Paolo Bertazzo, un profesor italiano, ha denunciado a un alumno de 18 años tras un incidente ocurrido durante una clase en la que el joven permaneció utilizando el teléfono móvil durante toda la sesión. El conflicto se produjo cuando el docente documentaba lo sucedido por escrito y el estudiante, con tono sarcástico, le respondió: “Bien hecho, muy bien hecho”.. Bertazzo decidió llevar el caso ante la Justicia por desacato a un funcionario público. El juez encargado del proceso estableció una sanción económica inicial de 4.500 euros para el alumno, aunque finalmente se alcanzó un acuerdo que fijó una indemnización de 400 euros, según recoge el medio italiano Open.. El profesor explicó que no presentó la denuncia por motivos económicos, sino como una medida para reclamar respeto hacia el profesorado. “La denuncia no se presentó por razones económicas ni para imponer un castigo ejemplar, sino para frenar su tendencia a sobrepasarse con frecuencia”, declaró.. Reconocimiento judicial y falta de apoyo institucional. Bertazzo afirmó que donará el importe recibido a la escuela y expresó su satisfacción por lo que considera un reconocimiento al “derecho del profesor a su dignidad”. Además, subrayó que el fallo judicial ha puesto de relieve “el respeto a la personalidad moral del docente”, un aspecto que, según dijo, “no se da por sentado en la actualidad”.. Pese al resultado favorable del proceso, el profesor lamentó la falta de respaldo de la dirección del centro durante el conflicto. “La escuela me dejó solo”, declaró, en referencia a la ausencia de apoyo institucional en el momento de los hechos. Añadió que hubiera esperado que el propio colegio actuase frente al comportamiento del alumno.
El estudiante, que recurrió la multa inicial, alcanzó finalmente un acuerdo para pagar 400 euros de indemnización
Paolo Bertazzo, un profesor italiano, ha denunciado a un alumno de 18 años tras un incidente ocurrido durante una clase en la que el joven permaneció utilizando el teléfono móvil durante toda la sesión. El conflicto se produjo cuando el docente documentaba lo sucedido por escrito y el estudiante, con tono sarcástico, le respondió: “Bien hecho, muy bien hecho”.. Bertazzo decidió llevar el caso ante la Justicia por desacato a un funcionario público. El juez encargado del proceso estableció una sanción económica inicial de 4.500 euros para el alumno, aunque finalmente se alcanzó un acuerdo que fijó una indemnización de 400 euros, según recoge el medio italiano Open.. El profesor explicó que no presentó la denuncia por motivos económicos, sino como una medida para reclamar respeto hacia el profesorado. “La denuncia no se presentó por razones económicas ni para imponer un castigo ejemplar, sino para frenar su tendencia a sobrepasarse con frecuencia”, declaró.. Bertazzo afirmó que donará el importe recibido a la escuela y expresó su satisfacción por lo que considera un reconocimiento al “derecho del profesor a su dignidad”. Además, subrayó que el fallo judicial ha puesto de relieve “el respeto a la personalidad moral del docente”, un aspecto que, según dijo, “no se da por sentado en la actualidad”.. Pese al resultado favorable del proceso, el profesor lamentó la falta de respaldo de la dirección del centro durante el conflicto. “La escuela me dejó solo”, declaró, en referencia a la ausencia de apoyo institucional en el momento de los hechos. Añadió que hubiera esperado que el propio colegio actuase frente al comportamiento del alumno.
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