A menudo cuando viajamos a un lugar seducidos por algo en concreto nos topamos con auténticas sorpresas que no esperábamos encontrarnos en la ruta. Son muchos los casos. Algo inesperado que se nos cruz en nuestro camino y que relega a un segundo lugar el objeto de nuestra visita. Y eso ocurre cuando nos acercamos a una de las localidad más bonitas y atractivas de España. Y con una importante vida cultural. Nos referimos a Urueña, conocida como la «Villa del Libro» por el gran número de librerías que hay en este entorno de apenas 200 habitantes, pero que a la vez viene acompañada por el centro E-Lea además de la Fundación Joaquín Díaz, que bien merece una visita para descubrir objetos de nuestros ancestros con los que hacían música de la más variada.. Un verdadero placer pasear por sus calles empedradas, subir a la muralla y caminar por ella para descubrir unas vistas espectaculares. Y si uno tiene tiempo, y ha reservado, quedarse a comer los deliciosos platos caseros que ofrecen los restaurantes que aún allí permanecen aún abiertos. Una delicia.. Y desde la muralla, aunque podemos divisar lo amplia que es Castilla, también llama la atención una pequeña ermita. Se trata de Nuestra Señora de la Anunciada, que se encuentra situada en un pequeño valle que bien merece acercarse hasta ella. Si el paisaje desde las alturas abruma, desde la propia ermita no desmerece, al contemplarse prácticamente la magnífica muralla en su totalidad que rodea al pueblo.. ¿Y por qué esta ermita es tan especial? La razón es que estamos ante la única construcción completa que se conserva hoy en Castilla y León bajo el sello de románica-lombarda.. Los primeros datos de la ermita se remontan al año 945. Allí se habla de una donde se habla de la existencia de una comunidad mozárabe, el Monasterio de San Pedro y San Pablo de Cubillas. Ya, en el siglo XII, la infanta Sancha Raimúndez, manda construir la actual ermita donde se hallaba la primitiva iglesia del monasterio, eligiendo un estilo arquitectónico que corresponde al primer románico con ornamentación lombarda, por proceder de la Lombardía italiana, y que se extendió al Pirineo catalán y oscense.. También existen otros ejemplos de este estilo en Castilla y León. Uno de ellos se encuentra en Peranzancas de Ojeda, en Palencia.. Volvamos a la ermita vallisoletana. Se encuentra construida en sillarejo de piedra caliza del páramo y sus muros carecen de contrafuertes. Su arquitectura exterior se caracteriza por bandas lombardas y arquillos ciegos característicos del románico inicial y dos sencillas ventanas en ambos muros iluminan la nave central. El edificio tiene planta basilical con tres naves abovedas de medio cañón, reforzadas con arcos fajones y separado por pilares cruciformes.. Y en su interior podemos disfrutar de un retablo del siglo XVI que representa a San Jerónimo penitente y en el altar mayor un retablo barroco del siglo XVII que contiene una imagen gótica de la Virgen de la Anunciada del siglo XIII. Desde el siglo XVIII la virgen se viste, para ello existe una Cofradía compuesta exclusivamente de mujeres que se encargan del ritual, siendo la Anunciada la patrona de Urueña, cuya festividad se celebra cada 25 de marzo.
Se trata del único ejemplar completo de esta construcción que se encuentra en Castilla y León, precisamente en un pueblo con encanto cultural de Valladolid
A menudo cuando viajamos a un lugar seducidos por algo en concreto nos topamos con auténticas sorpresas que no esperábamos encontrarnos en la ruta. Son muchos los casos. Algo inesperado que se nos cruz en nuestro camino y que relega a un segundo lugar el objeto de nuestra visita. Y eso ocurre cuando nos acercamos a una de las localidad más bonitas y atractivas de España. Y con una importante vida cultural. Nos referimos a Urueña, conocida como la «Villa del Libro» por el gran número de librerías que hay en este entorno de apenas 200 habitantes, pero que a la vez viene acompañada por el centro E-Lea además de la Fundación Joaquín Díaz, que bien merece una visita para descubrir objetos de nuestros ancestros con los que hacían música de la más variada.. Un verdadero placer pasear por sus calles empedradas, subir a la muralla y caminar por ella para descubrir unas vistas espectaculares. Y si uno tiene tiempo, y ha reservado, quedarse a comer los deliciosos platos caseros que ofrecen los restaurantes que aún allí permanecen aún abiertos. Una delicia.. Y desde la muralla, aunque podemos divisar lo amplia que es Castilla, también llama la atención una pequeña ermita. Se trata de Nuestra Señora de la Anunciada, que se encuentra situada en un pequeño valle que bien merece acercarse hasta ella. Si el paisaje desde las alturas abruma, desde la propia ermita no desmerece, al contemplarse prácticamente la magnífica muralla en su totalidad que rodea al pueblo.. ¿Y por qué esta ermita es tan especial? La razón es que estamos ante la única construcción completa que se conserva hoy en Castilla y León bajo el sello de románica-lombarda.. Los primeros datos de la ermita se remontan al año 945. Allí se habla de una donde se habla de la existencia de una comunidad mozárabe, el Monasterio de San Pedro y San Pablo de Cubillas. Ya, en el siglo XII, la infanta Sancha Raimúndez, manda construir la actual ermita donde se hallaba la primitiva iglesia del monasterio, eligiendo un estilo arquitectónico que corresponde al primer románico con ornamentación lombarda, por proceder de la Lombardía italiana, y que se extendió al Pirineo catalán y oscense.. También existen otros ejemplos de este estilo en Castilla y León. Uno de ellos se encuentra en Peranzancas de Ojeda, en Palencia.. Volvamos a la ermita vallisoletana. Se encuentra construida en sillarejo de piedra caliza del páramo y sus muros carecen de contrafuertes. Su arquitectura exterior se caracteriza por bandas lombardas y arquillos ciegos característicos del románico inicial y dos sencillas ventanas en ambos muros iluminan la nave central. El edificio tiene planta basilical con tres naves abovedas de medio cañón, reforzadas con arcos fajones y separado por pilares cruciformes.. Y en su interior podemos disfrutar de un retablo del siglo XVI que representa a San Jerónimo penitente y en el altar mayor un retablo barroco del siglo XVII que contiene una imagen gótica de la Virgen de la Anunciada del siglo XIII. Desde el siglo XVIII la virgen se viste, para ello existe una Cofradía compuesta exclusivamente de mujeres que se encargan del ritual, siendo la Anunciada la patrona de Urueña, cuya festividad se celebra cada 25 de marzo.
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