años vi Chernóbil, pero la considero una película larga.
¿En qué museo se quedaría a vivir? En cualquiera que tenga un vermeer o un caravaggio.
¿Quién es su arquitecto favorito? Me gusta mucho el estudio RCR de Olot (Girona), me parecen alucinantes.
¿Tiene algún placer culpable en materia cultural? El placer no puede ser culpable.
¿A qué personaje histórico le gustaría interpretar? A Corto Maltés.
¿Qué trabajo no aceptaría jamás? Cualquier trabajo que me obligase a estar sentado delante de un ordenador.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La supuesta autenticidad. Decir lo primero que se te pasa por la cabeza no es necesariamente valioso.
De no ser actor y director, le hubiera gustado ser… Cualquier cosa relacionada con el arte, como escultor o pintor.
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