La cárcel Modelo de Barcelona es un símbolo de una parte oscura de historia de la ciudad. Una exposición en este mismo espacio, realizada por Comisiones Obreras, aprovechando al detalle las celdas donde aún rastros de los muchos que pasaron por allí, analiza lo vivido y padecido por la llamada Generación TOP, es decir, aquellos que ya nacieron en el franquismo y que fueron víctimas de la represión del régimen, especialmente de la mano del Tribunal de Orden Público (TOP). Todo ello en un recorrido que nos lleva desde Julián Grimau a Salvador Puig Antich, dos de las más conocidas víctimas del franquismo. El primero, destacado militante del Partido Comunista de España, fue detenido en 1963 y acusado de conspiración. Poco después fue ejecutado por orden de las autoridades de la dictadura, causando una gran protesta internacional, como sucedió igualmente con la muerte por garrote vil de Puig Antich, en 1974, en la cárcel Modelo de Barcelona.. En la muestra se subraya especialmente el papel de los movimientos sociales, de la mano de gentes que ya estaban alejadas de los traumas propiciados por la Guerra Civil y que vivieron en los grandes cambios económicos y sociales en la España de mediados de los 50 hasta mediados de los 70, con la represión política y la censura en activo.. En este viaje por la memoria podemos conocer, por ejemplo, el testimonio de la sindicalista y líder sindical Maruja Ruiz Martos, quien en 1976 lideró un encierro popular en la iglesia de Sant Andreu de Palomar cuando despidieron a su marido de la empresa Motor Ibérica, junto a otros 1.800 trabajadores, y después de más de un mes de huelga. También resulta llamativo el espacio dedicado a la persecución religiosa, ejemplificada en el caso de los 130 curas que es 1966 estuvieron en una manifestación contra la tortura, y que acabaron siendo detenidos, padeciendo palizas en comisaría, juzgados por el TOP y condenados por participar en «manifestación no pacífica».. La muestra también pone su foco en los problemas vividos por el feminismo o los colectivos gay y lésbico, sin olvidar el papel resistente de la Assamblea de Catalunya que protagonizó el sonado encierro de intelectuales en Montserrat en 1970.. En una de las celdas podemos conocer a quienes defendieron en los tribunales a los reprendidos: un total de 1.407 abogados de los que 396 fueron letrados para encausados en Cataluña. Igualmente podemos conocer los nombres y el pensamiento de los magistrado que lideraron el TOP: Enrique Amat Casado Montefrío quien llegó a afirmar que la homosexualidad era «una aberración» y «una inversión»; José de Hijas Palacios Oropesa, que dijo que «para mí es exactamente igual un ladrón que un comunista que un violador»; y José Francisco Mateu Cánovas, que en noviembre de 1978 fue asesinado por ETA. También hay listas con la totalidad de los ministros de Franco que «dieron el enterado» a las ejecuciones y con todos los integrantes de la Sexta Brigada de Información Social entre 1973 y 1974.. Mención aparte son las secciones sobre la vida en la prisión que se iniciaba a las siete de la mañana y que concluía a las nueve y media de la noche con la imposición del silencio.
Una exposición analiza lo vivido por la llamada Generación TOP
La cárcel Modelo de Barcelona es un símbolo de una parte oscura de historia de la ciudad. Una exposición en este mismo espacio, realizada por Comisiones Obreras, aprovechando al detalle las celdas donde aún rastros de los muchos que pasaron por allí, analiza lo vivido y padecido por la llamada Generación TOP, es decir, aquellos que ya nacieron en el franquismo y que fueron víctimas de la represión del régimen, especialmente de la mano del Tribunal de Orden Público (TOP). Todo ello en un recorrido que nos lleva desde Julián Grimau a Salvador Puig Antich, dos de las más conocidas víctimas del franquismo. El primero, destacado militante del Partido Comunista de España, fue detenido en 1963 y acusado de conspiración. Poco después fue ejecutado por orden de las autoridades de la dictadura, causando una gran protesta internacional, como sucedió igualmente con la muerte por garrote vil de Puig Antich, en 1974, en la cárcel Modelo de Barcelona.. En la muestra se subraya especialmente el papel de los movimientos sociales, de la mano de gentes que ya estaban alejadas de los traumas propiciados por la Guerra Civil y que vivieron en los grandes cambios económicos y sociales en la España de mediados de los 50 hasta mediados de los 70, con la represión política y la censura en activo.. En este viaje por la memoria podemos conocer, por ejemplo, el testimonio de la sindicalista y líder sindical Maruja Ruiz Martos, quien en 1976 lideró un encierro popular en la iglesia de Sant Andreu de Palomar cuando despidieron a su marido de la empresa Motor Ibérica, junto a otros 1.800 trabajadores, y después de más de un mes de huelga. También resulta llamativo el espacio dedicado a la persecución religiosa, ejemplificada en el caso de los 130 curas que es 1966 estuvieron en una manifestación contra la tortura, y que acabaron siendo detenidos, padeciendo palizas en comisaría, juzgados por el TOP y condenados por participar en «manifestación no pacífica».. La muestra también pone su foco en los problemas vividos por el feminismo o los colectivos gay y lésbico, sin olvidar el papel resistente de la Assamblea de Catalunya que protagonizó el sonado encierro de intelectuales en Montserrat en 1970.. En una de las celdas podemos conocer a quienes defendieron en los tribunales a los reprendidos: un total de 1.407 abogados de los que 396 fueron letrados para encausados en Cataluña. Igualmente podemos conocer los nombres y el pensamiento de los magistrado que lideraron el TOP: Enrique Amat Casado Montefrío quien llegó a afirmar que la homosexualidad era «una aberración» y «una inversión»; José de Hijas Palacios Oropesa, que dijo que «para mí es exactamente igual un ladrón que un comunista que un violador»; y José Francisco Mateu Cánovas, que en noviembre de 1978 fue asesinado por ETA. También hay listas con la totalidad de los ministros de Franco que «dieron el enterado» a las ejecuciones y con todos los integrantes de la Sexta Brigada de Información Social entre 1973 y 1974.. Mención aparte son las secciones sobre la vida en la prisión que se iniciaba a las siete de la mañana y que concluía a las nueve y media de la noche con la imposición del silencio.
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