Unas 800.000 personas padecen demencia en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), sobre todo alzhéimer. Las mujeres la sufren más más afectadas, con estimaciones para 2050 de más de 1.15 millones de casos femeninos frente a 589.000 masculinos. Cada año se diagnostican alrededor de 40.000 nuevos casos de alzhéimer en nuestro país.. Este domingo, el Daily Mail publica un reportaje en el que habla con varios médicos y expertos sobre cómo prevenir esta dolencia. La ciencia cree que alrededor del 45% de todos los casos de demencia pueden prevenirse o, como mínimo, que los síntomas pueden retrasarse, en algunos casos durante muchos años.. Richard Oakley, director asociado de investigación e innovación de la Sociedad de Alzheimer de Reino Unido, dice: «Nadie tiene la certeza de padecer demencia. Y si bien el mayor factor de riesgo es el envejecimiento, que no podemos modificar, hay muchas medidas que puede tomar para mitigarlo».. «Algunas de ellas están bajo tu control y pueden reducir el riesgo de padecer múltiples enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y los problemas cardíacos», prosigue el doctor Oakley.. «Las proteínas vinculadas a la demencia comienzan a acumularse en el cerebro en la mediana edad, a partir de los 40 años, y se necesitan 20 años de daño antes de que el cerebro no pueda mitigarlo. Si puedes retardar ese daño, puedes conseguir años de vida de calidad adicional antes de que aparezcan los síntomas. Es una oportunidad emocionante», sostiene.. Ejercicio físico. Una de las primeras cosas que debemos hacer es ejercicio físico: un estudio de 2022 revela que las personas que hacían ejercicio con regularidad tenían un 35% menos de riesgo de demencia en comparación con quienes realizaban actividades poco frecuentes.. El ejercicio mejora el flujo sanguíneo, reduce la presión arterial y la inflamación y mejora la plasticidad del cerebro, haciéndolo mejor equipado para combatir daños y enfermedades.. Tensión arterial. Otra clave es la hipertensión arterial, uno de los factores de riesgo más importantes para la demencia. Si bien puede causar infartos y accidentes cerebrovasculares, también daña directamente los diminutos vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.. «Puedes saber cuál es tu presión arterial y tomar medidas para abordarla», dice el doctor Oakley, ya que la presión arterial alta duplica el riesgo de sufrir demencia.. Colesterol. En la misma línea, el control del colesterol también es importante. El colesterol alto puede aumentar el riesgo de alzhéimer. Un estudio realizado en Estados Unidos en 2009 concluyó que incluso un nivel de colesterol ligeramente elevado era suficiente para aumentar el riesgo de padecer alzhéimer en un 23% y de demencia vascular en un 50%.. Obesidad. Reducir el peso es importante también. «La obesidad conduce a presión arterial alta y diabetes tipo 2, ambos factores de riesgo para la demencia, pero el exceso de peso en la mediana edad también es un factor de riesgo independiente en sí mismo, por lo que es importante controlarlo en ese momento, si se puede», dice el doctor Tim Beanland, director de conocimiento y aprendizaje de la Sociedad de Alzheimer de Reino Unido.. Visión. También hay aspectos que en principio no tienen relación con la salud neurológica pero sí pueden contribuir a mejorarla. Por ejemplo, las personas con cataratas aumentan su riesgo de padecer demencia y problemas cognitivos en un 47%, según un análisis realizado en 2020 por científicos chinos y australianos.. «Una visión clara le permite asimilar información y desafiar su cerebro. Tu cerebro es como un músculo: si no lo utilizas adecuadamente, tendrá menos posibilidades de funcionar bien», dice el doctor Oakley.. Salud bucal. La mala salud bucal, incluida la enfermedad de las encías, aumenta la probabilidad de tener problemas de memoria y demencia. Provoca una inflamación general, que a su vez está relacionada con la demencia, y permite que las bacterias de la boca viajen al cerebro, donde podrían desencadenar algunos de los cambios relacionados con el alzhéimer.. Tabaquismo. Otra recomendación clave es dejar de fumar: alrededor del 10% de los casos de demencia pueden estar relacionados con el tabaquismo, pero dejar de fumar puede eliminar el riesgo.. Un estudio de 2020 realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en EEUU descubrió que los fumadores tienen un riesgo 33% mayor de padecer demencia.. Pero aquellos que han dejado de fumar durante al menos nueve años tienen el mismo nivel de riesgo que las personas que nunca han fumado. Incluso aquellos que abandonan el hábito a los 60 años pueden ganar tres años más de esperanza de vida.. «Dejar de fumar mejora enormemente la salud cardiovascular, lo cual sabemos que tiene un efecto directo en la salud del cerebro», dice el doctor Beanland.. Dejar de beber alcohol, asegurarte de un buen descanso por la noche, mantener el contacto social, pasear, evitar las fuentes de contaminación y evitar las lesiones en la cabeza son otros consejos clave para reducir el riesgo de sufrir enfermedades como el alzhéimer.
