La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ha puesto de manifiesto la falta de efectivos y recursos en la Policía Nacional y la Guardia Civil, lo cual obliga a los ayuntamientos a asumir competencias que corresponden al Gobierno central.
Así ha defendido que Cartagena ha puesto en macha medidas como el refuerzo de la plantilla de Policía Local, la descentralización de sus servicios con más cuarteles, la incorporación de drones y redes de videovigilancia y la creación de unidades especializadas, como las de Seguridad Ciudadana o la de drones.
«La seguridad ciudadana es una responsabilidad fundamental que pagamos con nuestros impuestos, pero ante la falta de efectivos no nos queda más remedio que actuar», afirmó Noelia Arroyo durante su intervención en la XXVII Intermunicipal del Partido Popular celebrada en Valladolid.
Arroyo destacó que Cartagena afronta retos propios debido a su ubicación costera, que la convierte en un punto estratégico para el tráfico de pateras y narcolanchas. «Cuando llegan pateras, los pocos medios de la Policía Nacional y la Guardia Civil se concentran en atender estas situaciones, dejando aún más desatendidas nuestras calles y barrios», explicó.
En este sentido, añadió que la Guardia Civil solo cuenta con tres embarcaciones para toda la región, «de las cuales dos están averiadas», y lamentó que Cartagena haya perdido su casa cuartel, «dejando a los agentes sin instalaciones adecuadas mientras el Gobierno central prioriza proyectos como un campamento para inmigrantes en zonas inundables».
En este contexto, el Ayuntamiento de Cartagena ha adoptado medidas para mejorar la seguridad. «En los últimos dos años hemos renovado un tercio de la plantilla de Policía Local y desarrollado la policía de proximidad, convencidos de que el contacto directo con los vecinos mejora la convivencia y la seguridad en los barrios», afirmó. Además, se ha trabajado en la descentralización del servicio: «Hemos abierto cinco cuarteles en barrios y diputaciones, y este año construiremos dos más, con un tercero antes de que termine la legislatura», añadió.
La alcaldesa del PP también destacó la apuesta tecnológica de Cartagena. «Contamos con una red de 100 cámaras de videovigilancia que nos ayudan no solo a regular el tráfico, sino también a prevenir delitos. Este año vamos a instalar 60 cámaras más en zonas rurales para disuadir y combatir la delincuencia», detalló. Asimismo, puso de relieve la especialización de la Policía Local, que incluye unidades como la canina, la de drones y otra dedicada a la seguridad ciudadana en eventos y zonas rurales.
«No podemos sustituir a la Policía Nacional ni a la Guardia Civil, que son los profesionales con acceso a las herramientas y la información necesarias para combatir la delincuencia», recordó Arroyo, quien insistió en la necesidad de que el Gobierno central aumente los recursos y efectivos. «Mientras tanto, los ayuntamientos seguiremos adoptando medidas para estar más cerca de los ciudadanos y garantizar su protección», concluyó.
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La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ha puesto de manifiesto la falta de efectivos y recursos en la Policía Nacional y la Guardia Civil, lo cual obliga a los ayuntamientos a asumir competencias que corresponden al Gobierno central.. Así ha defendido que Cartagena ha puesto en macha medidas como el refuerzo de la plantilla de Policía Local, la descentralización de sus servicios con más cuarteles, la incorporación de drones y redes de videovigilancia y la creación de unidades especializadas, como las de Seguridad Ciudadana o la de drones.. «La seguridad ciudadana es una responsabilidad fundamental que pagamos con nuestros impuestos, pero ante la falta de efectivos no nos queda más remedio que actuar», afirmó Noelia Arroyo durante su intervención en la XXVII Intermunicipal del Partido Popular celebrada en Valladolid.. Arroyo destacó que Cartagena afronta retos propios debido a su ubicación costera, que la convierte en un punto estratégico para el tráfico de pateras y narcolanchas. «Cuando llegan pateras, los pocos medios de la Policía Nacional y la Guardia Civil se concentran en atender estas situaciones, dejando aún más desatendidas nuestras calles y barrios», explicó.. En este sentido, añadió que la Guardia Civil solo cuenta con tres embarcaciones para toda la región, «de las cuales dos están averiadas», y lamentó que Cartagena haya perdido su casa cuartel, «dejando a los agentes sin instalaciones adecuadas mientras el Gobierno central prioriza proyectos como un campamento para inmigrantes en zonas inundables».. En este contexto, el Ayuntamiento de Cartagena ha adoptado medidas para mejorar la seguridad. «En los últimos dos años hemos renovado un tercio de la plantilla de Policía Local y desarrollado la policía de proximidad, convencidos de que el contacto directo con los vecinos mejora la convivencia y la seguridad en los barrios», afirmó. Además, se ha trabajado en la descentralización del servicio: «Hemos abierto cinco cuarteles en barrios y diputaciones, y este año construiremos dos más, con un tercero antes de que termine la legislatura», añadió.. La alcaldesa del PP también destacó la apuesta tecnológica de Cartagena. «Contamos con una red de 100 cámaras de videovigilancia que nos ayudan no solo a regular el tráfico, sino también a prevenir delitos. Este año vamos a instalar 60 cámaras más en zonas rurales para disuadir y combatir la delincuencia», detalló. Asimismo, puso de relieve la especialización de la Policía Local, que incluye unidades como la canina, la de drones y otra dedicada a la seguridad ciudadana en eventos y zonas rurales.. «No podemos sustituir a la Policía Nacional ni a la Guardia Civil, que son los profesionales con acceso a las herramientas y la información necesarias para combatir la delincuencia», recordó Arroyo, quien insistió en la necesidad de que el Gobierno central aumente los recursos y efectivos. «Mientras tanto, los ayuntamientos seguiremos adoptando medidas para estar más cerca de los ciudadanos y garantizar su protección», concluyó.
Asegura que Cartagena afronta retos propios debido a su ubicación costera, que la convierte en un punto estratégico para el tráfico de pateras y narcolanchas