Ha muerto Linito, el mono capuchino que durante casi 35 años vivió enjaulado en un piso de Barcelona y que fue rescatado por la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (Faada) en febrero.. Su propietaria, una anciana de 94 años, lo compró hace más de tres décadas por 45.000 pesetas (unos 270 euros) y lo encerró en una jaula muy pequeña y sin acceso a la luz. Ya en libertad, siete meses después, el animal de avanzada edad ha fallecido.. «Cuando nos hicimos cargo de él sabíamos que su estancia con nosotras sería muy corta, pues su edad era muy avanzada y sus condiciones de salud muy delicadas, pero siempre duele decirles adiós, y más, tan pronto», han dicho Rainfer en un comunicado, el centro de rehabilitación y descanso para primates que viven en malas condiciones.. Linito vivía solo, en una jaula de 2x1x1 metros, ubicada en el comedor del piso, que en la mayoría de las ocasiones «estaba sucia» y sin zona exterior.. Su dueña reconoció que desde 2014 el mono jamás había salido de dicha jaula y que, por lo tanto «vivía condenado a no poder correr, saltar, desplazarse e interactuar con otros animales, algo fundamental para una especie social».
El primate, que vivía en una pequeña y sucia jaula, fue encontrado en un estado muy deteriorado
Ha muerto Linito, el mono capuchino que durante casi 35 años vivió enjaulado en un piso de Barcelona y que fue rescatado por la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (Faada) en febrero.. Su propietaria, una anciana de 94 años, lo compró hace más de tres décadas por 45.000 pesetas (unos 270 euros) y lo encerró en una jaula muy pequeña y sin acceso a la luz. Ya en libertad, siete meses después, el animal de avanzada edad ha fallecido.. «Cuando nos hicimos cargo de él sabíamos que su estancia con nosotras sería muy corta, pues su edad era muy avanzada y sus condiciones de salud muy delicadas, pero siempre duele decirles adiós, y más, tan pronto», han dicho Rainfer en un comunicado, el centro de rehabilitación y descanso para primates que viven en malas condiciones.. Linito vivía solo, en una jaula de 2x1x1 metros, ubicada en el comedor del piso, que en la mayoría de las ocasiones «estaba sucia» y sin zona exterior.. Su dueña reconoció que desde 2014 el mono jamás había salido de dicha jaula y que, por lo tanto «vivía condenado a no poder correr, saltar, desplazarse e interactuar con otros animales, algo fundamental para una especie social».
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