Hace apenas diez días fueron a prisión los dos últimos detenidos de la narcolancha de Barbate que mató a dos guardias civiles el 9 de febrero, acusados de dos delitos de asesinato, cuatro de tentativa de asesinato, seis de atentado, uno de contrabando y uno de organización criminal. La narcolancha envistió a los agentes en una noche de tormenta. Fue la última embestida mortal para agentes de la autoridad. La semana pasada uno de los tres ocupantes de una narcolancha que intentaba realizar un alijo en la desembocadura del Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), falleció después de que la embarcación impactara lateralmente con una de la Guardia Civil. La conocida como táctica de la embestida se ha convertido en un recurso habitual de los narcos.. La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denunció esta «nueva agresión a una patrullera» de la Benemérita «embestida por una narcolancha en Cádiz que se saldó con dos agentes heridos, la patrullera fuera de servicio y un fallecido». Desde la AEGC se recuerda que «llevamos tiempo denunciando la situación de abandono en la que se encuentran los guardias civiles en nuestra lucha diaria contra los narcotraficantes, peligrosos delincuentes a los que no les importa poner su vida en peligro y la de los agentes si con ello consiguen salvar su cargamento de droga, como ha quedado patente en este último enfrentamiento, donde los delincuentes han abandonado a otro de los suyos, preocupándose tan solo de quemar la narcolancha con la droga que transportaban para borrar su delito», algo que definió como «típico de los terroristas de Eta».. «La guerra en el mar contra estos peligrosos delincuentes hace tiempo que ha cambiado. Lanzar la droga por la borda y salir huyendo ya no lo contemplan, ahora defienden su cargamento con la táctica de la embestida o con armas de guerra, lo que implica aún más riesgo para la vida de los agentes», señalan los guardias civiles. La AEGC sigue reclamando a Interior que dé «una solución rápida y eficaz al grave problema que se vive en la provincia de Cádiz». «¿Hasta cuándo los guardias civiles tendremos que seguir trabajando con poco personal y sin medios? ¿Es que en el Ministerio esperan a que tengamos que lamentar otra baja mortal entre nuestros compañeros?», señaló la asociación. «Los guardias civiles estamos cansados de que, ante el problema del narcotráfico en esta comarca en el Ministerio del Interior miren para otro lado y sólo busquen soluciones eventuales para lavar la cara ante la opinión pública», añadió. «¿Qué hace falta para que de una vez por todas Interior dote de personal suficiente a la plantilla de la Guardia Civil para hacer frente a esta delincuencia y no siga parcheando el problema?», señaló la entidad, que insistió en que «en este último enfrentamiento dos compañeros resultaron heridos y en esa circunstancia solo pensaron en tratar de salvar la vida al narco herido como consecuencia del choque». «Antepusieron su seguridad y cumplieron con su deber, pero ¿cuándo va a cumplir el Ministerio con sus guardias civiles? ¿Cuando tengamos que lamentar otro suceso tan grave como el que vivimos en Barbate?». La asociación, «ante el incremento de agresiones», exige «un cambio urgente en la legislación para proteger jurídicamente a nuestros compañeros, la consideración de Autoridad y la aprobación como de profesión de riesgo». Por su parte, desde Jucil recalcaron que «cada operación supone una escalada de violencia». «Con la pérdida de esta embarcación, la Guardia Civil se queda por el momento sin patrulleras operativas en la Comandancia de Cádiz para combatir el narcotráfico y a esto hay que sumarle que nuestros compañeros están sometidos a un estrés brutal y a un riesgo constante de violencia que ya no es aceptable», indicó Jucil.
Los agentes critican la «libertad absoluta» de los traficantes en la provincia de Cádiz mientras «el Ministerio de Interior sigue abandonando a su suerte a los guardias civiles»
Hace apenas diez días fueron a prisión los dos últimos detenidos de la narcolancha de Barbate que mató a dos guardias civiles el 9 de febrero, acusados de dos delitos de asesinato, cuatro de tentativa de asesinato, seis de atentado, uno de contrabando y uno de organización criminal. La narcolancha envistió a los agentes en una noche de tormenta. Fue la última embestida mortal para agentes de la autoridad. La semana pasada uno de los tres ocupantes de una narcolancha que intentaba realizar un alijo en la desembocadura del Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), falleció después de que la embarcación impactara lateralmente con una de la Guardia Civil. La conocida como táctica de la embestida se ha convertido en un recurso habitual de los narcos.. La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denunció esta «nueva agresión a una patrullera» de la Benemérita «embestida por una narcolancha en Cádiz que se saldó con dos agentes heridos, la patrullera fuera de servicio y un fallecido». Desde la AEGC se recuerda que «llevamos tiempo denunciando la situación de abandono en la que se encuentran los guardias civiles en nuestra lucha diaria contra los narcotraficantes, peligrosos delincuentes a los que no les importa poner su vida en peligro y la de los agentes si con ello consiguen salvar su cargamento de droga, como ha quedado patente en este último enfrentamiento, donde los delincuentes han abandonado a otro de los suyos, preocupándose tan solo de quemar la narcolancha con la droga que transportaban para borrar su delito», algo que definió como «típico de los terroristas de Eta».. «La guerra en el mar contra estos peligrosos delincuentes hace tiempo que ha cambiado. Lanzar la droga por la borda y salir huyendo ya no lo contemplan, ahora defienden su cargamento con la táctica de la embestida o con armas de guerra, lo que implica aún más riesgo para la vida de los agentes», señalan los guardias civiles. La AEGC sigue reclamando a Interior que dé «una solución rápida y eficaz al grave problema que se vive en la provincia de Cádiz». «¿Hasta cuándo los guardias civiles tendremos que seguir trabajando con poco personal y sin medios? ¿Es que en el Ministerio esperan a que tengamos que lamentar otra baja mortal entre nuestros compañeros?», señaló la asociación. «Los guardias civiles estamos cansados de que, ante el problema del narcotráfico en esta comarca en el Ministerio del Interior miren para otro lado y sólo busquen soluciones eventuales para lavar la cara ante la opinión pública», añadió. «¿Qué hace falta para que de una vez por todas Interior dote de personal suficiente a la plantilla de la Guardia Civil para hacer frente a esta delincuencia y no siga parcheando el problema?», señaló la entidad, que insistió en que «en este último enfrentamiento dos compañeros resultaron heridos y en esa circunstancia solo pensaron en tratar de salvar la vida al narco herido como consecuencia del choque». «Antepusieron su seguridad y cumplieron con su deber, pero ¿cuándo va a cumplir el Ministerio con sus guardias civiles? ¿Cuando tengamos que lamentar otro suceso tan grave como el que vivimos en Barbate?». La asociación, «ante el incremento de agresiones», exige «un cambio urgente en la legislación para proteger jurídicamente a nuestros compañeros, la consideración de Autoridad y la aprobación como de profesión de riesgo». Por su parte, desde Jucil recalcaron que «cada operación supone una escalada de violencia». «Con la pérdida de esta embarcación, la Guardia Civil se queda por el momento sin patrulleras operativas en la Comandancia de Cádiz para combatir el narcotráfico y a esto hay que sumarle que nuestros compañeros están sometidos a un estrés brutal y a un riesgo constante de violencia que ya no es aceptable», indicó Jucil.
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