Los datos extraídos a fecha 1 de enero de 2024 del Sistema de Información de Recursos Humanos de la Junta de Andalucía (SirHus) y del Sistema de pago delegado para la educación concertada muestran que la brecha de género en el sector educativo se mantiene e incluso aumenta ligeramente a favor de las mujeres. Los datos del informe de impacto de género que acompaña a la Ley del Presupuesto de 2025 de la Junta son claros: el personal del sistema educativo público andaluz lo componen a la mencionada fecha 106.806 personas, de las que 70.543 son mujeres (66%) y 36.263 son hombres (34%), lo que ejemplifica la «acusada feminización del colectivo».. No se trata de una tendencia exclusiva de Andalucía. De hecho, esa «feminización» es más acusada en el resto de España. El informe detalla que «de la comparativa con el conjunto de España en el curso 2020/2021, donde el 72,4% del profesorado de Enseñanzas de Régimen General no universitaria, estuvo conformado por mujeres y el 27,6% por hombres, así como con los países miembros de la Unión Europea y los países de la OCDE, se concluye que la presencia de mujeres entre el profesorado en el Sistema Educativo Público andaluz resulta inferior (66% mujeres y 34% hombres)».. El estudio aporta datos que hacen pensar en que la tendencia puede ralentizarse e incluso descender en el futuro. Actualmente, la presencia de mujeres sigue siendo mayoritaria «en todos los tramos de edad». Ahora bien, «entre el personal menor de 35 años se aprecia un ligero aumento en la presencia de hombres».. Hay otros aspectos relevantes, como que entre los equipos directivos no se cumple la proporción abrumadoramente a favor de las mujeres que caracteriza al sector educativo. Así, la composición de estos equipos refleja la misma situación que el ejercicio anterior con un Índice de presencia relativa entre hombres y mujeres (IPRHM de 1,17 en su conjunto, aunque con menor proporción femenina que en el total del personal.. Esta tendencia generalizada tiene una excepción: «La mayor presencia femenina en el conjunto del profesorado no se observa en el caso del personal que desempeña los puestos de cátedra de Educación Secundaria y Formación Profesional, ocupados en su mayoría por hombres». A esta última habría que añadir otra: el personal de la Inspección Educativa, que tiene mayores responsabilidades y retribuciones más elevadas, es el sector de personal más masculinizado (IPRHM=0,75), por debajo, por tanto de la representación equilibrada. En concreto, de 295 profesionales, 184 son hombres y 111 son mujeres.. Con todo, el sector con más presencia de mujeres sigue siendo el sanitario. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) lo integran 98.526 personas, de las que 69.052 son mujeres (70,1%) y 29.474 son hombres (29,9%).
El informe de impacto de género señala la alta «feminización», aunque sube la presencia masculina entre menores de 35 años
Los datos extraídos a fecha 1 de enero de 2024 del Sistema de Información de Recursos Humanos de la Junta de Andalucía (SirHus) y del Sistema de pago delegado para la educación concertada muestran que la brecha de género en el sector educativo se mantiene e incluso aumenta ligeramente a favor de las mujeres. Los datos del informe de impacto de género que acompaña a la Ley del Presupuesto de 2025 de la Junta son claros: el personal del sistema educativo público andaluz lo componen a la mencionada fecha 106.806 personas, de las que 70.543 son mujeres (66%) y 36.263 son hombres (34%), lo que ejemplifica la «acusada feminización del colectivo».. No se trata de una tendencia exclusiva de Andalucía. De hecho, esa «feminización» es más acusada en el resto de España. El informe detalla que «de la comparativa con el conjunto de España en el curso 2020/2021, donde el 72,4% del profesorado de Enseñanzas de Régimen General no universitaria, estuvo conformado por mujeres y el 27,6% por hombres, así como con los países miembros de la Unión Europea y los países de la OCDE, se concluye que la presencia de mujeres entre el profesorado en el Sistema Educativo Público andaluz resulta inferior (66% mujeres y 34% hombres)».. El estudio aporta datos que hacen pensar en que la tendencia puede ralentizarse e incluso descender en el futuro. Actualmente, la presencia de mujeres sigue siendo mayoritaria «en todos los tramos de edad». Ahora bien, «entre el personal menor de 35 años se aprecia un ligero aumento en la presencia de hombres».. Hay otros aspectos relevantes, como que entre los equipos directivos no se cumple la proporción abrumadoramente a favor de las mujeres que caracteriza al sector educativo. Así, la composición de estos equipos refleja la misma situación que el ejercicio anterior con un Índice de presencia relativa entre hombres y mujeres (IPRHM de 1,17 en su conjunto, aunque con menor proporción femenina que en el total del personal.. Esta tendencia generalizada tiene una excepción: «La mayor presencia femenina en el conjunto del profesorado no se observa en el caso del personal que desempeña los puestos de cátedra de Educación Secundaria y Formación Profesional, ocupados en su mayoría por hombres». A esta última habría que añadir otra: el personal de la Inspección Educativa, que tiene mayores responsabilidades y retribuciones más elevadas, es el sector de personal más masculinizado (IPRHM=0,75), por debajo, por tanto de la representación equilibrada. En concreto, de 295 profesionales, 184 son hombres y 111 son mujeres.. Con todo, el sector con más presencia de mujeres sigue siendo el sanitario. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) lo integran 98.526 personas, de las que 69.052 son mujeres (70,1%) y 29.474 son hombres (29,9%).
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