La plaza de Colón no pierde a su protagonista. La escultura blanca de la gran cabeza de mujer se quedará al menos un año más allí. El Ayuntamiento de Madrid ha llegado a un acuerdo con la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, la entidad propietaria de la obra de Jaume Plensa, para alargar un poco más su estancia en la capital. “La escultura se ha convertido en un icono de la ciudad”, considera el Consistorio en un comunicado. El convenio, que firmaron el año pasado la Administración y la fundación, permite la posibilidad de alargar año a año hasta diciembre de 2027 la permanencia de la obra de arte.. Seguir leyendo
El convenio entre la fundación dueña de la obra y el Ayuntamiento de la capital permite prorrogar su permanencia hasta diciembre de 2027, pero tendrá que pactarse año a año
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La plaza de Colón no pierde a su protagonista. La escultura blanca de la gran cabeza de mujer se quedará al menos un año más allí. El Ayuntamiento de Madrid ha llegado a un acuerdo con la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, la entidad propietaria de la obra de Jaume Plensa, para alargar un poco más su estancia en la capital. “La escultura se ha convertido en un icono de la ciudad”, considera el Consistorio en un comunicado. El convenio, que firmaron el año pasado la Administración y la fundación, permite la posibilidad de alargar año a año hasta diciembre de 2027 la permanencia de la obra de arte.. La obra lleva expuesta en el antiguo pedestal de la plaza de Colón desde diciembre de 2018 y ya forma parte del paisaje del centro de Madrid. Según el convenio actual, el Ayuntamiento no paga nada por tenerla allí. A cambio, se encarga de su limpieza y mantenimiento. Seguirá siendo así hasta diciembre de 2025, llegada la fecha se volverá a negociar. “Intentará prorrogarse el acuerdo, si no hay nada que lo impida”, asegura una fuente del área de Cultura.. Plensa, el autor de esta obra, es conocido por sus esculturas de cabezas humanas gigantes. Usa distintos materiales, como cristal, acero inoxidable o resina, para plasmar expresiones contemplativas o soñadoras. En el caso de Julia, usó poliéster y polvo de mármol para representar a una cabeza de mujer de 12 metros de altura con gesto sereno y los ojos cerrados.. Para Plensa, las cabezas representan un gran contenedor de conocimiento y emociones humanas. “Siempre tienen los ojos cerrados porque lo que me interesa es lo que hay dentro de esta cabeza”, dice el artista.