Imagínate que el jefe para el que has trabajado toda tu vida no ha existido nunca. Este es el punto de partida de El jefe del jefe, una brillante comedia de Lars Von Trier que revela los mecanismos de un mundo empresarial en el que se ven reflejadas las incoherencias del capitalismo y las de los seres humanos en nuestra vida cotidiana.. Por ser lector de EL PAÍS, puedes asistir al estreno de esta obra, el próximo 21 de noviembre en el Teatro Pavón de Madrid. ¡Participa para hacerte con una de las 34 entradas dobles que hemos reservado!. Sinopsis. El dueño de una empresa de tecnología quiere venderla. El único problema es que cuando fundó la empresa, se inventó a un presidente ficticio detrás del que podía resguardarse cada vez que era necesario tomar decisiones incómodas. Cuando los potenciales compradores insisten en hablar directamente con el presidente, no le queda más remedio que contratar a un actor en paro para hacer de “presidente”. Pero no se trata de un actor cualquier, sino uno de método… que ante las carcajadas del público, va descubriendo su rol en un juego perverso que pone a prueba su propia moralidad.. Seguir leyendo
Consigue entradas para ver una de las obras más impredecibles y disparatadas de Lars Von Trier
Imagínate que el jefe para el que has trabajado toda tu vida no ha existido nunca. Este es el punto de partida de El jefe del jefe, una brillante comedia de Lars Von Trier que revela los mecanismos de un mundo empresarial en el que se ven reflejadas las incoherencias del capitalismo y las de los seres humanos en nuestra vida cotidiana.
Por ser lector de EL PAÍS, puedes asistir al estreno de esta obra, el próximo 21 de noviembre en el Teatro Pavón de Madrid. ¡Participa para hacerte con una de las 34 entradas dobles que hemos reservado!
El dueño de una empresa de tecnología quiere venderla. El único problema es que cuando fundó la empresa, se inventó a un presidente ficticio detrás del que podía resguardarse cada vez que era necesario tomar decisiones incómodas. Cuando los potenciales compradores insisten en hablar directamente con el presidente, no le queda más remedio que contratar a un actor en paro para hacer de “presidente”. Pero no se trata de un actor cualquier, sino uno de método… que ante las carcajadas del público, va descubriendo su rol en un juego perverso que pone a prueba su propia moralidad.
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