El claxon de un coche es ruido, alguien en el metro con la música a tope, los pensamientos invasivos… y también las notificaciones, los titulares y las opiniones que no piden permiso. Hoy, todo el mundo canta, pero casi nadie escucha. La música, que siempre debería unirnos, ha vuelto a sonar esta semana entre el murmullo de las redes.. Amaia Montero y Leire Martínez, las dos voces de La Oreja de Van Gogh, han vuelto al centro del debate digital. Nuevamente, dos mujeres enfrentadas por culpa de una oreja sorda. Y sordos hay muchos: los que prefieren el enfrentamiento antes que el disfrute, los que convierten la nostalgia en un campo de batalla… En un planeta que comenta todo, siento que nos hemos olvidado de escuchar. Ellas, dos mujeres 10, nos recuerdan sin pretenderlo que las canciones no pertenecen al pasado ni a quien las canta. Las canciones son de quien las siente.. Mientras tanto, la cantante Valeria Castro ha decidido parar. Después de una muy comentada actuación en Operación Triunfo, la artista canaria ha anunciado su retirada temporal. Una pausa valiente, pero también triste porque son las críticas despiadadas las que han colmado su vaso. Valeria, eres maravillosa y tu silencio es un acto de amor propio. Hay que respirar antes de seguir creando.. Y en el otro extremo del espectro mediático tenemos a Juan del Val, que se acaba de embolsar un millón de euros después de ganar el Premio Planeta. El escritor, colaborador de la tele y opinador por naturaleza demuestra que en España seguimos confundiendo la visibilidad con el ruido. Pero las letras sobreviven a los decibelios.. Entre tanto, Rosalía opta por el silencio y reaparece musicalmente muda. Con una partitura que ya ha sido sonorizada por sus fans, demostrándonos que el silencio también suena. Y ahí, entre la nota, la pausa, el altavoz y el silencio es donde está el equilibrio. Entre cantar… o simplemente saber cuándo callar.
El claxon de un coche es ruido, alguien en el metro con la música a tope, los pensamientos invasivos… y también las notificaciones, los titulares y las opiniones que no piden permiso. Hoy, todo el mundo canta, pero casi nadie escucha. La música, que siempre debería unirnos, ha vuelto a sonar esta semana entre el murmullo de las redes.. Amaia Montero y Leire Martínez, las dos voces de La Oreja de Van Gogh, han vuelto al centro del debate digital. Nuevamente, dos mujeres enfrentadas por culpa de una oreja sorda. Y sordos hay muchos: los que prefieren el enfrentamiento antes que el disfrute, los que convierten la nostalgia en un campo de batalla… En un planeta que comenta todo, siento que nos hemos olvidado de escuchar. Ellas, dos mujeres 10, nos recuerdan sin pretenderlo que las canciones no pertenecen al pasado ni a quien las canta. Las canciones son de quien las siente.. Mientras tanto, la cantante Valeria Castro ha decidido parar. Después de una muy comentada actuación en Operación Triunfo, la artista canaria ha anunciado su retirada temporal. Una pausa valiente, pero también triste porque son las críticas despiadadas las que han colmado su vaso. Valeria, eres maravillosa y tu silencio es un acto de amor propio. Hay que respirar antes de seguir creando.. Y en el otro extremo del espectro mediático tenemos a Juan del Val, que se acaba de embolsar un millón de euros después de ganar el Premio Planeta. El escritor, colaborador de la tele y opinador por naturaleza demuestra que en España seguimos confundiendo la visibilidad con el ruido. Pero las letras sobreviven a los decibelios.. Entre tanto, Rosalía opta por el silencio y reaparece musicalmente muda. Con una partitura que ya ha sido sonorizada por sus fans, demostrándonos que el silencio también suena. Y ahí, entre la nota, la pausa, el altavoz y el silencio es donde está el equilibrio. Entre cantar… o simplemente saber cuándo callar.
