El otoño es la temporada del año que invita a explorar la naturaleza, caminar y maravillarse con los paisajes que se transforman de color casi cada semana. Si buscas un camino fácil, hermoso y poco concurrido, te encontrarás con Los Frailes del Reato, unas inusuales formaciones rocosas que asemejan a monjes gigantes congelados en el tiempo, situadas en El Sotillo, en Guadalajara, a poco más de una hora de Madrid. Estas columnas de piedra caliza se han formado durante milenios a causa de la erosión provocada por el agua y el viento, y se elevan como auténticos guardianes del paisaje, justo en el lugar donde comienzan los meandros del embalse de La Tajera. Y efectivamente, algunas alcanzan alturas de varios decenas de metros. Puedes observarlas desde el nivel inferior, acercándote por el camino que inicia en El Sotillo, o desde un punto elevado, donde la vista es espectacular. Para llegar, solo necesitas tomar la A-2, salir en la salida 107 hacia Mirabueno y Las Inviernas, y continuar hasta El Sotillo. El camino es bastante fácil, casi plano, y tiene una longitud de aproximadamente 5 kilómetros. Es importante tener en cuenta que si ha llovido en exceso el terreno puede estar algo fangoso, por lo que es recomendable usar calzado apropiado. Hablemos sobre la historia y el patrimonio de El Sotillo. Sin embargo, lo más destacado es que El Sotillo ofrece mucho más que los Frailes del Reato. Este pequeño pueblo, actualmente con menos de 100 residentes, posee una historia que se remonta a la Edad Media. En aquella época, era parte de la amplia Comunidad de Villa y Tierra de Atienza, luego pasó a ser parte del Condado de Cifuentes y más tarde del Ducado del Infantado.
En un recorrido de aproximadamente 5 kilómetros, podrás explorar este lugar natural extraordinario, perfecto para visitar durante este otoño.
El otoño es la temporada del año que invita a explorar la naturaleza, caminar y maravillarse con los paisajes que se transforman de color casi cada semana. Si buscas un camino fácil, hermoso y poco concurrido, te encontrarás con Los Frailes del Reato, unas inusuales formaciones rocosas que asemejan a monjes gigantes congelados en el tiempo, situadas en El Sotillo, en Guadalajara, a poco más de una hora de Madrid. Estas columnas de piedra caliza se han formado durante milenios a causa de la erosión provocada por el agua y el viento, y se elevan como auténticos guardianes del paisaje, justo en el lugar donde comienzan los meandros del embalse de La Tajera. Y efectivamente, algunas alcanzan alturas de varios decenas de metros. Puedes observarlas desde el nivel inferior, acercándote por el camino que inicia en El Sotillo, o desde un punto elevado, donde la vista es espectacular. Para llegar, solo necesitas tomar la A-2, salir en la salida 107 hacia Mirabueno y Las Inviernas, y continuar hasta El Sotillo. El camino es bastante fácil, casi plano, y tiene una longitud de aproximadamente 5 kilómetros. Sin duda, si ha llovido intensamente, el terreno puede estar un poco fangoso, por lo que es recomendable usar el calzado apropiado. Sin embargo, lo más destacable es que El Sotillo ofrece mucho más que solo los Frailes del Reato. Este pequeño pueblo, actualmente con menos de 100 residentes, posee una historia que se remonta a la Edad Media. En aquella época, era parte de la amplia Comunidad de Villa y Tierra de Atienza, luego pasó a ser parte del Condado de Cifuentes y más tarde del Ducado del Infantado. Su camino como municipio autónomo comenzó con las desamortizaciones del siglo XIX.
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