Tres días después, volvió a suceder. De nuevo en un partido de la las Golden State Valkyries: un juguete erótico, un dildo, de nuevo de color verde, voló desde la grada a la pista e interrumpió el partido. Ya había sucedido en el encuentro en el que el conjunto de San Francisco se enfrentó a Atlanta Dream el pasado 29 de julio, y se repitió en el duelo contra las Chicago Sky, en el que Golden State se impuso por 73-66. Un primer árbitro paró el duelo rápidamente, y un segundo sacó el objeto de la pista de una patada, antes de retirarlo.. «Es una gran falta de respeto», dijo Elizabeth Williams, pívot de Chicago, tras el encuentro, según publica el «Chicago Tribune». «No entiendo la razón. Es muy inmaduro. Quien lo esté haciendo debería madurar», añadió sobre la supuesta broma, que gracia tiene poca.. Otras jugadoras de la WNBA también se han quejado a través de las redes sociales.. «¿Seguridad? ¡¿Hola?! Por favor, mejoren. No tiene gracia. Nunca la tuvo. Tirar cualquier cosa a la cancha es muy peligroso», escribe Isabelle Harrison, jugadora de Nueva York.
Volvió a suceder en un encuentro de las Golden State Valkyries, como hace tres días
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Tres días después, volvió a suceder. De nuevo en un partido de la las Golden State Valkyries: un juguete erótico, un dildo, de nuevo de color verde, voló desde la grada a la pista e interrumpió el partido. Ya había sucedido en el encuentro en el que el conjunto de San Francisco se enfrentó a Atlanta Dream el pasado 29 de julio, y se repitió en el duelo contra las Chicago Sky, en el que Golden State se impuso por 73-66. Un primer árbitro paró el duelo rápidamente, y un segundo sacó el objeto de la pista de una patada, antes de retirarlo.. «Es una gran falta de respeto», dijo Elizabeth Williams, pívot de Chicago, tras el encuentro, según publica el «Chicago Tribune». «No entiendo la razón. Es muy inmaduro. Quien lo esté haciendo debería madurar», añadió sobre la supuesta broma, que gracia tiene poca.. Otras jugadoras de la WNBA también se han quejado a través de las redes sociales.. «¿Seguridad? ¡¿Hola?! Por favor, mejoren. No tiene gracia. Nunca la tuvo. Tirar cualquier cosa a la cancha es muy peligroso», escribe Isabelle Harrison, jugadora de Nueva York.
