Maximino Viaño García, quien dedicó su vida al desarrollo del sector agrario y ganadero gallego, falleció en la madrugada de este miércoles a los 97 años en el Hospital de Conxo. Originario de Ames (A Coruña), donde nació en 1927 en una familia de labradores, Viaño se convirtió en una figura clave en la historia del cooperativismo agrícola gallego, contribuyendo de manera decisiva a la modernización de la producción ganadera y a la consolidación de los sellos de calidad de la región.. A lo largo de su carrera, Viaño fue pionero en la creación de cooperativas en su comarca, destacando la fundación de la Cooperativa de Explotación Comunitaria de Tierras y Ganados de San Cristóbal de Tapia en 1966, y más tarde, en 1969, la creación de la Cooperativa Feiraco, de la que fue socio fundador, primer secretario y gerente entre 1969 y 1978. Su visión y dedicación lo llevaron a ser un referente para las generaciones siguientes de cooperativistas.. En 1989, Viaño dio un paso crucial en su carrera con la fundación de Ternera Gallega, el sello de calidad que revolucionó la ganadería en Galicia. Bajo su liderazgo, Ternera Gallega se convirtió en un referente del producto gallego de calidad, integrando en 1994 la denominación Carne de Rubia Gallega, unificando así el sector de la carne de vacuno en la región.. Además de su aportación al sector agropecuario, Viaño tuvo una activa vida política, siendo concejal de Ames en la década de los años 60. Su faceta de cronista oficial de su municipio y escritor también dejó una huella importante en la cultura gallega. En su obra literaria, que comenzó con Lembranzas. Una vida en el campo gallego (2001), Viaño plasmó su profunda conexión con la vida rural, que continuó con Os muíños de Riamonte. Contos da miña aldea (2004) y Visto desde a aldea. Aquela xentiña éramos así (2019), una trilogía que retrata las costumbres y tradiciones de su tierra natal.. Viaño también fue un hombre de gran influencia a nivel internacional, participando activamente en la representación del sector agrario y ganadero gallego en diversos foros internacionales, llevando la tradición gallega a más de cuatro continentes. A lo largo de su vida, fue un firme defensor de los valores del campo y de la importancia del cooperativismo para el desarrollo económico y social de Galicia.. La figura de Maximino Viaño será recordada como un símbolo del compromiso con el sector agrario gallego, la innovación en la ganadería y su amor por las tradiciones de su tierra. Su legado perdurará en el sello Ternera Gallega y en las generaciones de cooperativistas y ganaderos que siguen su ejemplo.
Su legado como impulsor del cooperativismo y defensor de la ganadería gallega perdurará en la historia de la región
Maximino Viaño García, quien dedicó su vida al desarrollo del sector agrario y ganadero gallego, falleció en la madrugada de este miércoles a los 97 años en el Hospital de Conxo. Originario de Ames (A Coruña), donde nació en 1927 en una familia de labradores, Viaño se convirtió en una figura clave en la historia del cooperativismo agrícola gallego, contribuyendo de manera decisiva a la modernización de la producción ganadera y a la consolidación de los sellos de calidad de la región.. A lo largo de su carrera, Viaño fue pionero en la creación de cooperativas en su comarca, destacando la fundación de la Cooperativa de Explotación Comunitaria de Tierras y Ganados de San Cristóbal de Tapia en 1966, y más tarde, en 1969, la creación de la Cooperativa Feiraco, de la que fue socio fundador, primer secretario y gerente entre 1969 y 1978. Su visión y dedicación lo llevaron a ser un referente para las generaciones siguientes de cooperativistas.. En 1989, Viaño dio un paso crucial en su carrera con la fundación de Ternera Gallega, el sello de calidad que revolucionó la ganadería en Galicia. Bajo su liderazgo, Ternera Gallega se convirtió en un referente del producto gallego de calidad, integrando en 1994 la denominación Carne de Rubia Gallega, unificando así el sector de la carne de vacuno en la región.. Además de su aportación al sector agropecuario, Viaño tuvo una activa vida política, siendo concejal de Ames en la década de los años 60. Su faceta de cronista oficial de su municipio y escritor también dejó una huella importante en la cultura gallega. En su obra literaria, que comenzó con Lembranzas. Una vida en el campo gallego (2001), Viaño plasmó su profunda conexión con la vida rural, que continuó con Os muíños de Riamonte. Contos da miña aldea (2004) y Visto desde a aldea. Aquela xentiña éramos así (2019), una trilogía que retrata las costumbres y tradiciones de su tierra natal.. Viaño también fue un hombre de gran influencia a nivel internacional, participando activamente en la representación del sector agrario y ganadero gallego en diversos foros internacionales, llevando la tradición gallega a más de cuatro continentes. A lo largo de su vida, fue un firme defensor de los valores del campo y de la importancia del cooperativismo para el desarrollo económico y social de Galicia.. La figura de Maximino Viaño será recordada como un símbolo del compromiso con el sector agrario gallego, la innovación en la ganadería y su amor por las tradiciones de su tierra. Su legado perdurará en el sello Ternera Gallega y en las generaciones de cooperativistas y ganaderos que siguen su ejemplo.
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