Un caso insólito y alarmante mantiene en vilo al distrito berlinés de Spandau, Alemania. La policía investiga el atropello de un niño de ocho años por parte de un conductor que, tras el impacto, se rió de la víctima y huyó sin prestar auxilio.. El suceso ocurrió alrededor de las 8:40 de la mañana en la intersección de Askanierring, Havelschanze y Neuendorfer Straße, cuando el menor cruzaba con el semáforo en verde. Según el informe policial, el niño corría por la acera de Havelschanze y fue embestido por un Mercedes que circulaba por Neuendorfer Straße en dirección a Streitstraße. El conductor se detuvo brevemente junto a una parada de autobús, miró por la ventanilla y se rió, antes de abandonar el lugar.. El niño, que reside en un hogar infantil, sufrió una lesión en la nariz y dolor en el costado izquierdo del cuerpo. Conmocionado, se dirigió por su cuenta a la guardería donde relató lo ocurrido a una maestra. Sin embargo, ella no alertó a los servicios médicos ni contactó con la trabajadora responsable del menor, según fuentes del caso.. A pesar del dolor persistente, el niño permaneció en el centro hasta el mediodía, momento en que logró contactar con su cuidadora, quien lo recogió de inmediato y presentó una denuncia en la comisaría. Los servicios de emergencia del cuerpo de bomberos de Berlín fueron activados y trasladaron al menor al hospital, donde quedó ingresado.. La policía continúa la búsqueda del conductor y ha solicitado colaboración ciudadana para esclarecer los hechos. El caso ha generado indignación pública, tanto por la actitud del responsable como por la falta de reacción del personal educativo. Las autoridades han subrayado la gravedad del incidente y la necesidad de reforzar los protocolos de actuación ante situaciones de emergencia infantil.
El menor, que vive en un hogar infantil, sufrió lesiones y no recibió atención médica hasta horas después; la policía busca al responsable
Un caso insólito y alarmante mantiene en vilo al distrito berlinés de Spandau, Alemania. La policía investiga el atropello de un niño de ocho años por parte de un conductor que, tras el impacto, se rió de la víctima y huyó sin prestar auxilio.. El suceso ocurrió alrededor de las 8:40 de la mañana en la intersección de Askanierring, Havelschanze y Neuendorfer Straße, cuando el menor cruzaba con el semáforo en verde. Según el informe policial, el niño corría por la acera de Havelschanze y fue embestido por un Mercedes que circulaba por Neuendorfer Straße en dirección a Streitstraße. El conductor se detuvo brevemente junto a una parada de autobús, miró por la ventanilla y se rió, antes de abandonar el lugar.. El niño, que reside en un hogar infantil, sufrió una lesión en la nariz y dolor en el costado izquierdo del cuerpo. Conmocionado, se dirigió por su cuenta a la guardería donde relató lo ocurrido a una maestra. Sin embargo, ella no alertó a los servicios médicos ni contactó con la trabajadora responsable del menor, según fuentes del caso.. A pesar del dolor persistente, el niño permaneció en el centro hasta el mediodía, momento en que logró contactar con su cuidadora, quien lo recogió de inmediato y presentó una denuncia en la comisaría. Los servicios de emergencia del cuerpo de bomberos de Berlín fueron activados y trasladaron al menor al hospital, donde quedó ingresado.. La policía continúa la búsqueda del conductor y ha solicitado colaboración ciudadana para esclarecer los hechos. El caso ha generado indignación pública, tanto por la actitud del responsable como por la falta de reacción del personal educativo. Las autoridades han subrayado la gravedad del incidente y la necesidad de reforzar los protocolos de actuación ante situaciones de emergencia infantil.
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