Durante años, la decoración de interiores ha estado dominada por paredes lisas pintadas en tonos neutros, papeles pintados con textura suave o revestimientos de madera y mármol para aportar elegancia. Todo respondía a una misma estética: superficies perfectas, poco porosas, casi digitales.. Sin embargo, el enfoque está cambiando. Tras la pandemia y el auge del diseño emocional, cada vez más personas buscan vivir en espacios que no solo sean bonitos, sino habitables, sensoriales y amables con el cuerpo y la mente. La estética se vuelve más orgánica: formas curvas, materiales que envejecen, luz natural, fibras vegetales y colores derivados de la tierra.. Del blanco impoluto a las paredes que respiran. Ya no se busca que la pared sea un fondo neutro que desaparece. Al contrario: ahora se le pide que aporte textura, absorba la luz de forma suave, regule la humedad y contribuya al bienestar térmico del espacio. En ese nuevo escenario, empiezan a desaparecer las superficies brillantes o demasiado perfectas y toman fuerza los materiales minerales, mate y con pequeñas irregularidades que parecen hechas a mano.. Las redes sociales y el auge de estilos como el Japandi, el wabi-sabi o el mediterráneo chic también están acelerando este cambio.. El material que llega en 2026: paredes de cal y arcilla natural. Ni pintura plástica, ni papel pintado, ni revestimientos laminados. La gran protagonista de 2026 será la cal y la arcilla natural aplicada en muros interiores, también conocida como earth plaster, revoco de cal o paredes minerales.. A diferencia del microcemento industrial o del estuco veneciano brillante, estos acabados se trabajan a mano, con pigmentos minerales muy suaves, y conservan una textura delicada, casi aterciopelada. No reflejan la luz: la absorben y la devuelven suavemente, creando una atmósfera cálida y serena.. ¿Por qué es la próxima gran tendencia?. Textura visible y táctil: pequeñas ondulaciones, irregularidades, efecto “pared viva”, nada artificial.. Regulan la humedad: absorben el exceso y lo liberan cuando el ambiente está seco.. Materiales naturales: sin derivados del plástico ni productos químicos agresivos.. Sensación de calma: la luz se difunde sin brillos; el espacio se ve más sereno y acogedor.. Estética atemporal: recuerda a casas rurales mediterráneas, riads marroquíes o arquitecturas japonesas tradicionales.. ¿Es apto para todo tipo de casas?. Sí, especialmente para quienes buscan calma visual, materiales honestos y una estética natural. Funcionan muy bien en casas con humedad o mala ventilación. También en pisos pequeños: al no tener juntas ni cortes, agrandan visualmente el espacio. Pero no es para ti si te gustan las paredes lisas, sin textura o buscas algo rápido y sin obra. Tampoco si quieres un estilo industrial frío o maximalista.
Las tendencias de decoración están girando hacia materiales más naturales, táctiles y menos perfectos
Durante años, la decoración de interiores ha estado dominada por paredes lisas pintadas en tonos neutros, papeles pintados con textura suave o revestimientos de madera y mármol para aportar elegancia. Todo respondía a una misma estética: superficies perfectas, poco porosas, casi digitales.. Sin embargo, el enfoque está cambiando. Tras la pandemia y el auge del diseño emocional, cada vez más personas buscan vivir en espacios que no solo sean bonitos, sino habitables, sensoriales y amables con el cuerpo y la mente. La estética se vuelve más orgánica: formas curvas, materiales que envejecen, luz natural, fibras vegetales y colores derivados de la tierra.. Del blanco impoluto a las paredes que respiran. Ya no se busca que la pared sea un fondo neutro que desaparece. Al contrario: ahora se le pide que aporte textura, absorba la luz de forma suave, regule la humedad y contribuya al bienestar térmico del espacio. En ese nuevo escenario, empiezan a desaparecer las superficies brillantes o demasiado perfectas y toman fuerza los materiales minerales, mate y con pequeñas irregularidades que parecen hechas a mano.. Las redes sociales y el auge de estilos como el Japandi, el wabi-sabi o el mediterráneo chic también están acelerando este cambio.. El material que llega en 2026: paredes de cal y arcilla natural. Ni pintura plástica, ni papel pintado, ni revestimientos laminados. La gran protagonista de 2026 será la cal y la arcilla natural aplicada en muros interiores, también conocida como earth plaster, revoco de cal o paredes minerales.. A diferencia del microcemento industrial o del estuco veneciano brillante, estos acabados se trabajan a mano, con pigmentos minerales muy suaves, y conservan una textura delicada, casi aterciopelada. No reflejan la luz: la absorben y la devuelven suavemente, creando una atmósfera cálida y serena.. ¿Por qué es la próxima gran tendencia?. Textura visible y táctil: pequeñas ondulaciones, irregularidades, efecto “pared viva”, nada artificial.. Regulan la humedad: absorben el exceso y lo liberan cuando el ambiente está seco.. Materiales naturales: sin derivados del plástico ni productos químicos agresivos.. Sensación de calma: la luz se difunde sin brillos; el espacio se ve más sereno y acogedor.. Estética atemporal: recuerda a casas rurales mediterráneas, riads marroquíes o arquitecturas japonesas tradicionales.. ¿Es apto para todo tipo de casas?. Sí, especialmente para quienes buscan calma visual, materiales honestos y una estética natural. Funcionan muy bien en casas con humedad o mala ventilación. También en pisos pequeños: al no tener juntas ni cortes, agrandan visualmente el espacio. Pero no es para ti si te gustan las paredes lisas, sin textura o buscas algo rápido y sin obra. Tampoco si quieres un estilo industrial frío o maximalista.
Noticias de Sociedad en La Razón
