El trayecto, entre el verde suave de la naturaleza, está adornado por dólmenes y modernos molinos de energía eólica que contrastan con el paisaje. En un punto del camino, un cementerio de estilo gótico se destaca, cubierto de flores coloridas y perfumadas.. Al dejar el coche, el recorrido continúa a pie a través de un denso bosque donde los árboles atlánticos llenan el aire de un fresco aroma antes de comenzar a escuchar el suave murmullo de las gotas, preludio de la cascada. En plena Sierra del Barbanza, el visitante ha alcanzado la Fervenza de Ribasieira, también conocida como Fervenza da Madanela o Madalena.. Se trata de uno más, tal vez el más espectacular, de los saltos del río Sieira en su descenso hacia la playa de Xuño. Un que, con el buen tiempo, se convierten en jacuzzis improvisados que algunos se atreven a explorar.. Ubicada en el concello de Porto do Son (A Coruña), en la parroquia de Ribasieira, esta cascada ofrece una experiencia accesible y cautivadora. Con una caída de agua de entre 15 y 20 metros, es ideal para disfrutar en cualquier época del año, atrayendo a quienes buscan la calma de la naturaleza lejos de las rutas turísticas convencionales.. El acceso es sencillo y está bien señalizado, facilitando la llegada a quienes la visitan por primera vez. Desde Porto do Son, basta con tomar la carretera CP-7102 en dirección a la parroquia de San Fins de Ribasieira. Tras un ascenso que permite disfrutar de vistas impresionantes al mar y a la sierra, se llega a la iglesia de Ribasieira, un punto de referencia clave donde los visitantes encuentran un amplio espacio para aparcar.. Desde aquí, un corto paseo de unos 300 metros conduce hasta la fervenza. El sendero, aunque pedregoso y atravesado por un pequeño arroyo en épocas de lluvia, es de dificultad baja, y cruzarlo es parte de la aventura. Se recomienda llevar calzado adecuado para evitar mojarse, especialmente si se visita en temporada húmeda.. El sendero y los miradores de la Fervenza. El camino que lleva a la cascada está bordeado por una valla de madera y ofrece uno de los miradores más bellos para contemplar la cascada. A lo largo del trayecto, se puede observar el valle que forma el río Sieira, el cual nace en lo alto de la Serra do Barbanza y es alimentado por pequeños arroyos que configuran una red de afluentes que acaba transformándose en la Fervenza de Ribasieira.. Justo antes de llegar al punto principal de observación, un sendero desciende hasta la base de la cascada, ofreciendo una perspectiva más cercana y envolvente. Aunque es posible bajar con cuidado, se recomienda precaución, especialmente en días de lluvia, ya que el terreno puede volverse resbaladizo.. La Fervenza de Ribasieira no es solo un atractivo visual, sino también un enclave de gran valor ecológico y medioambiental. Situada en el núcleo de la Reserva de la Biosfera «Terras do Miño» y dentro de la Zona Especial de Conservación (ZEC) Parga-Ladra-Támoga, esta área natural protegida alberga una gran biodiversidad y conserva un ecosistema único.. Además, para quienes disfrutan del senderismo, la Fervenza de Ribasieira forma parte de una ruta circular que recorre unos 14 kilómetros, una travesía de dificultad media ideal para explorar los rincones ocultos de la Sierra del Barbanza.. En la web del concello de Porto do Son, los visitantes pueden encontrar información adicional sobre esta y otras rutas de la zona, que ofrecen recorridos por miradores naturales y paisajes sorprendentes.
Con una impresionante caída de 15 metros, ofrece una postal única, ideal para los amantes de la tranquilidad y del paisaje
El trayecto, entre el verde suave de la naturaleza, está adornado por dólmenes y modernos molinos de energía eólica que contrastan con el paisaje. En un punto del camino, un cementerio de estilo gótico se destaca, cubierto de flores coloridas y perfumadas.. Al dejar el coche, el recorrido continúa a pie a través de un denso bosque donde los árboles atlánticos llenan el aire de un fresco aroma antes de comenzar a escuchar el suave murmullo de las gotas, preludio de la cascada. En plena Sierra del Barbanza, el visitante ha alcanzado la Fervenza de Ribasieira, también conocida como Fervenza da Madanela o Madalena.. Se trata de uno más, tal vez el más espectacular, de los saltos del río Sieira en su descenso hacia la playa de Xuño. Un que, con el buen tiempo, se convierten en jacuzzis improvisados que algunos se atreven a explorar.. Ubicada en el concello de Porto do Son (A Coruña), en la parroquia de Ribasieira, esta cascada ofrece una experiencia accesible y cautivadora. Con una caída de agua de entre 15 y 20 metros, es ideal para disfrutar en cualquier época del año, atrayendo a quienes buscan la calma de la naturaleza lejos de las rutas turísticas convencionales.. El acceso es sencillo y está bien señalizado, facilitando la llegada a quienes la visitan por primera vez. Desde Porto do Son, basta con tomar la carretera CP-7102 en dirección a la parroquia de San Fins de Ribasieira. Tras un ascenso que permite disfrutar de vistas impresionantes al mar y a la sierra, se llega a la iglesia de Ribasieira, un punto de referencia clave donde los visitantes encuentran un amplio espacio para aparcar.. Desde aquí, un corto paseo de unos 300 metros conduce hasta la fervenza. El sendero, aunque pedregoso y atravesado por un pequeño arroyo en épocas de lluvia, es de dificultad baja, y cruzarlo es parte de la aventura. Se recomienda llevar calzado adecuado para evitar mojarse, especialmente si se visita en temporada húmeda.. El camino que lleva a la cascada está bordeado por una valla de madera y ofrece uno de los miradores más bellos para contemplar la cascada. A lo largo del trayecto, se puede observar el valle que forma el río Sieira, el cual nace en lo alto de la Serra do Barbanza y es alimentado por pequeños arroyos que configuran una red de afluentes que acaba transformándose en la Fervenza de Ribasieira.. Justo antes de llegar al punto principal de observación, un sendero desciende hasta la base de la cascada, ofreciendo una perspectiva más cercana y envolvente. Aunque es posible bajar con cuidado, se recomienda precaución, especialmente en días de lluvia, ya que el terreno puede volverse resbaladizo.. La Fervenza de Ribasieira no es solo un atractivo visual, sino también un enclave de gran valor ecológico y medioambiental. Situada en el núcleo de la Reserva de la Biosfera «Terras do Miño» y dentro de la Zona Especial de Conservación (ZEC) Parga-Ladra-Támoga, esta área natural protegida alberga una gran biodiversidad y conserva un ecosistema único.. Además, para quienes disfrutan del senderismo, la Fervenza de Ribasieira forma parte de una ruta circular que recorre unos 14 kilómetros, una travesía de dificultad media ideal para explorar los rincones ocultos de la Sierra del Barbanza.. En la web del concello de Porto do Son, los visitantes pueden encontrar información adicional sobre esta y otras rutas de la zona, que ofrecen recorridos por miradores naturales y paisajes sorprendentes.
Noticias de Galicia: última hora y actualidad de A Coruña, Vigo, Lugo, Santiago de Compostela