La triste noticia de la muerte esta semana de José María Castells ha hecho que muchos nos acordemos de cuando éramos jóvenes y escuchábamos en casetes mezclas y remezclas bajo la etiqueta de Max Mix. Castells y su inseparable Toni Peret, el dúo mágico de discjockeys al que se unió después Quique Tejada, vendieron miles y miles de copias de estos álbumes que ya se han convertido en objeto de culto para muchos, piezas de coleccionistas, además de recuerdo imborrable sobre una manera de entender la música. Pero ¿qué era eso que llamamos Max Mix y que forma parte de nuestra cultura popular, llegando a vender la friolera de 32 millones de copias en Europa y América?. Todo se remonta a 1984 cuando la discográfica independiente Max Music, desde Barcelona, creada por Miguel Degá y Ricardo Campoy pusieron en marcha un concurso para buscar al dj que se haría cargo de las mezclas sus discos recopilatorios, sobre todo con pegadizas canciones –sobre todo las procedentes de Italia– que llenaban las discotecas hasta que el cuerpo aguantara. Mike Platinas y Javier Ussía fueron los ganadores de aquella iniciativa que se traduciría en un disco llamado Max Mix con una serie de mezclas denominadas «megamix», todo ello marcas debidamente registradas por Max Music.. La primera entrega del mito apareció en 1985 e incluía temas de nombres como Miko Mission, Ric Fellini, Viola Wills, Kim Fields, Fénix y Vam Cyborg, fusionando la música disco con el conocido como italo disco que sonaba en muchas pistas de baile entre los 80 y los 90. Platinas y Ussía lograron crear un estilo que supo conectar con el público de inmediato, cosechando un gran éxito que se tradujo, seis meses después del primer lanzamiento, en la publicación de Max Mix 2, con la música de Silver Pozzoli, Scotch, Fresh o David Lyme con su inolvidable «Let’s Go to Sitges».. Pese a los buenos resultados, los encargados de las mezclas no se sentían a gusto con las pésimas condiciones económicas que ofrecía la discográfica barcelonesa. Por esa razón, Degá y Campoy para el tercer Max Mix dedcidieron cortar y hacer el cambio poniendo como responsables a Toni Peret y José María Castells. Curiosamente este último había quedado finalista en el concurso puesto en marcha en 1984. La nueva producción se estrenó en 1986 y volvía a tener a David Lyme, ya todo un símbolo para Max Mix, además de Alan Cook, Two of Us, Silver Pozzoli, Big Tony, Kelly Brown o Torrevado.. Si la cosa iba bien hasta ese momento, a partir del Max Mix 4 todo se disparó consiguiendo en quince días superar en ventas al mismísimo Julio Iglesias. Uno de los secretos del éxito fue incluir una serie de materiales con los que se invitaba al público a realizar sus propias remezclas, aunque otro tema es que aquello fuera realmente práctico para esos menesteres. Fue también a partir de esta cuarta entrega que las carátulas de los discos comenzaron a ser temáticas, ambientadas en los supuestos lugares en los que Castells y Peret habían estado trabajando, en esta ocasión en la nieve. Por cierto que ambos se estrenaron en Max Mix 4 como raperos, compartiendo remezclas con la música de Spagna, los divertidos Bruce & Bongo, Eddy Huntington, Paul Rein y el imprescindible David Lyme.. El Max Mix 5, dividido en dos partes, fue la explosión definitiva. Max Music tiró la casa por la ventana y además de incluir el italodisco habitual, se hizo con los derechos de nombres de peso como The Communards, Mel & Kim, Level 42 o Kool & The Gang. Son los años en los que otra discográfica de Barcelona, Blanco y Negro, también trató de conquistar el mercado con la saga Bolero Mix, realizada por otro mito de las remezclas como fue Raúl Orellana, el dj de la recordada sala barcelonesa Studio 54. Max Music siguió contestando con más entregas, como la número 6, de la que se hace hasta una versión diferente para el mercado europeo incorporando temas de Kylie Minogue o el estreno de Pet Shop Boys con «West End Girls». El italodisco comenzó a compartir megamixes con la música tecno en los siguientes álbumes que continuraron permaneciedo como los más vendidos en las listas de novedades de aquellos años.. Con el tiempo, Peret y Castells sumaron a su equipo a Quique Tejada, creando el denominado «Dream Team» pasando a ser con el tiempo Blanco y Negro el propietario de la marca Max Mix. La saga cumplió treinta años en 2022 y se lanzaron para la ocasión ediciones especiales, una firmada por Toni Peret y otra por Mike Platinas. Se cerraba el círculo.. La marca «Dream Team», un guiño también a aquel irrepetible equipo estadounidense de ensueño que jugó en las Olimpiadas de 1992, sigue todavía en activo. El equipo de djs sigue funcionando recordando aquella época en la que unos cuantos íbamos a EGB. Ahora, Peret y Tejada, tienen el reto de seguir adelante sin su querido José María Castells.
