Si alguna vez te has preguntado dónde está el paraíso para los amantes de la buena comida en Santiago de Compostela, la respuesta es clara: la Rúa do Franco. Esta histórica arteria, que se extiende desde la Plaza de Platerías hasta la Plaza de la Quintana, no solo es famosa por su inconfundible ambiente medieval, sino por ser el epicentro gastronómico de la ciudad. Y si dudas de su poder culinario, te adelantamos algo: esta calle podría fácilmente ostentar el título de «la calle en la que mejor se come de España».. Un viaje al pasado. Para entender por qué la Calle do Franco es hoy un referente gastronómico, es necesario dar un paso atrás en el tiempo. Esta vía, que data de la Edad Media, tiene un significado histórico profundo. Su nombre proviene de los francos, los comerciantes franceses que se asentaron en Santiago en el siglo XII para abastecer a los peregrinos que llegaban a la ciudad. La presencia de estos mercaderes dio lugar a una calle que, con el paso de los siglos, se transformó en un crisol de culturas, comercio e influencia gastronómica.. La Calle do Franco no solo servía como ruta de paso, sino también como punto de encuentro para los peregrinos, que se detenían a descansar y reponer fuerzas tras su largo viaje. Y como todo buen peregrino sabe, ¡nada mejor que un buen plato de comida gallega para recuperar energías!. ¿Por qué es especial la Calle do Franco?. ¿Y qué tiene de especial esta calle, además de su historia? La respuesta está en la variedad y calidad de su oferta gastronómica. Desde el clásico pulpo a la gallega hasta las recetas más innovadoras con productos locales como el marisco de las rías gallegas, cada restaurante y taberna ofrece algo único. Y es que la Calle do Franco es todo un espectáculo culinario: cada paso que das, cada esquina que giras, te invita a detenerte y disfrutar de un buen plato.. No es solo la calidad de la comida lo que hace famosa esta calle, sino también su ambiente acogedor y la tradición de ser la parada obligatoria de los peregrinos. Después de recorrer kilómetros y kilómetros, ¿qué mejor que llegar a un lugar donde los aromas a mariscos, empanadas y vinos gallegos te envuelven como un abrazo cálido?. Dónde comer. La Calle do Franco está llena de bares y restaurantes que te harán sentirte como en casa. Entre sus locales, hay algunos que han pasado a la historia, como O Gato Negro, un clásico donde se sirven algunos de los mejores mariscos de la ciudad. Sus empanadas gallegas y el pulpo a la gallega son imprescindibles para quienes buscan saborear lo más auténtico de Galicia.. Si prefieres un toque más moderno, en A Casa do Tío Ché encontrarás tapas innovadoras que reinventan las recetas tradicionales gallegas, mientras que O Dezaseis ofrece una propuesta más elaborada, fusionando la cocina gallega con influencias internacionales. Para una experiencia más rústica, Taberna do Bispo es el sitio perfecto, donde podrás disfrutar de zamburiñas a la plancha o unos deliciosos pimientos de Padrón. Y si buscas un ambiente más tranquilo, en La Bodeguilla de San Lázaro podrás relajarte con un buen lacón con grelos o una sopa de mariscos, acompañados de los mejores vinos gallegos.. Cada rincón de esta calle te invita a vivir una auténtica experiencia gastronómica, ideal para quienes desean conocer a fondo los sabores de Galicia.. Un lugar perfecto para los peregrinos. No solo los locales y turistas disfrutan de la Calle do Franco; los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela después de recorrer el Camino de Santiago no pueden dejar pasar la oportunidad de hacer una parada en esta calle llena de historia y sabores. Es el lugar ideal para poner el broche de oro a un viaje que, en muchos casos, ha durado semanas. Nada mejor que recompensarse con una buena comida, rodeado de amigos y otros peregrinos, celebrando el fin de una aventura épica.. Aquí, las conversaciones son tan ricas como los platos que se sirven. Los peregrinos, aunque cansados, se sienten como en casa, disfrutando de la hospitalidad gallega y celebrando la culminación de su viaje con una buena copa de ribeiro o albariño.. Una calle, mil sabores. Así que ya sabes, si estás en Santiago de Compostela y te preguntas dónde comer, no busques más. La Calle do Franco no solo es un lugar para satisfacer tu hambre, sino una auténtica experiencia gastronómica. Con su mezcla de historia, tradición y modernidad, es el lugar donde los peregrinos y los amantes de la buena comida se encuentran, se relajan y disfrutan de lo mejor de Galicia.. Desde el pulpo hasta los mariscos frescos, pasando por los mejores vinos gallegos, la Calle do Franco es la calle en la que, sin lugar a dudas, ¡mejor se come de España!
