Se les conoce como la it couple de 2025 y no es de extrañar: Kaia Gerber es la hija de la top model Cindy Crawford y Lewis Pullman el hijo del mítico actor Bill Pullman. Además ambos han seguido los pasos de sus padres.. Mientras que Kaia ha trabajado para firmas de moda desde una temprana edad, Lewis ha tenido papeles protagonistas en películas como El misterio de Salem’s Lot o Thunderbolts. Y aunque hay 8 años de diferencia de edad entre ellos, lo cierto es que esta inesperada pareja del universo celebrity parece tener varios puntos a su favor.. Nos tenemos que remontar a enero de 2025, mes donde empiezan a relacionarse los dos nepobabies. Pocos días después de que el actor acudiera a la noche de estreno de la obra de teatro donde Kaia actúa, Evanston Salt Costs Clumbing, se les vio cenando juntos por el cumpleaños de Lewis.. Ni siquiera se trataban de sus primeras citas, según fuentes que hablaron con People ya habían estado juntos varias semanas manteniendo la absoluta discreción. Pero poco a poco, conforme se fueron conociendo más, sus salidas conjuntas se dieron de forma más pública: en mayo acudieron a ver El retrato de Dorian Gray en Broadway y en junio, durante un concierto, las cámaras les captaron besándose.. Con su romance ya en el radar de la prensa, otra fuente cercana aseguró a la misma revista que Lewis ya este verano habría conocido a Cindy y Rande Gerber. Un paso más que terminó de consolidar su historia de amor con el posado en la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia. Al acto acudieron como invitados, lo que no les impidió mostrarse cariñosos y muy cómplices.. Porque por mucho que su vida haya estado siempre iluminada por los focos dirigidos a sus padres, ambos coinciden en que prefieren llevar un perfil bajo, con su vida personal lejos del escrutinio público. Además, ya que comparten algunas amistades, Kaia y Lewis habrían empezado su relación como amigos, lo que sienta una base de confianza.. Y si bien la diferencia de edad merece ser motivo de mención, Kaia Gerber, que ha recorrido pasarelas internacionales desde que tiene 16 años, ha protagonizado portadas de revistas de todo el mundo e incluso ha dado sus pinitos como diseñadora en una colección cápsula, no es una veinteañera al uso.. Además este octubre la modelo fue a un podcast donde dijo que sentía que, en sus palabras: «Mucho se ha sanado en esta relación». La hija de la top model habló también de cómo le daba la sensación de que a veces desaparecía en sus relaciones cambiando su personalidad y sus valores. «Dejar a un lado mi vida por ti no es como construyes respeto y confianza y a la larga no es bueno”, reconocía ella misma.. Mientras que Kaia llega a esta historia con más conciencia emocional, entendiendo que el amor no es perderse, Lewis ofrece el apoyo y la estabilidad de acompañar a su novia en todos los proyectos en los que participa, desde un segundo plano. Una relación donde hasta ahora parece primar ese equilibrio entre su vida privada y sus apariciones y sobre todo una complicidad de la que, por mucho que apreciemos retazos, les fortalece lejos de las cámaras.
Se les conoce como la it couple de 2025 y no es de extrañar: Kaia Gerber es la hija de la top model Cindy Crawford y Lewis Pullman el hijo del mítico actor Bill Pullman. Además ambos han seguido los pasos de sus padres.. Mientras que Kaia ha trabajado para firmas de moda desde una temprana edad, Lewis ha tenido papeles protagonistas en películas como El misterio de Salem’s Lot o Thunderbolts. Y aunque hay 8 años de diferencia de edad entre ellos, lo cierto es que esta inesperada pareja del universo celebrity parece tener varios puntos a su favor.. Nos tenemos que remontar a enero de 2025, mes donde empiezan a relacionarse los dos nepobabies. Pocos días después de que el actor acudiera a la noche de estreno de la obra de teatro donde Kaia actúa, Evanston Salt Costs Clumbing, se les vio cenando juntos por el cumpleaños de Lewis.. Ni siquiera se trataban de sus primeras citas, según fuentes que hablaron con People ya habían estado juntos varias semanas manteniendo la absoluta discreción. Pero poco a poco, conforme se fueron conociendo más, sus salidas conjuntas se dieron de forma más pública: en mayo acudieron a ver El retrato de Dorian Gray en Broadway y en junio, durante un concierto, las cámaras les captaron besándose.. Con su romance ya en el radar de la prensa, otra fuente cercana aseguró a la misma revista que Lewis ya este verano habría conocido a Cindy y Rande Gerber. Un paso más que terminó de consolidar su historia de amor con el posado en la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia. Al acto acudieron como invitados, lo que no les impidió mostrarse cariñosos y muy cómplices.. Una conexión bien equilibrada. Porque por mucho que su vida haya estado siempre iluminada por los focos dirigidos a sus padres, ambos coinciden en que prefieren llevar un perfil bajo, con su vida personal lejos del escrutinio público. Además, ya que comparten algunas amistades, Kaia y Lewis habrían empezado su relación como amigos, lo que sienta una base de confianza.. Y si bien la diferencia de edad merece ser motivo de mención, Kaia Gerber, que ha recorrido pasarelas internacionales desde que tiene 16 años, ha protagonizado portadas de revistas de todo el mundo e incluso ha dado sus pinitos como diseñadora en una colección cápsula, no es una veinteañera al uso.. Además este octubre la modelo fue a un podcast donde dijo que sentía que, en sus palabras: «Mucho se ha sanado en esta relación». La hija de la top model habló también de cómo le daba la sensación de que a veces desaparecía en sus relaciones cambiando su personalidad y sus valores. «Dejar a un lado mi vida por ti no es como construyes respeto y confianza y a la larga no es bueno”, reconocía ella misma.. Mientras que Kaia llega a esta historia con más conciencia emocional, entendiendo que el amor no es perderse, Lewis ofrece el apoyo y la estabilidad de acompañar a su novia en todos los proyectos en los que participa, desde un segundo plano. Una relación donde hasta ahora parece primar ese equilibrio entre su vida privada y sus apariciones y sobre todo una complicidad de la que, por mucho que apreciemos retazos, les fortalece lejos de las cámaras.
