Estudios arrasados. Obras de arte llenas de barro. Exposiciones inacabadas. Ganas, en ocasiones, de tirar la toalla. La dana del pasado 29 de octubre también irrumpió en el trabajo de muchos creadores valencianos que, casi un año después, muestran las heridas de la riada en el sector artístico. Lo hacen en forma de exposición, en el Centro del Carmen de Valencia, para mostrar cómo se han recompuesto tras la tragedia.. Se trata de «La huella de la dana en la práctica artística», una instalación audiovisual y un programa público que visibiliza y recoge las voces de 43 artistas valencianos afectados por las inundaciones y analiza, un año después, las transformaciones que esta riada ha supuesto en el ámbito de la creación.. La exposición ofrece un recorrido por los estudios de los creadores, o lo que ha quedado de ellos, en 25 poblaciones de Valencia y propone, a través de varios encuentros programados con agentes locales, nacionales e internacionales, nuevas vías de reactivación de sus trayectorias tras la tragedia.. La muestra, que se podrá ver el Espai D del Centro del Carmen hasta el 11 de enero, ha sido presentada por el director-gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, Nicolás Bugeda, acompañado por los artistas Alexandra Knie, Ángeles Císcar, Antonio Santoyo, Claudia Chuliá, Cristina Guzman Traver, David Sánchez, Gemma Alpuente, Juan Carlos Forner Adán, , Lluis Masiá Perales, Lucía Hervás, Luis Cevaqueva Siles, María Esteve Trull, María Martín Gallego, María Tinaut, Pilar Bressó, Raquel Garín, Rebeca Plana Perpiñá, Rossi Aguilar, Ramón Martínez Buades y Vicente Gómez Pérez.. La iniciativa tiene como punto de partida el Plan de Asistencia de Artistas afectados en el que se volcó el Consorci de Museus desde noviembre de 2024 y que se inició con la recogida y estabilización de más de 200 obras de arte en el Centro del Carmen. «La exposición analiza la situación del sector de las artes visuales tras la dana y, más allá de ello, ofrece una radiografía del estado del arte en Valencia, que podría extrapolarse a otros territorios», según Bugeda.. La muestra aborda tanto la transformación material y conceptual de las obras como la invisibilidad de los espacios de producción o sus condiciones habitacionales. Reflexiona, además, sobre la importancia de los archivos, la resiliencia y la recuperación de sus obras o, también, el impacto por la ausencia de cientos de ellas. Al mismo tiempo, pone en evidencia las frágiles condiciones estructurales del sector del arte, agravado por la dana.. La exposición se articula a través de tres audiovisuales en los que los artistas se presentan cara a cara ante el espectador y relatan su experiencia en primera persona. A partir de las entrevistas se despliega un estudio en tres bloques centrados en el territorio; las huellas en la práctica y la recuperación del sector.. La singularidad de las casas-taller acentuó la complejidad del impacto de la riada, que afectó de forma simultánea al ámbito personal y profesional de los artistas. Así, de este estudio se extrae que el 63% de los creadores participantes en el proyecto permanecen hoy en día en sus talleres, un 21% se ha reubicado y un 12 % todavía no tiene taller. Por último, durante el proceso de recuperación la emergencia ha puesto de relieve la importancia de la colaboración y la comunidad.
Una exposición en el Centro del Carmen de Valencia recoge las vivencias y testimonios de los creadores afectados por la riada
Estudios arrasados. Obras de arte llenas de barro. Exposiciones inacabadas. Ganas, en ocasiones, de tirar la toalla. La dana del pasado 29 de octubre también irrumpió en el trabajo de muchos creadores valencianos que, casi un año después, muestran las heridas de la riada en el sector artístico. Lo hacen en forma de exposición, en el Centro del Carmen de Valencia, para mostrar cómo se han recompuesto tras la tragedia.. Se trata de «La huella de la dana en la práctica artística», una instalación audiovisual y un programa público que visibiliza y recoge las voces de 43 artistas valencianos afectados por las inundaciones y analiza, un año después, las transformaciones que esta riada ha supuesto en el ámbito de la creación.. La exposición ofrece un recorrido por los estudios de los creadores, o lo que ha quedado de ellos, en 25 poblaciones de Valencia y propone, a través de varios encuentros programados con agentes locales, nacionales e internacionales, nuevas vías de reactivación de sus trayectorias tras la tragedia.. La muestra, que se podrá ver el Espai D del Centro del Carmen hasta el 11 de enero, ha sido presentada por el director-gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, Nicolás Bugeda, acompañado por los artistas Alexandra Knie, Ángeles Císcar, Antonio Santoyo, Claudia Chuliá, Cristina Guzman Traver, David Sánchez, Gemma Alpuente, Juan Carlos Forner Adán, , Lluis Masiá Perales, Lucía Hervás, Luis Cevaqueva Siles, María Esteve Trull, María Martín Gallego, María Tinaut, Pilar Bressó, Raquel Garín, Rebeca Plana Perpiñá, Rossi Aguilar, Ramón Martínez Buades y Vicente Gómez Pérez.. La iniciativa tiene como punto de partida el Plan de Asistencia de Artistas afectados en el que se volcó el Consorci de Museus desde noviembre de 2024 y que se inició con la recogida y estabilización de más de 200 obras de arte en el Centro del Carmen. «La exposición analiza la situación del sector de las artes visuales tras la dana y, más allá de ello, ofrece una radiografía del estado del arte en Valencia, que podría extrapolarse a otros territorios», según Bugeda.. La muestra aborda tanto la transformación material y conceptual de las obras como la invisibilidad de los espacios de producción o sus condiciones habitacionales. Reflexiona, además, sobre la importancia de los archivos, la resiliencia y la recuperación de sus obras o, también, el impacto por la ausencia de cientos de ellas. Al mismo tiempo, pone en evidencia las frágiles condiciones estructurales del sector del arte, agravado por la dana.. La exposición se articula a través de tres audiovisuales en los que los artistas se presentan cara a cara ante el espectador y relatan su experiencia en primera persona. A partir de las entrevistas se despliega un estudio en tres bloques centrados en el territorio; las huellas en la práctica y la recuperación del sector.. La singularidad de las casas-taller acentuó la complejidad del impacto de la riada, que afectó de forma simultánea al ámbito personal y profesional de los artistas. Así, de este estudio se extrae que el 63% de los creadores participantes en el proyecto permanecen hoy en día en sus talleres, un 21% se ha reubicado y un 12 % todavía no tiene taller. Por último, durante el proceso de recuperación la emergencia ha puesto de relieve la importancia de la colaboración y la comunidad.
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