Un transgénico es un organismo vivo creado artificialmente manipulando sus genes. Desde la Unión Europea (UE) se está siendo muy restrictivo en el uso de determinados productos por parte de las explotaciones agrícolas y ganaderas de los países miembros desde hace décadas. Una estrategia que trata de blindar la seguridad alimentaria y que, en cambio, salta por los aires cuando se firman acuerdos comerciales con terceros países, sujetos a otras normativas. El acuerdo de Mercosur aún no se ha materializado, pero el agro andaluz casi ha perdido la esperanza de evitarlo y reclama ya «compensaciones», especialmente para la ganadería, un sector que se siente especialmente damnificado ante la capacidad productiva de países como Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina.. Los sistemas y los costes de producción que emplean son distintos. «Nos van a inundar con productos que no están hechos con las mismas exigencias que tenemos nosotros. Es una lucha en desigualdad», aseguró ayer Agustín González, presidente de la cooperativa Ovipor (Huelva). En esos países «los cereales que cultivan son transgénicos», luego «los animales se van a alimentar con transgénicos; a lo mejor lo que tenemos es que volver a usarlos en Europa», se plantea el también presidente del sector porcino ibérico de Cooperativas Agro-alimentarias, que recuerda que si presumimos de «la seguridad alimentaria más grande que existe en el mundo» habría que exigir «los mismos mecanismos» a las importaciones de terceros. Pero «es muy difícil controlar las puertas cuando están abiertas».. «Se está haciendo un esfuerzo muy grande como para que ahora entren con anabolizantes por un acuerdo geopolítico», dice José Puntas, representante sectorial de Ovino Caprino de Carne, que llega a la misma conclusión: «A lo mejor es el momento de replantearse los transgénicos en Europa», al tiempo que advierte de que «sin soberanía alimentaria vamos a pasar muchos problemas y ¡ojo a los precios!».. En un interesante desayuno informativo organizado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se analizaron los desafíos actuales de la ganadería andaluza, condicionados en gran medida por el nuevo acuerdo de la UE.. Los ganaderos andaluces «no» confían en las cláusulas de salvaguarda que esgrime el Gobierno de España porque tienen muy presente cómo Marruecos se ha apoderado del mercado del tomate pese a los supuestos contingentes acordados por le UE y el país norteafricano. «Una cosa es lo que dice el papel y otra la realidad», dice González.. «Difícilmente vamos a competir con explotaciones que usan anabolizantes que aquí están prohibidos. O se hacen controles en origen o difícilmente vamos a frenar lo que va a llegar de Sudamérica. Queremos que se reconozca desde la UE el esfuerzo que el sector cooperativo hace e hizo durante el Covid», explicó Jaime Martínez-Conradi, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.. Los representantes del ovino-caprino, del vacuno y del porcino ibérico, todos, hicieron hincapié en el «beneficio medioambiental» de la ganadería extensiva y en la necesidad de apostar por el relevo generacional para evitar la despoblación, lo cual pasa por «obtener rentabilidad» a su actividad. En el periodo de 2003 a 2023, según datos de la Junta de Andalucía, se han perdido alrededor de 200.000 cabezas de bovino (un 40% menos), y casi 1,5 millones de cabezas de ovino (-45%), al pasar de 3,2 millones de animales a 1,8 millones. En el caso del caprino, la caída del censo es del 37%, es decir, alrededor de 500.000 animales menos en dicho periodo.
Los ganaderos andaluces rechazan el acuerdo y piden igualdad de trato para tener rentabilidad o peligrará la soberanía alimentaria
Un transgénico es un organismo vivo creado artificialmente manipulando sus genes. Desde la Unión Europea (UE) se está siendo muy restrictivo en el uso de determinados productos por parte de las explotaciones agrícolas y ganaderas de los países miembros desde hace décadas. Una estrategia que trata de blindar la seguridad alimentaria y que, en cambio, salta por los aires cuando se firman acuerdos comerciales con terceros países, sujetos a otras normativas. El acuerdo de Mercosur aún no se ha materializado, pero el agro andaluz casi ha perdido la esperanza de evitarlo y reclama ya «compensaciones», especialmente para la ganadería, un sector que se siente especialmente damnificado ante la capacidad productiva de países como Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina.. Los sistemas y los costes de producción que emplean son distintos. «Nos van a inundar con productos que no están hechos con las mismas exigencias que tenemos nosotros. Es una lucha en desigualdad», aseguró ayer Agustín González, presidente de la cooperativa Ovipor (Huelva). En esos países «los cereales que cultivan son transgénicos», luego «los animales se van a alimentar con transgénicos; a lo mejor lo que tenemos es que volver a usarlos en Europa», se plantea el también presidente del sector porcino ibérico de Cooperativas Agro-alimentarias, que recuerda que si presumimos de «la seguridad alimentaria más grande que existe en el mundo» habría que exigir «los mismos mecanismos» a las importaciones de terceros. Pero «es muy difícil controlar las puertas cuando están abiertas».. «Se está haciendo un esfuerzo muy grande como para que ahora entren con anabolizantes por un acuerdo geopolítico», dice José Puntas, representante sectorial de Ovino Caprino de Carne, que llega a la misma conclusión: «A lo mejor es el momento de replantearse los transgénicos en Europa», al tiempo que advierte de que «sin soberanía alimentaria vamos a pasar muchos problemas y ¡ojo a los precios!».. En un interesante desayuno informativo organizado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se analizaron los desafíos actuales de la ganadería andaluza, condicionados en gran medida por el nuevo acuerdo de la UE.. Los ganaderos andaluces «no» confían en las cláusulas de salvaguarda que esgrime el Gobierno de España porque tienen muy presente cómo Marruecos se ha apoderado del mercado del tomate pese a los supuestos contingentes acordados por le UE y el país norteafricano. «Una cosa es lo que dice el papel y otra la realidad», dice González.. «Difícilmente vamos a competir con explotaciones que usan anabolizantes que aquí están prohibidos. O se hacen controles en origen o difícilmente vamos a frenar lo que va a llegar de Sudamérica. Queremos que se reconozca desde la UE el esfuerzo que el sector cooperativo hace e hizo durante el Covid», explicó Jaime Martínez-Conradi, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.. Los representantes del ovino-caprino, del vacuno y del porcino ibérico, todos, hicieron hincapié en el «beneficio medioambiental» de la ganadería extensiva y en la necesidad de apostar por el relevo generacional para evitar la despoblación, lo cual pasa por «obtener rentabilidad» a su actividad. En el periodo de 2003 a 2023, según datos de la Junta de Andalucía, se han perdido alrededor de 200.000 cabezas de bovino (un 40% menos), y casi 1,5 millones de cabezas de ovino (-45%), al pasar de 3,2 millones de animales a 1,8 millones. En el caso del caprino, la caída del censo es del 37%, es decir, alrededor de 500.000 animales menos en dicho periodo.
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