He esperado prudentemente una semana para ver si se me pasaba el cabreo y las ganas de ciscarme en todo político viviente como lo pensaba hacer la semana pasada. Pero no se me ha pasado el asco de ver todo el puñetero día cómo se tiran los trastos a la cabeza, «lo tenías que decir tú», «no tú», «pues pídemelo», «pues ya te lo he pedido»… ¿Qué mierda es esta con la gente muerta en sus casas, la gente pasando hambre, y las calles anegadas?. En varios días los chavales del Español llevaron cuatro tráilers de comida y enseres. Mi hijo Pepe se fue en cuanto pudo hacia Valencia llevando palas, botas, material de limpieza, etc. con un amigo en una furgoneta tras vaciar sus cuentas, su semanada, y ahí sigue cuando escribo este artículo. El sábado se le unió mi hija pequeña Irene, mientras la mayor recuperándose de un accidente les ayudaba a recaudar fondos para las compras y viajes. No lo digo para presumir de padre porque como ellos hay muchos.. Cáritas Castrense se activó de inmediato recogiendo fondos, los chicos de Barcelona con la Selección y otros amigos se han ido turnando desde el día siguiente del desastre. Manel, por ejemplo, llegó ese viernes a las nueve de la noche de Polonia y el sábado a las nueve de la mañana ya estaba en Valencia lleno de barro… Y, así, miles de ejemplos.. No me toquen las narices por decirlo finamente: si una sociedad civil es capaz de hacer lo que ha hecho, ¿qué leches marean los políticos en lugar de tomar decisiones? ¿A quién le importan los ámbitos competenciales si alguien tiene que vivir días con su madre muerta en casa?. Me importa un huevo y soy doctor en Derecho y he dado treinta y siete años clase en la Universidad, soy abogado y, repito, me importan un huevo las cuestiones de las competencias. ¿Alguien ha oído hablar de lo que es jurídicamente la fuerza mayor?. Pues no hay excusa y es una cabronada que desde el minuto uno no se permitiera que estuvieran ahí los policías locales voluntarios de toda España, los guardias civiles, los mossos, los policías nacionales, los hombres y mujeres que podían prestar ayuda y no se les activara organizadamente… Que se haya utilizado la disciplina para esconder verdades como que en horas unidades militares y no solo la UME y de forma limitada, sino de la Legión, del mando de Operaciones Especiales, de los paracaidistas, de unidades entrenadas para vivir y actuar en situaciones límites, capaces de autoabastecerse desde el primer minuto y algún día mas si hace falta, mientras se despliega la logística. O que no estuvieran allí los zapadores, soldados cuyo entrenamiento diario consiste en hacer puentes, despejar carreteras… En fin, no quiero seguir calentándome.. Hoy, sinceramente, que os vote vuestra señora madre con todos los respetos. No os merecéis este pueblo que es el mejor del mundo, no os merecéis estos uniformados que pese a las trabas cumplen más que con su deber cuando se les ordena, no os merecéis a los voluntarios del puente de la esperanza.. No tenéis vergüenza.
No me ha pasado el asco de ver cómo se tiran los tratos a la cabeza
He esperado prudentemente una semana para ver si se me pasaba el cabreo y las ganas de ciscarme en todo político viviente como lo pensaba hacer la semana pasada. Pero no se me ha pasado el asco de ver todo el puñetero día cómo se tiran los trastos a la cabeza, «lo tenías que decir tú», «no tú», «pues pídemelo», «pues ya te lo he pedido»… ¿Qué mierda es esta con la gente muerta en sus casas, la gente pasando hambre, y las calles anegadas?. En varios días los chavales del Español llevaron cuatro tráilers de comida y enseres. Mi hijo Pepe se fue en cuanto pudo hacia Valencia llevando palas, botas, material de limpieza, etc. con un amigo en una furgoneta tras vaciar sus cuentas, su semanada, y ahí sigue cuando escribo este artículo. El sábado se le unió mi hija pequeña Irene, mientras la mayor recuperándose de un accidente les ayudaba a recaudar fondos para las compras y viajes. No lo digo para presumir de padre porque como ellos hay muchos.. Cáritas Castrense se activó de inmediato recogiendo fondos, los chicos de Barcelona con la Selección y otros amigos se han ido turnando desde el día siguiente del desastre. Manel, por ejemplo, llegó ese viernes a las nueve de la noche de Polonia y el sábado a las nueve de la mañana ya estaba en Valencia lleno de barro… Y, así, miles de ejemplos.. No me toquen las narices por decirlo finamente: si una sociedad civil es capaz de hacer lo que ha hecho, ¿qué leches marean los políticos en lugar de tomar decisiones? ¿A quién le importan los ámbitos competenciales si alguien tiene que vivir días con su madre muerta en casa?. Me importa un huevo y soy doctor en Derecho y he dado treinta y siete años clase en la Universidad, soy abogado y, repito, me importan un huevo las cuestiones de las competencias. ¿Alguien ha oído hablar de lo que es jurídicamente la fuerza mayor?. Pues no hay excusa y es una cabronada que desde el minuto uno no se permitiera que estuvieran ahí los policías locales voluntarios de toda España, los guardias civiles, los mossos, los policías nacionales, los hombres y mujeres que podían prestar ayuda y no se les activara organizadamente… Que se haya utilizado la disciplina para esconder verdades como que en horas unidades militares y no solo la UME y de forma limitada, sino de la Legión, del mando de Operaciones Especiales, de los paracaidistas, de unidades entrenadas para vivir y actuar en situaciones límites, capaces de autoabastecerse desde el primer minuto y algún día mas si hace falta, mientras se despliega la logística. O que no estuvieran allí los zapadores, soldados cuyo entrenamiento diario consiste en hacer puentes, despejar carreteras… En fin, no quiero seguir calentándome.. Hoy, sinceramente, que os vote vuestra señora madre con todos los respetos. No os merecéis este pueblo que es el mejor del mundo, no os merecéis estos uniformados que pese a las trabas cumplen más que con su deber cuando se les ordena, no os merecéis a los voluntarios del puente de la esperanza.. No tenéis vergüenza.
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