Hay cuatro carriles en la tele: el del esfuerzo, el de la casualidad, el del esfuerzo con casualidad y el del morbo. Este último, no requiere ni de talento ni de preparación. Este último, no falla entre los mercaderes del golpe de efecto de la polémica. Aunque el interés de su depredadora táctica les dure solo unos segundos.. Lo hemos visto esta semana. La exdiputada Noelia Núñez fue fichada por el programa En boca de todos de Mediaset tan rápido como dimitió por descubrirse que falseó su currículum.. La exposición mediática que ha ido pillando todas las mentiras ha terminado con el premio de una plaza en la televisión. Hay un tipo de programas que ejercen el dicho de “cuanto peor, mejor”. Pero hasta cuando la mentira es delatada, sentenciada e incluso termina con tu carrera política hay que saber muy bien elegir dónde quiere uno estar. Si en la sobreexposición de la tele más incendiaria que, al final, termina pillándote en más engaños (o en un perfil más bajo para redimirse desde la serenidad que permite estar lejos de los focos. Y que se olviden de ti en una sociedad aturdida de tantas personalidades que alcanzan una gran popularidad que se esfuma a la velocidad que vino.. Pero Núñez a elegido a la tele. Y la tele ha elegido a Núñez. Han hecho match como representación de un tiempo en el que el ruido gana al esfuerzo, en el que es mentira que exista ‘la cancelación” en las redes sociales. Cancelación solo es la mala prensa de toda la vida que se convierte en promoción. En esa fama que buscan las cadenas en sus contertulios. Da igual su conocimiento, lo importante es el odio o fervor que destaquen. Lo importante es la capacidad para incluso saber que el show está por encima de la verdad. La morbocracia ha ganado.
Hay cuatro carriles en la tele: el del esfuerzo, el de la casualidad, el del esfuerzo con casualidad y el del morbo. Este último, no requiere ni de talento…
20MINUTOS.ES – Televisión
Hay cuatro carriles en la tele: el del esfuerzo, el de la casualidad, el del esfuerzo con casualidad y el del morbo. Este último, no requiere ni de talento ni de preparación. Este último, no falla entre los mercaderes del golpe de efecto de la polémica. Aunque el interés de su depredadora táctica les dure solo unos segundos.. Lo hemos visto esta semana. La exdiputada Noelia Núñez fue fichada por el programa En boca de todos de Mediaset tan rápido como dimitió por descubrirse que falseó su currículum.. La exposición mediática que ha ido pillando todas las mentiras ha terminado con el premio de una plaza en la televisión. Hay un tipo de programas que ejercen el dicho de “cuanto peor, mejor”. Pero hasta cuando la mentira es delatada, sentenciada e incluso termina con tu carrera política hay que saber muy bien elegir dónde quiere uno estar. Si en la sobreexposición de la tele más incendiaria que, al final, termina pillándote en más engaños (o en un perfil más bajo para redimirse desde la serenidad que permite estar lejos de los focos. Y que se olviden de ti en una sociedad aturdida de tantas personalidades que alcanzan una gran popularidad que se esfuma a la velocidad que vino.. Pero Núñez a elegido a la tele. Y la tele ha elegido a Núñez. Han hecho match como representación de un tiempo en el que el ruido gana al esfuerzo, en el que es mentira que exista ‘la cancelación” en las redes sociales. Cancelación solo es la mala prensa de toda la vida que se convierte en promoción. En esa fama que buscan las cadenas en sus contertulios. Da igual su conocimiento, lo importante es el odio o fervor que destaquen. Lo importante es la capacidad para incluso saber que el show está por encima de la verdad. La morbocracia ha ganado.