Thomas Mucha es experto geopolítico de la firma estadounidense Wellington Management desde 2015, cuando decidió cambiar la profesión de periodista por la de analista económico, centrándose en el que hoy es el elemento que sin duda mueve el mundo y la economía. “Es imperativo tener una perspectiva geopolítica en el entorno actual”, asegura en un encuentro celebrado en Madrid dentro de una gira por ciudades europeas. En la última década, Mucha ha asistido a acontecimientos de calado histórico como el Brexit, la invasión rusa de Ucrania, los dos mandatos de Trump en la Casa Blanca o la destrucción de Gaza, y su conclusión es que la geopolítica no solo es esencial por su impacto indudable en variables económicas como el coste de la energía, la inflación o el crecimiento, sino que ha alcanzado una dimensión prioritaria, en un mundo en plena fase de cambio estructural. “Estamos llegando al final de un ciclo muy largo de estabilidad geopolítica que ha durado al menos 80 años. Y asistimos a un cambio estructural que solo pasa cada 80 o 100 años, en el que el mundo se reordena”, asegura.. Seguir leyendo
El experto en geopolítica de la gestora estadounidense asegura que el mundo atraviesa “un cambio estructural de los que pasan “cada 80 o 100 años”
Thomas Mucha es experto geopolítico de la firma estadounidense Wellington Management desde 2015, cuando decidió cambiar la profesión de periodista por la de analista económico, centrándose en el que hoy es el elemento que sin duda mueve el mundo y la economía. “Es imperativo tener una perspectiva geopolítica en el entorno actual”, asegura en un encuentro celebrado en Madrid dentro de una gira por ciudades europeas. En la última década, Mucha ha asistido a acontecimientos de calado histórico como el Brexit, la invasión rusa de Ucrania, los dos mandatos de Trump en la Casa Blanca o la destrucción de Gaza, y su conclusión es que la geopolítica no solo es esencial por su impacto indudable en variables económicas como el coste de la energía, la inflación o el crecimiento, sino que ha alcanzado una dimensión prioritaria, en un mundo en plena fase de cambio estructural. “Estamos llegando al final de un ciclo muy largo de estabilidad geopolítica que ha durado al menos 80 años. Y asistimos a un cambio estructural que solo pasa cada 80 o 100 años, en el que el mundo se reordena”, asegura.. Las luchas de poder son el motor de la historia y en el momento actual están en un punto de inflexión, con EE UU y China como competidores directos en una disputa que va más allá de que ahora sea Trump quien ocupa la Casa Blanca. Pero hay más actores, con Rusia jugando su propio papel, India el suyo e incluso la UE, pese a su evidente pérdida de peso internacional. “Es un entorno en el que se observa mucha menos cooperación entre los países. Y la probabilidad de que se produzcan conflictos es mayor”, explica Mucha. Con todo, la Bolsa no ha cejado en su asalto continuo a máximos históricos pese a la persistente guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Próximo o la guerra comercial declarada por Trump…. Para Mucha, el análisis de la geopolítica y su incorporación a la toma de decisiones de inversión va más allá de sucesos puntuales y tiene que ver con “un cambio estructural en el contexto de la seguridad nacional”. “Los responsables políticos están valorando la seguridad nacional por encima de cualquier otra cosa. Y eso es muy diferente a lo que ocurría hace tan solo cinco años, cuando lo más importante era la integración económica, principalmente la globalización”.. Esa prioridad por la seguridad nacional conecta directamente con el componente que está disparando las Bolsas a niveles de vértigo, casi de burbuja, la inteligencia artificial. “Creo que lo que se está pasando por alto en el discurso actual sobre la inteligencia artificial es la importancia que los responsables políticos conceden a la IA desde el punto de vista de la seguridad nacional. No tengo una conversación con los responsables políticos de Washington, Bruselas, Berlín, París, Seúl, Canberra o Tokio en la que no se vea la IA desde esta perspectiva de seguridad nacional”, advierte Mucha.. “Quien llegue primero a la IA, quien tenga más éxito en la implementación de la inteligencia artificial en las estructuras económicas, pero especialmente en los ejércitos y en otros aspectos de la seguridad nacional, tendrá una gran ventaja en esta gran competencia de poder en curso, centrada en Estados Unidos y China, pero con implicaciones globales”, añade el experto de Wellington Management.. Para el analista, el meollo de la geopolítica está ahora, por tanto, en la inteligencia artificial ligada a la seguridad nacional, lo que se concreta en un puñado de sectores económicos de gran valor estratégico. “Hay entre ocho y diez sectores estratégicos que considero muy importantes. Los semiconductores sin duda son uno de ellos, junto con el espacio, las comunicaciones de última generación, la robótica, la automatización, los drones, la computación cuántica y la inteligencia artificial. Pero si tuviera que destacar uno, sería el de los minerales críticos”, afirma el experto de Wellington Management. Aquí China es la potencia indiscutible y los esfuerzos de EE UU por abastecerse de estos minerales, como los recientes acuerdos con Japón o Australia, tardarán años en dar sus frutos. “Será un factor determinante en la forma en que Estados Unidos y China negocien entre sí”, apunta Mucha.. El creciente foco en la defensa y la seguridad nacional, pasando por el control de los minerales críticos, se suma, según Mucha, a otros dos elementos que en su opinión explican el actual desmoronamiento del orden mundial: la creciente desigualdad —a menudo como efecto perverso de la globalización imperante en las últimas décadas— y “la erosión prolongada de la confianza en las instituciones en todos los ámbitos”.. Las reglas de juego internacionales, ahora en cuestión, son importantes desde la perspectiva de la inversión. “Nos gusta lo predecible y estamos vigilando muy de cerca esos impactos institucionales. Crean riesgos y también oportunidades”, reconoce Mucha, que se pregunta en qué medida se está deteriorando el orden mundial basado en normas. Son las normas que establece el derecho internacional o las que, por ejemplo, a nivel monetario, regulan la actuación de la Reserva Federal. “¿Será algo permanente o se trata de un fenómeno a corto plazo? Creo que aún no tenemos la respuesta a esa pregunta», señala Mucha.. Pese a todo, Mucha asegura ser optimista y asegura que, pasado el huracán Trump, prevé un mundo de mayor cooperación, aunque “no volveremos a un mundo como el de hace diez años”.“En un horizonte a cinco años, espero que podamos evitar conflictos importantes. Soy más optimista en lo que respecta al conflicto entre grandes potencias. Creo que ambas partes comprenden los riesgos que ello conlleva… pero sí creo que vamos a ver un mundo más fragmentado y una desconexión estratégica continua entre China y Occidente“, concluye.. DVD 1291 (05-11-25) Thomas Mucha, experto en geopolítica de Wellington Management, en sus oficinas en Madrid. SAMUEL SÁNCHEZSamuel Sánchez
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