Hay algo peor que un ejecutivo agresivo: un ejecutivo agresivo que se cree mindfulness. La comedia de Pantomima Full lleva años descifrando con destreza cómo escondemos los grises de la vida en frases de taza. Ahora Alberto Casado y Rober Bodegas han dado el salto del sketche a una serie larga original de Hulu (queda mejor que decir Disney Plus). Se llama Entrepreneurs, una bofetada a la sociedad conquistada por los nuevos yupis. Esos hijos de papá millonario alimentados por malos eslóganes de los coaches que nos rodean sin aparente escapatoria.. En una televisión con tantas tertulias, la comedia ha regresado en buena forma para ordenarnos las ideas. Con series como Poquita Fé, Animal o esta Entrepreneurs que realiza un mordaz diagnóstico sobre las fanfarronerías, avaricias y autoengaños que no solo hemos naturalizado, sino que además estamos abrazando como inspiradores.. Muy sociedad de cartón-piedra en la que nos cuelan hamburguesas aplastadas por 20 euros, corremos a ver exposiciones de Vang Gogh donde no hay ningún cuadro colgado de Vang Gogh -pero sí una proyección muy bonita de girasoles para hacerte selfies-, nos creemos influyentes por tener Twitter o llámalo X e incluso nos pensamos de clase media compartiendo piso con otras tres personas.. En este contexto, Entrepreneurs deja en evidencia a los que ondean la bandera de «hay que salir de la zona de confort». «¡No confort zone!», gritan, que en inglés parece que suena más vanguardista. Para qué. Con lo difícil que es encontrar un lugar de confort y cuando te sientes en esa serenidad ya la vida se encargará de sacarte del supuesto confort una y otra vez. «¿Se nos ha ido demasiado la olla para dar una connotación negativa a la palabra confort?», dice la representante de influencers que protagoniza Victoria Martín en esta serie de diez capítulos que deja diálogos sublimes como «-¿Qué quieres ser explotado o explotador? -Explotador». La polarización verdadera era esto.. Lo sufrimos a diario. En la política, en la tele, en las redes, en los bares: el marketing es capaz de dar la vuelta cual calcetín a las palabras más profundas. O las más relajadas, como confortable. A menudo, por los mismos que no trabajan demasiado. O nada. No lo necesitan. Son los Entrepreneurs que disponen del suficientemente desbordamiento de dinero para maquinar desde su área de confort hasta cuando creen que están fuera de su área de confort.
Reflexionando en torno a la nueva serie de Disney Plus.
20MINUTOS.ES – Televisión
Hay algo peor que un ejecutivo agresivo: un ejecutivo agresivo que se cree mindfulness. La comedia de Pantomima Full lleva años descifrando con destreza cómo escondemos los grises de la vida en frases de taza. AhoraAlberto Casado y Rober Bodegas han dado el salto del sketche a una serie larga original de Hulu (queda mejor que decir Disney Plus). Se llama Entrepreneurs, una bofetada a la sociedad conquistada por los nuevos yupis. Esos hijos de papá millonario alimentados por malos eslóganes de los coaches que nos rodean sin aparente escapatoria.. En una televisión con tantas tertulias, la comedia ha regresado en buena forma para ordenarnos las ideas. Con series como Poquita Fé, Animal o esta Entrepreneurs que realiza un mordaz diagnóstico sobre las fanfarronerías, avaricias y autoengaños que no solo hemos naturalizado, sino que además estamos abrazando como inspiradores.. Muy sociedad de cartón-piedra en la que nos cuelan hamburguesas aplastadas por 20 euros, corremos a ver exposiciones de Vang Gogh donde no hay ningún cuadro colgado de Vang Gogh -pero sí una proyección muy bonita de girasoles para hacerte selfies-, nos creemos influyentes por tener Twitter o llámalo X e incluso nos pensamos de clase media compartiendo piso con otras tres personas.. En este contexto, Entrepreneurs deja en evidencia a los que ondean la bandera de «hay que salir de la zona de confort». «¡No confort zone!», gritan, que en inglés parece que suena más vanguardista. Para qué. Con lo difícil que es encontrar un lugar de confort y cuando te sientes en esa serenidad ya la vida se encargará de sacarte del supuesto confort una y otra vez. «¿Se nos ha ido demasiado la olla para dar una connotación negativa a la palabra confort?», dice la representante de influencers que protagoniza Victoria Martín en esta serie de diez capítulos que deja diálogos sublimes como «-¿Qué quieres ser explotado o explotador? -Explotador». La polarización verdadera era esto.. Lo sufrimos a diario. En la política, en la tele, en las redes, en los bares: el marketing es capaz de dar la vuelta cual calcetín a las palabras más profundas. O las más relajadas, como confortable. A menudo, por los mismos que no trabajan demasiado. O nada. No lo necesitan. Son los Entrepreneurs que disponen del suficientemente desbordamiento de dinero para maquinar desde su área de confort hasta cuando creen que están fuera de su área de confort.
