El 26 de noviembre, agentes de la Unidad de Fiscalía y Fronteras de la Guardia Civil en el aeropuerto Josep Tarradellas-Barcelona El Prat confiscaron 3,5 kilos de oro de un viajero francés de 70 años. No había declarado el oro, que estaba empacado en su equipaje, ya que estaba a punto de abordar un vuelo a Nantes, Francia. En una declaración publicada el miércoles, las autoridades aclararon que el descubrimiento ocurrió en el puesto de control de seguridad para el área restringida del aeropuerto. Durante el control de seguridad de rutina, los guardias notaron objetos azules en el escáner de equipaje. Alertaron a los agentes de la Guardia Civil, quienes realizaron una inspección física del equipaje y encontraron cuatro barras de oro que pesaban 3.5 kilos. Se reconoció a la pasajera y se confirmó la procedencia de los lingotes, pero la mujer «no presentó la documentación necesaria para demostrar su posesión del oro, que inicialmente se estima que vale alrededor de 200.000 euros». En consecuencia, se presentó una denuncia de infracción relativa a la Ley de Prevención del Blanqueo de Dinero, mientras que la investigación tiene como objetivo rastrear el origen del oro, que ha sido entregado al Administrador de Aduanas del Aeropuerto de Barcelona.
El hallazgo se hizo en el filtro de acceso restringido del aeropuerto durante las inspecciones de rutina.
El 26 de noviembre, agentes de la Unidad de Fiscalía y Fronteras de la Guardia Civil en el aeropuerto Josep Tarradellas-Barcelona El Prat confiscaron 3,5 kilos de oro de un viajero francés de 70 años. No había declarado el oro, que estaba empacado en su equipaje, ya que estaba a punto de abordar un vuelo a Nantes, Francia. En una declaración publicada el miércoles, las autoridades aclararon que el descubrimiento ocurrió en el puesto de control de seguridad para el área restringida del aeropuerto. Durante el control de seguridad de rutina, los guardias notaron objetos azules en el escáner de equipaje. Alertaron a los agentes de la Guardia Civil, quienes realizaron una inspección física del equipaje y encontraron cuatro barras de oro que pesaban 3.5 kilos. Se reconoció a la pasajera y se confirmó la procedencia de los lingotes, pero la mujer «no presentó la documentación necesaria para demostrar su posesión del oro, que inicialmente se estima que vale alrededor de 200.000 euros». En consecuencia, se presentó una denuncia de infracción relativa a la Ley de Prevención del Blanqueo de Dinero, mientras que la investigación tiene como objetivo rastrear el origen del oro, que ha sido entregado al Administrador de Aduanas del Aeropuerto de Barcelona.
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