Con su historia medieval y su ambiente acogedor, esta arteria bulliciosa es famosa por ofrecer algunos de los mejores platos de marisco, pulpo y vinos de la región
Si alguna vez te has preguntado dónde está el paraíso para los amantes de la buena comida en Santiago de Compostela, la respuesta es clara: la Rúa do Franco. Esta histórica arteria, que se extiende desde la Plaza de Platerías hasta la Plaza de la Quintana, no solo es famosa por su inconfundible ambiente medieval, sino por ser el epicentro gastronómico de la ciudad. Y si dudas de su poder culinario, te adelantamos algo: esta calle podría fácilmente ostentar el título de «la calle en la que mejor se come de España».. Un viaje al pasado. Para entender por qué la Calle do Franco es hoy un referente gastronómico, es necesario dar un paso atrás en el tiempo. Esta vía, que data de la Edad Media, tiene un significado histórico profundo. Su nombre proviene de los francos, los comerciantes franceses que se asentaron en Santiago en el siglo XII para abastecer a los peregrinos que llegaban a la ciudad. La presencia de estos mercaderes dio lugar a una calle que, con el paso de los siglos, se transformó en un crisol de culturas, comercio e influencia gastronómica.. La Calle do Franco no solo servía como ruta de paso, sino también como punto de encuentro para los peregrinos, que se detenían a descansar y reponer fuerzas tras su largo viaje. Y como todo buen peregrino sabe, ¡nada mejor que un buen plato de comida gallega para recuperar energías!. ¿Por qué es especial la Calle do Franco?. ¿Y qué tiene de especial esta calle, además de su historia? La respuesta está en la variedad y calidad de su oferta gastronómica. Desde el clásico pulpo a la gallega hasta las recetas más innovadoras con productos locales como el marisco de las rías gallegas, cada restaurante y taberna ofrece algo único. Y es que la Calle do Franco es todo un espectáculo culinario: cada paso que das, cada esquina que giras, te invita a detenerte y disfrutar de un buen plato.. No es solo la calidad de la comida lo que hace famosa esta calle, sino también su ambiente acogedor y la tradición de ser la parada obligatoria de los peregrinos. Después de recorrer kilómetros y kilómetros, ¿qué mejor que llegar a un lugar donde los aromas a mariscos, empanadas y vinos gallegos te envuelven como un abrazo cálido?. Dónde comer. La Calle do Franco está llena de bares y restaurantes que te harán sentirte como en casa. Entre sus locales, hay algunos que han pasado a la historia, como O Gato Negro, un clásico donde se sirven algunos de los mejores mariscos de la ciudad. Sus empanadas gallegas y el pulpo a la gallega son imprescindibles para quienes buscan saborear lo más auténtico de Galicia.. Si prefieres un toque más moderno, en A Casa do Tío Ché encontrarás tapas innovadoras que reinventan las recetas tradicionales gallegas, mientras que O Dezaseis ofrece una propuesta más elaborada, fusionando la cocina gallega con influencias internacionales. Para una experiencia más rústica, Taberna do Bispo es el sitio perfecto, donde podrás disfrutar de zamburiñas a la plancha o unos deliciosos pimientos de Padrón. Y si buscas un ambiente más tranquilo, en La Bodeguilla de San Lázaro podrás relajarte con un buen lacón con grelos o una sopa de mariscos, acompañados de los mejores vinos gallegos.. Cada rincón de esta calle te invita a vivir una auténtica experiencia gastronómica, ideal para quienes desean conocer a fondo los sabores de Galicia.. Un lugar perfecto para los peregrinos. No solo los locales y turistas disfrutan de la Calle do Franco; los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela después de recorrer el Camino de Santiago no pueden dejar pasar la oportunidad de hacer una parada en esta calle llena de historia y sabores. Es el lugar ideal para poner el broche de oro a un viaje que, en muchos casos, ha durado semanas. Nada mejor que recompensarse con una buena comida, rodeado de amigos y otros peregrinos, celebrando el fin de una aventura épica.. Aquí, las conversaciones son tan ricas como los platos que se sirven. Los peregrinos, aunque cansados, se sienten como en casa, disfrutando de la hospitalidad gallega y celebrando la culminación de su viaje con una buena copa de ribeiro o albariño.. Una calle, mil sabores. Así que ya sabes, si estás en Santiago de Compostela y te preguntas dónde comer, no busques más. La Calle do Franco no solo es un lugar para satisfacer tu hambre, sino una auténtica experiencia gastronómica. Con su mezcla de historia, tradición y modernidad, es el lugar donde los peregrinos y los amantes de la buena comida se encuentran, se relajan y disfrutan de lo mejor de Galicia.. Desde el pulpo hasta los mariscos frescos, pasando por los mejores vinos gallegos, la Calle do Franco es la calle en la que, sin lugar a dudas, ¡mejor se come de España!
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