Era un número “feo”, a priori, de los que nadie quiere por tener ceros en medio. Pero, como todos, estaba en el bombo. Y la fortuna quiso que el 70048 fuera agraciado ayer con el segundo premio del sorteo de la Lotería de Navidad, dotado con 1.250.000 euros a la serie, 125.000 al décimo.. Y pese a ser un número “feo”, ha repartido la suerte por muchos puntos de España de la mano de la empresa gallega Bimba y Lola, que compró el número de forma online para sus trabajadores en la Administración de Lotería número 16 de Madrid, situada en el número 10 de la calle Barquillo. Fue el más madrugador de los grandes premios del sorteo del Gordo, ya que los niños del colegio de San Ildenfonso lo cantaron a las 9:21 horas de la mañana, en el sexto alambre de la primera tabla.. A esa hora aprovechaba para tomar café Raquel, una de las loteras de la oficina, que a buen seguro nunca olvidará el día de ayer. Y es que este próximo lunes cumplirá 68 años, se jubila este mes y forma parte de la administración que ha vendido íntegramente el Segundo Premio, en total 198 series y que ha repartido 247,5 millones de euros, la mayoría online (aparte de a Bimba y Lola a una empresa de ingeniería y a otra pequeña de Madrid), pero también en ventanilla. Al ver en la televisión el número, lo reconoció enseguida como uno de los “suyos”. “Me considero afortunada, es una alegría, una satisfacción muy grande dar la suerte a nuestros clientes”, señaló a las puertas de la administración a los periodistas agolpados frente a la misma en busca de declaraciones. “Nunca me sentí tan famosa”, destacó a la vez que sujetaba una botella de cava con una mano y un roscón en la otra.. Aunque la mayoría de quienes se agolpaban en la administración en el día de ayer fueron periodistas y curiosos, también alguno de los agraciados se dejaron caer por la oficina para celebrar su suerte. Fue el caso de Soledad, que trabaja como limpiadora en Parla, y que había comprado tres décimos, con lo que ha resultado ganadora de 375.000 euros. Se trata de una clienta habitual, y señaló que se había enterado de la noticia “por la radio”, y que este premio “es un regalo por llevar toda la vida trabajando”. A punto de jubilarse, confesó que aún no sabe lo que va a hacer con el premio, aunque no dudó en indicar que se va a quedar todo el premio para ella: “Mi familia tiene su vida, voy a disfrutar de la vida, y lo que quede cuando me muera que se lo repartan”, aseveró.. También se han acercado Alejandro y Sofía, compañeros de trabajo en Bimba y Lola en la calle Serrano de Madrid, y que compraron de forma online los décimos que vendía su empresa. Él lleva casi cinco años en ella, Sofía tan solo dos meses. Ambos son muy jóvenes (25 y 24 años), a su llegada aún estaban procesando el regalo que suponen para ellos los 125.000 euros que les han tocado. No saben aún que van a hacer con el dinero, pero coinciden en que van a ayudar a su familia, porque “hace falta”. Alejandro juega el número de su trabajo todos los años, más por “obligación” que por otra cosa, «nunca pensé que pudiera tocar». Ahora, disfruta de lo que le ha deparado el premio: “felicidad, respiro, desahogo”, confiesa. Sofía quiere ayudar a su hermana, mayor que ella, y afirma que para ella se plantea algo para su futuro, como una entrada para una casa.. Fuera de Madrid, en Vigo, los trabajadores de la empresa de moda se han repartido 97 millones del Segundo Premio, mucho en forma de papeletas de cinco euros (31.250 euros por cada una de premio). A media mañana los agraciados salieron a celebrarlo a las puertas de la empresa, y no duraron en corear el nombre de la firma gallega, descorchar botellas de espumoso y saltar de alegría, informa Efe.. Raquel estaba muy emocionada, y con razón, porque junto con otras compañeras puso una alarma para no olvidarse de comprar el número el último día de venta de las participaciones. “Decidimos jugar y nos ha tocado”.. Una de las afortunadas, Silvia, pletórica, lamentó sin embargo que algunos de los compañeros no hubiesen comprado participaciones. Guillermo, no obstante, compró varios boleros, que repartió con sus familiares: “Hay gente que se quedó sin comprar, pero al final te tienes que arriesgar y jugar”, afirmó.. En Logroño, Rubén Álvarez, uno de los empleados de una tienda de Bimba y Lola en la calle San Antón, explicó que fue él quien dio la noticia a sus compañeros: “He dado la noticia al grupo, aunque al principio no se lo creían. He puesto el sorteo en directo en el móvil, y justo cuando ha salido el segundo premio he visto que acababa en 48, y ya me ha dado alegría. Pero después he vuelto a mirarlo y he dicho¡pero si es es mismo número!”. Ahora, dice que le toca es “creérselo”, pero que una vez que tenga el dinero en el banco, hará “como muchos ciudadanos, seguramente para vivienda, aunque no sé si me dará para un piso tal y como están las cosas… Aún tengo que asumirlo”, repitió.
