Salvador Illa ha defendido este miércoles en el Parlament la inclusión de la educación sexual en las primeras etapas escolares, argumentando que se trata de un recurso necesario para combatir la exposición temprana a la pornografía y la violencia. «Toda la educación está adaptada a la situación, a la edad y al proceso de maduración de ese infante», afirmó el líder del PSC, en respuesta a la durísima intervención de Alejandro Fernández, quien tachó la propuesta de «nauseabunda y siniestra».. El rifirrafe entre ambos se produjo durante la sesión de control, cuando Fernández acusó al Gobierno catalán y a sus socios de haber aprobado en el pasado pleno una moción para «impartir educación sexual integral a niños a partir de tres años». Según el dirigente popular, el texto compromete a la Generalitat a «impulsar la educación sexual como principio pedagógico, los roles de orientación sexual e identidad y los derechos sexuales y reproductivos a niños de tres años». Y ahí fue cuando preguntó: «¿Han perdido el juicio?».. Con un tono encendido, Fernández defendió que «una sociedad progresa desde una particular combinación entre conservar aquello que funciona y cambiar aquello que no». Sin embargo, dejó claro que la educación sexual infantil es una línea roja para él: «Pero impartir educación sexual a niños de tres años no lo tolero. No puedo, lo siento, me parece nauseabundo y siniestro». Y fue más allá: «Los niños no son del Estado ni del Gobierno, son de la familia, y cuando los entregan temporalmente al sistema educativo es para que adquieran unos conocimientos útiles para su vida, no para que les roben su infancia ni para que les adelanten acontecimientos que no se corresponden con esa edad», sostuvo.. Illa intentó rebajar la tensión apelando a la profesionalidad de los educadores. «Creo que ha cogido un camino equivocado», replicó el socialista. «Toda la educación está adaptada a la edad y al proceso de maduración de ese infante. Y me guiaré por lo que digan los profesionales y los técnicos», insistió, para justificar que la formación en esta materia es necesaria para combatir un problema que, según él, ya está presente en las aulas: «Tenemos un problema muy importante de pornografía y violencia. Tiene mucho que ver, eso se combate enseñando y educando», concluyó.. Las palabras del líder del PSC no convencieron a Fernández, que redobló su discurso en defensa del papel de los padres en la educación de sus hijos y contra lo que considera un intento de «sexualizar» a los menores desde una edad temprana. «Hay límites morales, y en democracia no los impone ninguna confesión religiosa, sino la declaración de Derechos Humanos y el derecho de los niños a preservar su infancia sin verse sexualizados desde los tres años», advirtió. «Llámenme a mí lo que quieran y pongan las caras que quieran, pero dejen en paz a los niños».
Alejandro Fernández, del PP, le ha echado en cara haber aprobado una moción para «impulsar los derechos sexuales y reproductivos a niños de tres años» y el socialista defiende que es para «combatir la pronografía»
Salvador Illa ha defendido este miércoles en el Parlament la inclusión de la educación sexual en las primeras etapas escolares, argumentando que se trata de un recurso necesario para combatir la exposición temprana a la pornografía y la violencia. «Toda la educación está adaptada a la situación, a la edad y al proceso de maduración de ese infante», afirmó el líder del PSC, en respuesta a la durísima intervención de Alejandro Fernández, quien tachó la propuesta de «nauseabunda y siniestra».. El rifirrafe entre ambos se produjo durante la sesión de control, cuando Fernández acusó al Gobierno catalán y a sus socios de haber aprobado en el pasado pleno una moción para «impartir educación sexual integral a niños a partir de tres años». Según el dirigente popular, el texto compromete a la Generalitat a «impulsar la educación sexual como principio pedagógico, los roles de orientación sexual e identidad y los derechos sexuales y reproductivos a niños de tres años». Y ahí fue cuando preguntó: «¿Han perdido el juicio?».. Con un tono encendido, Fernández defendió que «una sociedad progresa desde una particular combinación entre conservar aquello que funciona y cambiar aquello que no». Sin embargo, dejó claro que la educación sexual infantil es una línea roja para él: «Pero impartir educación sexual a niños de tres años no lo tolero. No puedo, lo siento, me parece nauseabundo y siniestro». Y fue más allá: «Los niños no son del Estado ni del Gobierno, son de la familia, y cuando los entregan temporalmente al sistema educativo es para que adquieran unos conocimientos útiles para su vida, no para que les roben su infancia ni para que les adelanten acontecimientos que no se corresponden con esa edad», sostuvo.. Illa intentó rebajar la tensión apelando a la profesionalidad de los educadores. «Creo que ha cogido un camino equivocado», replicó el socialista. «Toda la educación está adaptada a la edad y al proceso de maduración de ese infante. Y me guiaré por lo que digan los profesionales y los técnicos», insistió, para justificar que la formación en esta materia es necesaria para combatir un problema que, según él, ya está presente en las aulas: «Tenemos un problema muy importante de pornografía y violencia. Tiene mucho que ver, eso se combate enseñando y educando», concluyó.. Las palabras del líder del PSC no convencieron a Fernández, que redobló su discurso en defensa del papel de los padres en la educación de sus hijos y contra lo que considera un intento de»sexualizar» a los menores desde una edad temprana. «Hay límites morales, y en democracia no los impone ninguna confesión religiosa, sino la declaración de Derechos Humanos y el derecho de los niños a preservar su infancia sin verse sexualizados desde los tres años», advirtió. «Llámenme a mí lo que quieran y pongan las caras que quieran, pero dejen en paz a los niños».
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