Cada año se diagnostican alrededor de 40.000 nuevos casos de alzhéimer en nuestro país.
Unas 800.000 personas padecen demencia en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), sobre todo alzhéimer. Las mujeres la sufren más más afectadas, con estimaciones para 2050 de más de 1.15 millones de casos femeninos frente a 589.000 masculinos. Cada año se diagnostican alrededor de 40.000 nuevos casos de alzhéimer en nuestro país.. Este domingo, el Daily Mail publica un reportaje en el que habla con varios médicos y expertos sobre cómo prevenir esta dolencia. La ciencia cree que alrededor del 45% de todos los casos de demencia pueden prevenirse o, como mínimo, que los síntomas pueden retrasarse, en algunos casos durante muchos años.. Richard Oakley, director asociado de investigación e innovación de la Sociedad de Alzheimer de Reino Unido, dice: «Nadie tiene la certeza de padecer demencia. Y si bien el mayor factor de riesgo es el envejecimiento, que no podemos modificar, hay muchas medidas que puede tomar para mitigarlo».. «Algunas de ellas están bajo tu control y pueden reducir el riesgo de padecer múltiples enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y los problemas cardíacos», prosigue el doctor Oakley.. «Las proteínas vinculadas a la demencia comienzan a acumularse en el cerebro en la mediana edad, a partir de los 40 años, y se necesitan 20 años de daño antes de que el cerebro no pueda mitigarlo. Si puedes retardar ese daño, puedes conseguir años de vida de calidad adicional antes de que aparezcan los síntomas. Es una oportunidad emocionante», sostiene.. Ejercicio físico. Una de las primeras cosas que debemos hacer es ejercicio físico: un estudio de 2022 revela que las personas que hacían ejercicio con regularidad tenían un 35% menos de riesgo de demencia en comparación con quienes realizaban actividades poco frecuentes.. El ejercicio mejora el flujo sanguíneo, reduce la presión arterial y la inflamación y mejora la plasticidad del cerebro, haciéndolo mejor equipado para combatir daños y enfermedades.. Tensión arterial. Otra clave es la hipertensión arterial, uno de los factores de riesgo más importantes para la demencia. Si bien puede causar infartos y accidentes cerebrovasculares, también daña directamente los diminutos vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.. «Puedes saber cuál es tu presión arterial y tomar medidas para abordarla», dice el doctor Oakley, ya que la presión arterial alta duplica el riesgo de sufrir demencia.. Colesterol. En la misma línea, el control del colesterol también es importante. El colesterol alto puede aumentar el riesgo de alzhéimer. Un estudio realizado en Estados Unidos en 2009 concluyó que incluso un nivel de colesterol ligeramente elevado era suficiente para aumentar el riesgo de padecer alzhéimer en un 23% y de demencia vascular en un 50%.. Obesidad. Reducir el peso es importante también. «La obesidad conduce a presión arterial alta y diabetes tipo 2, ambos factores de riesgo para la demencia, pero el exceso de peso en la mediana edad también es un factor de riesgo independiente en sí mismo, por lo que es importante controlarlo en ese momento, si se puede», dice el doctor Tim Beanland, director de conocimiento y aprendizaje de la Sociedad de Alzheimer de Reino Unido.. Visión. También hay aspectos que en principio no tienen relación con la salud neurológica pero sí pueden contribuir a mejorarla. Por ejemplo, las personas con cataratas aumentan su riesgo de padecer demencia y problemas cognitivos en un 47%, según un análisis realizado en 2020 por científicos chinos y australianos.. «Una visión clara le permite asimilar información y desafiar su cerebro. Tu cerebro es como un músculo: si no lo utilizas adecuadamente, tendrá menos posibilidades de funcionar bien», dice el doctor Oakley.. Salud bucal. La mala salud bucal, incluida la enfermedad de las encías, aumenta la probabilidad de tener problemas de memoria y demencia. Provoca una inflamación general, que a su vez está relacionada con la demencia, y permite que las bacterias de la boca viajen al cerebro, donde podrían desencadenar algunos de los cambios relacionados con el alzhéimer.. Tabaquismo. Otra recomendación clave es dejar de fumar: alrededor del 10% de los casos de demencia pueden estar relacionados con el tabaquismo, pero dejar de fumar puede eliminar el riesgo.. Un estudio de 2020 realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en EEUU descubrió que los fumadores tienen un riesgo 33% mayor de padecer demencia.. Pero aquellos que han dejado de fumar durante al menos nueve años tienen el mismo nivel de riesgo que las personas que nunca han fumado. Incluso aquellos que abandonan el hábito a los 60 años pueden ganar tres años más de esperanza de vida.. «Dejar de fumar mejora enormemente la salud cardiovascular, lo cual sabemos que tiene un efecto directo en la salud del cerebro», dice el doctor Beanland.. Dejar de beber alcohol, asegurarte de un buen descanso por la noche, mantener el contacto social, pasear, evitar las fuentes de contaminación y evitar las lesiones en la cabeza son otros consejos clave para reducir el riesgo de sufrir enfermedades como el alzhéimer.