El 70048 ha sido premiado con 125.000 euros al décimo, y se ha vendido casi íntegramente entre trabajadores de la firma gallega Bimba y Lola
Era un número “feo”, a priori, de los que nadie quiere por tener ceros en medio. Pero, como todos, estaba en el bombo. Y la fortuna quiso que el 70048 fuera agraciado ayer con el segundo premio del sorteo de la Lotería de Navidad, dotado con 1.250.000 euros a la serie, 125.000 al décimo.. Y pese a ser un número “feo”, ha repartido la suerte por muchos puntos de España de la mano de la empresa gallega Bimba y Lola, que compró el número de forma online para sus trabajadores en la Administración de Lotería número 16 de Madrid, situada en el número 10 de la calle Barquillo. Fue el más madrugador de los grandes premios del sorteo del Gordo, ya que los niños del colegio de San Ildenfonso lo cantaron a las 9:21 horas de la mañana, en el sexto alambre de la primera tabla.. A esa hora aprovechaba para tomar café Raquel, una de las loteras de la oficina, que a buen seguro nunca olvidará el día de ayer. Y es que este próximo lunes cumplirá 68 años, se jubila este mes y forma parte de la administración que ha vendido íntegramente el Segundo Premio, en total 198 series y que ha repartido 247,5 millones de euros, la mayoría online (aparte de a Bimba y Lola a una empresa de ingeniería y a otra pequeña de Madrid), pero también en ventanilla. Al ver en la televisión el número, lo reconoció enseguida como uno de los “suyos”. “Me considero afortunada, es una alegría, una satisfacción muy grande dar la suerte a nuestros clientes”, señaló a las puertas de la administración a los periodistas agolpados frente a la misma en busca de declaraciones. “Nunca me sentí tan famosa”, destacó a la vez que sujetaba una botella de cava con una mano y un roscón en la otra.. Aunque la mayoría de quienes se agolpaban en la administración en el día de ayer fueron periodistas y curiosos, también alguno de los agraciados se dejaron caer por la oficina para celebrar su suerte. Fue el caso de Soledad, que trabaja como limpiadora en Parla, y que había comprado tres décimos, con lo que ha resultado ganadora de 375.000 euros. Se trata de una clienta habitual, y señaló que se había enterado de la noticia “por la radio”, y que este premio “es un regalo por llevar toda la vida trabajando”. A punto de jubilarse, confesó que aún no sabe lo que va a hacer con el premio, aunque no dudó en indicar que se va a quedar todo el premio para ella: “Mi familia tiene su vida, voy a disfrutar de la vida, y lo que quede cuando me muera que se lo repartan”, aseveró.. También se han acercado Alejandro y Sofía, compañeros de trabajo en Bimba y Lola en la calle Serrano de Madrid, y que compraron de forma online los décimos que vendía su empresa. Él lleva casi cinco años en ella, Sofía tan solo dos meses. Ambos son muy jóvenes (25 y 24 años), a su llegada aún estaban procesando el regalo que suponen para ellos los 125.000 euros que les han tocado. No saben aún que van a hacer con el dinero, pero coinciden en que van a ayudar a su familia, porque “hace falta”. Alejandro juega el número de su trabajo todos los años, más por “obligación” que por otra cosa, «nunca pensé que pudiera tocar». Ahora, disfruta de lo que le ha deparado el premio: “felicidad, respiro, desahogo”, confiesa. Sofía quiere ayudar a su hermana, mayor que ella, y afirma que para ella se plantea algo para su futuro, como una entrada para una casa.. Fuera de Madrid, en Vigo, los trabajadores de la empresa de moda se han repartido 97 millones del Segundo Premio, mucho en forma de papeletas de cinco euros (31.250 euros por cada una de premio). A media mañana los agraciados salieron a celebrarlo a las puertas de la empresa, y no duraron en corear el nombre de la firma gallega, descorchar botellas de espumoso y saltar de alegría, informa Efe.. Raquel estaba muy emocionada, y con razón, porque junto con otras compañeras puso una alarma para no olvidarse de comprar el número el último día de venta de las participaciones. “Decidimos jugar y nos ha tocado”.. Una de las afortunadas, Silvia, pletórica, lamentó sin embargo que algunos de los compañeros no hubiesen comprado participaciones. Guillermo, no obstante, compró varios boleros, que repartió con sus familiares: “Hay gente que se quedó sin comprar, pero al final te tienes que arriesgar y jugar”, afirmó.. En Logroño, Rubén Álvarez, uno de los empleados de una tienda de Bimba y Lola en la calle San Antón, explicó que fue él quien dio la noticia a sus compañeros: “He dado la noticia al grupo, aunque al principio no se lo creían. He puesto el sorteo en directo en el móvil, y justo cuando ha salido el segundo premio he visto que acababa en 48, y ya me ha dado alegría. Pero después he vuelto a mirarlo y he dicho¡pero si es es mismo número!”. Ahora, dice que le toca es “creérselo”, pero que una vez que tenga el dinero en el banco, hará “como muchos ciudadanos, seguramente para vivienda, aunque no sé si me dará para un piso tal y como están las cosas… Aún tengo que asumirlo”, repitió.
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