El fallecido José María Castells y Toni Peret fueron los responsables de esta mítica saga
La triste noticia de la muerte esta semana de José María Castells ha hecho que muchos nos acordemos de cuando éramos jóvenes y escuchábamos en casetes mezclas y remezclas bajo la etiqueta de Max Mix. Castells y su inseparable Toni Peret, el dúo mágico de discjockeys al que se unió después Quique Tejada, vendieron miles y miles de copias de estos álbumes que ya se han convertido en objeto de culto para muchos, piezas de coleccionistas, además de recuerdo imborrable sobre una manera de entender la música. Pero ¿qué era eso que llamamos Max Mix y que forma parte de nuestra cultura popular, llegando a vender la friolera de 32 millones de copias en Europa y América?. Todo se remonta a 1984 cuando la discográfica independiente Max Music, desde Barcelona, creada por Miguel Degá y Ricardo Campoy pusieron en marcha un concurso para buscar al dj que se haría cargo de las mezclas sus discos recopilatorios, sobre todo con pegadizas canciones –sobre todo las procedentes de Italia– que llenaban las discotecas hasta que el cuerpo aguantara. Mike Platinas y Javier Ussía fueron los ganadores de aquella iniciativa que se traduciría en un disco llamado Max Mix con una serie de mezclas denominadas «megamix», todo ello marcas debidamente registradas por Max Music.. La primera entrega del mito apareció en 1985 e incluía temas de nombres como Miko Mission, Ric Fellini, Viola Wills, Kim Fields, Fénix y Vam Cyborg, fusionando la música disco con el conocido como italo disco que sonaba en muchas pistas de baile entre los 80 y los 90. Platinas y Ussía lograron crear un estilo que supo conectar con el público de inmediato, cosechando un gran éxito que se tradujo, seis meses después del primer lanzamiento, en la publicación de Max Mix 2, con la música de Silver Pozzoli, Scotch, Fresh o David Lyme con su inolvidable «Let’s Go to Sitges».. Pese a los buenos resultados, los encargados de las mezclas no se sentían a gusto con las pésimas condiciones económicas que ofrecía la discográfica barcelonesa. Por esa razón, Degá y Campoy para el tercer Max Mix dedcidieron cortar y hacer el cambio poniendo como responsables a Toni Peret y José María Castells. Curiosamente este último había quedado finalista en el concurso puesto en marcha en 1984. La nueva producción se estrenó en 1986 y volvía a tener a David Lyme, ya todo un símbolo para Max Mix, además de Alan Cook, Two of Us, Silver Pozzoli, Big Tony, Kelly Brown o Torrevado.. Si la cosa iba bien hasta ese momento, a partir del Max Mix 4 todo se disparó consiguiendo en quince días superar en ventas al mismísimo Julio Iglesias. Uno de los secretos del éxito fue incluir una serie de materiales con los que se invitaba al público a realizar sus propias remezclas, aunque otro tema es que aquello fuera realmente práctico para esos menesteres. Fue también a partir de esta cuarta entrega que las carátulas de los discos comenzaron a ser temáticas, ambientadas en los supuestos lugares en los que Castells y Peret habían estado trabajando, en esta ocasión en la nieve. Por cierto que ambos se estrenaron en Max Mix 4 como raperos, compartiendo remezclas con la música de Spagna, los divertidos Bruce & Bongo, Eddy Huntington, Paul Rein y el imprescindible David Lyme.. El Max Mix 5, dividido en dos partes, fue la explosión definitiva. Max Music tiró la casa por la ventana y además de incluir el italodisco habitual, se hizo con los derechos de nombres de peso como The Communards, Mel & Kim, Level 42 o Kool & The Gang. Son los años en los que otra discográfica de Barcelona, Blanco y Negro, también trató de conquistar el mercado con la saga Bolero Mix, realizada por otro mito de las remezclas como fue Raúl Orellana, el dj de la recordada sala barcelonesa Studio 54. Max Music siguió contestando con más entregas, como la número 6, de la que se hace hasta una versión diferente para el mercado europeo incorporando temas de Kylie Minogue o el estreno de Pet Shop Boys con «West End Girls». El italodisco comenzó a compartir megamixes con la música tecno en los siguientes álbumes que continuraron permaneciedo como los más vendidos en las listas de novedades de aquellos años.. Con el tiempo, Peret y Castells sumaron a su equipo a Quique Tejada, creando el denominado «Dream Team» pasando a ser con el tiempo Blanco y Negro el propietario de la marca Max Mix. La saga cumplió treinta años en 2022 y se lanzaron para la ocasión ediciones especiales, una firmada por Toni Peret y otra por Mike Platinas. Se cerraba el círculo.. La marca «Dream Team», un guiño también a aquel irrepetible equipo estadounidense de ensueño que jugó en las Olimpiadas de 1992, sigue todavía en activo. El equipo de djs sigue funcionando recordando aquella época en la que unos cuantos íbamos a EGB. Ahora, Peret y Tejada, tienen el reto de seguir adelante sin su querido José María Castells.
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