Es sencillo mirar a alguien con los ojos embrujados, la pasión latiendo en el bolsillo, la euforia dirigiendo tus pasos. Lo difícil es mantener la mirada. En los últimos años, veo una epidemia de divorcios y separaciones a mi alrededor. Puede que sea la edad, estoy en torno a los 40. O igual son estos tiempos líquidos que erosionan hasta los amores más duros, como el río hace con las piedras. El caso es que veo renunciar a gente que se comprometió hasta las trancas, ante el cura y el prestamista.
Del flechazo al divorcio solo media una demanda. Cuestión de tiempo, química y Derecho Civil Feed MRSS-S Noticias
Es sencillo mirar a alguien con los ojos embrujados, la pasión latiendo en el bolsillo, la euforia dirigiendo tus pasos. Lo difícil es mantener la mirada. En los últimos años, veo una epidemia de divorcios y separaciones a mi alrededor. Puede que sea la edad, estoy en torno a los 40. O igual son estos tiempos líquidos que erosionan hasta los amores más duros, como el río hace con las piedras. El caso es que veo renunciar a gente que se comprometió hasta las trancas, ante el cura y el prestamista.
