Investigadores del Institut de Recerca del Hospital del Mar y del CIBER en Fragilidad y Envejecimiento Saludable, en colaboración con el Ayuntamiento de Caldes de Montbui, van a llevar a cabo un estudio para evaluar los efectos del agua termal en las pacientes de cáncer de mama.. En la mayoría de casos, estas mujeres, tras la quimioterapia o radioterapia, se han de someter a un tratamiento adyuvante que consiste en la supresión total y radical de estrógenos para evitar una recaída y eso les puede producir una serie de síntomas que impactan negativamente en su calidad de vida.. «Es como si fuera una menopausia inducida, pero que se produce de forma drástica. A diferencia de la menopausia natural, la farmacológica tiene lugar de un día para el otro y la paciente deja de producir estrógenos totalmente», explica la doctora Natalia García Giralt.. A consecuencia de esta supresión radical de estrógenos, estas mujeres pueden sufrir síntomas como fatiga, fuertes dolores musculares y articulares, ansiedad, sofocos, dificultad para dormir, astemia…, que si bien son propios de la menopausia, en estos casos, al haber llegado ésta de forma tan drástica y radical, suelen ser de mayor intensidad.. «Son síntomas por los que éstas mujeres pueden sufrir mucho, por lo que a veces se les prescriben analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares e incluso antidepresivos, para aliviarlos», explica García-Giralt.. En cualquier caso, a día de hoy, en aquellas pacientes que están luchando contra un cáncer positivo para el receptor de estrógeno, que son la mayoría, no es posible prescindir del mencionado tratamiento adyuvante puesto que, como indica la doctora, “esas células tumorales, cuando reciben el estímulo estrogénico, empiezan a crecer». Así pues, para evitar recaídas, para impedir que tras la quimioterapia o la radioterapia quede una célula suelta y ésta empiece a crecer, es necesario llevar a cabo un tratamiento para inhibir la producción de estrógenos.. Ante esta realidad y puesto que en un estudio previo con personas con Covid persistente se comprobó como la bañoterapia funcionaba muy bien e incluso los pacientes referían una mejora de su calidad de vida y una reduccíón de la sintomatología, los investigadores del Hospital del Mar decidieron comprobar los efectos de las aguas termales en otro tipo de pacientes, en esta ocasión de cáncer de mama, quienes también ven reducido su bienestar, esta vez por una menopausia inducida.. Se necesitan voluntarias. En este contexto, a día de hoy los investigadores están reclutando a pacientes que participen de forma voluntaria en este estudio. «Necesitamos a 96 mujeres con cáncer de mama y sin una enfermedad previa, que estén recibiendo el tratamiento para la supresión de estrógenos y tengan sintomatología”, explica García-Giralt, quien avanza que “la idea es hacer dos grupos, ambos formados por 48 mujeres, uno de los cuales recibirá la intervención con agua termal y el otro no», indica la investigadora.. En el marco de este trabajo, las participantes completarán un cuestionario validado antes del inicio de la bañoterapia, actividad que se prolongará durante un mes, con tres sesiones semanales dirigidas por profesionales especializados. A su conclusión, estas mujeres volverán a completar el cuestionario para comparar sus resultados con los obtenidos en el primero y evaluar así la posible mejoría en su calidad de vida. Posteriormente, a los seis meses, está prevista una nueva evaluación para comprobar si se mantiene esa mejoría.. Según las previsiones de los investigadores, los efectos relajantes de estos baños, de su agua caliente y de las sales, podrían tener efecto antiinflamatorio y a nivel muscular, entre otros.
Investigadores del Institut de Recerca del Hospital del Mar necesitan pacientes que participen voluntariamente en un estudio para comprobar si la bañoterapia minimiza los síntomas del tratamiento adyuvante que consiste en una menopausia inducida
Investigadores del Institut de Recerca del Hospital del Mar y del CIBER en Fragilidad y Envejecimiento Saludable, en colaboración con el Ayuntamiento de Caldes de Montbui, van a llevar a cabo un estudio para evaluar los efectos del agua termal en las pacientes de cáncer de mama.. En la mayoría de casos, estas mujeres, tras la quimioterapia o radioterapia, se han de someter a un tratamiento adyuvante que consiste en la supresión total y radical de estrógenos para evitar una recaída y eso les puede producir una serie de síntomas que impactan negativamente en su calidad de vida.. «Es como si fuera una menopausia inducida, pero que se produce de forma drástica. A diferencia de la menopausia natural, la farmacológica tiene lugar de un día para el otro y la paciente deja de producir estrógenos totalmente», explica la doctora Natalia García Giralt.. A consecuencia de esta supresión radical de estrógenos, estas mujeres pueden sufrir síntomas como fatiga, fuertes dolores musculares y articulares, ansiedad, sofocos, dificultad para dormir, astemia…, que si bien son propios de la menopausia, en estos casos, al haber llegado ésta de forma tan drástica y radical, suelen ser de mayor intensidad.. «Son síntomas por los que éstas mujeres pueden sufrir mucho, por lo que a veces se les prescriben analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares e incluso antidepresivos, para aliviarlos», explica García-Giralt.. En cualquier caso, a día de hoy, en aquellas pacientes que están luchando contra un cáncer positivo para el receptor de estrógeno, que son la mayoría, no es posible prescindir del mencionado tratamiento adyuvante puesto que, como indica la doctora, “esas células tumorales, cuando reciben el estímulo estrogénico, empiezan a crecer». Así pues, para evitar recaídas, para impedir que tras la quimioterapia o la radioterapia quede una célula suelta y ésta empiece a crecer, es necesario llevar a cabo un tratamiento para inhibir la producción de estrógenos.. Ante esta realidad y puesto que en un estudio previo con personas con Covid persistente se comprobó como la bañoterapia funcionaba muy bien e incluso los pacientes referían una mejora de su calidad de vida y una reduccíón de la sintomatología, los investigadores del Hospital del Mar decidieron comprobar los efectos de las aguas termales en otro tipo de pacientes, en esta ocasión de cáncer de mama, quienes también ven reducido su bienestar, esta vez por una menopausia inducida.. Se necesitan voluntarias. En este contexto, a día de hoy los investigadores están reclutando a pacientes que participen de forma voluntaria en este estudio. «Necesitamos a 96 mujeres con cáncer de mama y sin una enfermedad previa, que estén recibiendo el tratamiento para la supresión de estrógenos y tengan sintomatología”, explica García-Giralt, quien avanza que “la idea es hacer dos grupos, ambos formados por 48 mujeres, uno de los cuales recibirá la intervención con agua termal y el otro no», indica la investigadora.. En el marco de este trabajo, las participantes completarán un cuestionario validado antes del inicio de la bañoterapia, actividad que se prolongará durante un mes, con tres sesiones semanales dirigidas por profesionales especializados. A su conclusión, estas mujeres volverán a completar el cuestionario para comparar sus resultados con los obtenidos en el primero y evaluar así la posible mejoría en su calidad de vida. Posteriormente, a los seis meses, está prevista una nueva evaluación para comprobar si se mantiene esa mejoría.. Según las previsiones de los investigadores, los efectos relajantes de estos baños, de su agua caliente y de las sales, podrían tener efecto antiinflamatorio y a nivel muscular, entre otros.
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