La Fórmula 1 pasa por ser uno de los deportes más sofisticados y tecnológicos del planeta, sin embargo, cuando todo vale para ganar, cualquier cosa es buena para desestabilizar al enemigo. Ocurrió el domingo justo antes del comienzo de la carrera en Estados Unidos. Durante el campeonato, los mecánicos de Lando Norris siempre colocan una cinta adhesiva en el muro que sirve al piloto inglés de referencia para colocarse, tras la vuelta de calentamiento, en su posición de salida. Los comisarios también colocan una especie de pizarra con su dorsal, pero la altura de la cinta es más precisa para el equipo y la colocación del monoplaza. El domingo, un mecánico de su rival (Max Verstappen, Red Bull) quiso quitarla del muro para que Norris no la encontrara y se pusiera nervioso. Y es que, colocarte mal en parrilla o hacerlo por delante puede ser objeto de alguna sanción y provocaría un mal resultado para el inglés, que se está jugando el título junto a su compañero Piastri y el propio Verstappen.. El mecánico no hizo caso a las advertencias de los comisarios, ya que una vez abandonada la parrilla ya nadie puede regresar, aunque el muro esté cerca de la zona de salida por donde todos los mecánicos regresan a sus puestos. La FIA llamó al orden al equipo por no hacer caso a las llamadas de atención de los comisarios y le multó con 50.000 euros, que se quedaron en la mitad (nada en comparación con lo que pueden ganar…) si no hay reincidencia en los próximos meses. El reglamento no especifica que no se puedan poner referencias para los pilotos en la parrilla y tampoco refleja que un rival las pueda eliminar como intentó el mecánico de Red Bull, que quiso perturbar a Norris en uno de los momentos más intensos de la carrera, como es la preparación para la salida. Restan cinco carreras y dos carreras Sprint y el final de temporada se presume muy intenso en todos los sentidos. Los comisarios tendrán trabajo extra en el resto de Grandes Premios con la picaresca a niveles máximos.. Históricamente, la F1 y el automovilismo es un deporte repleto de «trampas» y pillerías donde la guerra psicológica es constante, sobre todo, en una especialidad con tanto riesgo para los pilotos. Todo vale para sacar algo de ventaja. Algunos equipos intentan que su posición de salida en parrilla tenga más agarre y se las arreglan para que los coches que dan vueltas a los invitados los sábados o domingos dejen más goma en su cajón de salida; por no hablar de las invitaciones que recibían los pilotos en Mónaco para dormir en barcos lujosos, algo que se convertía en un perjuicio, ya que en este circuito hay que tener mucha precisión y equilibrio y estando en el barco flotando, esa sensación disminuía cuando los pilotos se ponían al volante. O cuando los mejores equipos a finales de los años 80 contrataban a empresas relacionadas con los servicios secretos de Israel (Mossad) para intervenir las radios de los rivales y conocer sus estrategias.
Red Bull fue sancionado en el Gran Premio de Estados Unidos por desobedecer e intentar confundir a Norris en la parrilla de salida
La Fórmula 1 pasa por ser uno de los deportes más sofisticados y tecnológicos del planeta, sin embargo, cuando todo vale para ganar, cualquier cosa es buena para desestabilizar al enemigo. Ocurrió el domingo justo antes del comienzo de la carrera en Estados Unidos. Durante el campeonato, los mecánicos de Lando Norris siempre colocan una cinta adhesiva en el muro que sirve al piloto inglés de referencia para colocarse, tras la vuelta de calentamiento, en su posición de salida. Los comisarios también colocan una especie de pizarra con su dorsal, pero la altura de la cinta es más precisa para el equipo y la colocación del monoplaza. El domingo, un mecánico de su rival (Max Verstappen, Red Bull) quiso quitarla del muro para que Norris no la encontrara y se pusiera nervioso. Y es que, colocarte mal en parrilla o hacerlo por delante puede ser objeto de alguna sanción y provocaría un mal resultado para el inglés, que se está jugando el título junto a su compañero Piastri y el propio Verstappen.. El mecánico no hizo caso a las advertencias de los comisarios, ya que una vez abandonada la parrilla ya nadie puede regresar, aunque el muro esté cerca de la zona de salida por donde todos los mecánicos regresan a sus puestos. La FIA llamó al orden al equipo por no hacer caso a las llamadas de atención de los comisarios y le multó con 50.000 euros, que se quedaron en la mitad (nada en comparación con lo que pueden ganar…) si no hay reincidencia en los próximos meses. El reglamento no especifica que no se puedan poner referencias para los pilotos en la parrilla y tampoco refleja que un rival las pueda eliminar como intentó el mecánico de Red Bull, que quiso perturbar a Norris en uno de los momentos más intensos de la carrera, como es la preparación para la salida. Restan cinco carreras y dos carreras Sprint y el final de temporada se presume muy intenso en todos los sentidos. Los comisarios tendrán trabajo extra en el resto de Grandes Premios con la picaresca a niveles máximos.. Históricamente, la F1 y el automovilismo es un deporte repleto de «trampas» y pillerías donde la guerra psicológica es constante, sobre todo, en una especialidad con tanto riesgo para los pilotos. Todo vale para sacar algo de ventaja. Algunos equipos intentan que su posición de salida en parrilla tenga más agarre y se las arreglan para que los coches que dan vueltas a los invitados los sábados o domingos dejen más goma en su cajón de salida; por no hablar de las invitaciones que recibían los pilotos en Mónaco para dormir en barcos lujosos, algo que se convertía en un perjuicio, ya que en este circuito hay que tener mucha precisión y equilibrio y estando en el barco flotando, esa sensación disminuía cuando los pilotos se ponían al volante. O cuando los mejores equipos a finales de los años 80 contrataban a empresas relacionadas con los servicios secretos de Israel (Mossad) para intervenir las radios de los rivales y conocer sus estrategias.
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