Los hombres tienen más problemas que las mujeres para reconocer las adicciones y pedir ayuda debido al estigma social, la discriminación y los roles de género propios de la masculinidad hegemónica, especialmente en el contexto del consumo de alcohol y la adicción al juego.
Así lo desvela un estudio en el que participan los investigadores del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad deMurcia (UMU) Julio A. Camacho Ruiz, Carmen M. Gálvez Sánchez y Rosa M. Limiñana Gras, que ha sido publicado en la revista Journal of Clinical Medicine.
En concreto, el estudio desvela que las mujeres suelen mostrar una mayor tendencia a buscar apoyo, mientras que los hombres se enfrentan en muchas ocasiones a expectativas sociales patriarcales y normas de género que los desmotivan a reconocer sus problemas y pedir ayuda, ya que esto es visto como una muestra de debilidad, según informaron fuentes de la UMU.
Respecto a las principales barreras para buscar ayuda entre hombres con problemas de adicción, los estudios analizados destacan el estigma público, la autoestigmatización, la vergüenza, la baja autoestima, las normas de género propias de la masculinidad hegemónica (por ejemplo, «ser duro» o «ser fuerte«) y la falta de información o conocimiento sobre los recursos disponibles para recibir ayuda y las vías de acceso a estos.
En contraste, como facilitador de la búsqueda de ayuda, los autores indican que el apoyo social es uno de los factores más relevantes para los individuos con adicción.
Hacia un enfoque de género
La investigación destaca la importancia de considerar las diferencias de género en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las adicciones.
Así, subraya que el tratamiento psicológico debe adaptarse para abordar de forma específica las necesidades de los hombres, dado que su acceso al tratamiento suele verse limitado por las normas de género propias de la masculinidad hegemónica y las presiones sociales asociadas al sistema patriarcal.
Con ello, los autores señalan que se lograría mejorar sustancialmente los resultados y el bienestar de quienes enfrentan trastornos adictivos.
«El sistema patriarcal es el único responsable de excluir a los hombres del bienestar emocional, obligándolos a desarrollar comportamientos entendidos hegemónicamente como masculinos, comportamientos que, en la mayoría de los casos, conllevan la supresión de la empatía y evitar pedir ayuda«, ha destacado la UMU.
Adicción al juego
En la investigación se plantea que los comportamientos asociados al juego son capaces de activar sistemas de recompensa similares a los que producen las sustancias adictivas.
Además, la investigación apunta que muchos profesionales de la salud tienden a perpetuar estereotipos sobre estas personas con adicción al juego, describiéndolas como individuos sin autocontrol, irresponsables e incluso como personas propensas a comportamientos poco éticos o delictivos.
La asociación de estas etiquetas «solo contribuye al estigma, que dificulta significativamenteque las personas pidan ayuda«.
Patrones de consumo en jóvenes
Un informe del Ministerio de Sanidad estimó que la edad media del inicio de consumo de estupefacientes es del 16,5 en el alcohol y 16,6 años en el tabaco, con un mayor consumo entre los hombres.
El artículo de los investigadores de la UMU concluye que la desconexión emocional que manifiestan a menudo los jóvenes varones los puede conducir al abuso de sustancias y a la participación social en ambientes donde se incita a su consumo como parte de la integración en el grupo de iguales.
Noticias de Murcia en La Razón
Los hombres tienen más problemas que las mujeres para reconocer las adicciones y pedir ayuda debido al estigma social, la discriminación y los roles de género propios de la masculinidad hegemónica, especialmente en el contexto del consumo de alcohol y la adicción al juego.. Así lo desvela un estudio en el que participan los investigadores del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad de Murcia (UMU) Julio A. Camacho Ruiz, Carmen M. Gálvez Sánchez y Rosa M. Limiñana Gras, que ha sido publicado en la revista Journal of Clinical Medicine.. En concreto, el estudio desvela que las mujeres suelen mostrar una mayor tendencia a buscar apoyo, mientras que los hombres se enfrentan en muchas ocasiones a expectativas sociales patriarcales y normas de género que los desmotivan a reconocer sus problemas y pedir ayuda, ya que esto es visto como una muestra de debilidad, según informaron fuentes de la UMU.. Respecto a las principales barreras para buscar ayuda entre hombres con problemas de adicción, los estudios analizados destacan el estigma público, la autoestigmatización, la vergüenza, la baja autoestima, las normas de género propias de la masculinidad hegemónica (por ejemplo, «ser duro» o «ser fuerte») y la falta de información o conocimiento sobre los recursos disponibles para recibir ayuda y las vías de acceso a estos.. En contraste, como facilitador de la búsqueda de ayuda, los autores indican que el apoyo social es uno de los factores más relevantes para los individuos con adicción.. Hacia un enfoque de género. La investigación destaca la importancia de considerar las diferencias de género en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las adicciones.. Así, subraya que el tratamiento psicológico debe adaptarse para abordar de forma específica las necesidades de los hombres, dado que su acceso al tratamiento suele verse limitado por las normas de género propias de la masculinidad hegemónica y las presiones sociales asociadas al sistema patriarcal.. Con ello, los autores señalan que se lograría mejorar sustancialmente los resultados y el bienestar de quienes enfrentan trastornos adictivos.. «El sistema patriarcal es el único responsable de excluir a los hombres del bienestar emocional, obligándolos a desarrollar comportamientos entendidos hegemónicamente como masculinos, comportamientos que, en la mayoría de los casos, conllevan la supresión de la empatía y evitar pedir ayuda», ha destacado la UMU.. Adicción al juego. En la investigación se plantea que los comportamientos asociados al juego son capaces de activar sistemas de recompensa similares a los que producen las sustancias adictivas.. Además, la investigación apunta que muchos profesionales de la salud tienden a perpetuar estereotipos sobre estas personas con adicción al juego, describiéndolas como individuos sin autocontrol, irresponsables e incluso como personas propensas a comportamientos poco éticos o delictivos.. La asociación de estas etiquetas «solo contribuye al estigma, que dificulta significativamente que las personas pidan ayuda».. Patrones de consumo en jóvenes. Un informe del Ministerio de Sanidad estimó que la edad media del inicio de consumo de estupefacientes es del 16,5 en el alcohol y 16,6 años en el tabaco, con un mayor consumo entre los hombres.. El artículo de los investigadores de la UMU concluye que la desconexión emocional que manifiestan a menudo los jóvenes varones los puede conducir al abuso de sustancias y a la participación social en ambientes donde se incita a su consumo como parte de la integración en el grupo de iguales.
Según un estudio de la UMU, los hombres tienen más problemas que las mujeres para reconocer las adicciones y pedir ayuda