En los pueblos, los más viejos del lugar utilizan aún una expresión muy valenciana, que, como en tantos otros casos, la vamos perdiendo, olvidando o dejando de utilizar: «Cap de lloc», el punto o zona donde comienza el pueblo, las primeras casas de la entrada al pueblo, el comienzo del núcleo urbano. Una referencia geográfica propia y práctica.. En valenciano hemos denominado siempre de manera correcta la fiesta que centra estos días nuestra atención y preparativos, como la «Nit de Cap dAny» ante la inapropiada castellana de Nochevieja. Lo que se celebra es, además de haber logrado sobrevivir o superar un año más, o un año menos, como se mire de optimista o pesimista, la alegría del nacimiento de un nuevo año, que todo el mundo se autodesea sea mejor que el finado.. La moda castellanista de la Nochevieja tiene poco sentido, es tristona. En todas partes del mundo se le llama a la fiesta, no por el luto y la decrepitud del crepúsculo impuesto por la austera, sobria y lúgubre Castilla, sino por la bullanguera alegría del Año Nuevo.. Recuerdo de mis años de estancia allí la impresionante celebración del Año Nuevo, y no de Nochevieja, de Valparaíso (Chile), con su hermosa y amplia bahía, encendida toda, por tierra y mar, en una inmensa ascua de fuegos artificiales, cerrada y duradera ovación y bienvenida al año naciente.. La formulación lingüística «Nit de Cap dAny» aquí es además expresión o referencia de nuestra antropología mediterránea, optimista y esperanzadora, pletórica de vida. Recibimos lo nuevo, el futuro, la esperanza, las ganas de cambio. Enterramos y olvidamos lo quemado, lo agotado, lo negativo. Le gritamos al Nuevo Año en la «Nit de Cap dAny», en el comienzo del año, que nos depare algo mejor.. La expresión «Cap dAny» la encontramos en antiguos diccionarios-vocabularios y en el propio refranero valenciano, como es habitual relacionado con la climatología, la agricultura, la ganadería y la antropología patria: Cap dAny gelat, any de molt de blat; Cap dAny gelat, molt pa assegurat; Cap dAny llegany, mal any; Després de Cap dAny, figues seques per company; El foc de Cap dAny, no fa cap dany; El qui no visita el camp per Cap dAny, té mal any; Estrena de Cap dAny sac ple, budell gran; Menjar raïms per Cap dAny porta diners per tot lany; Pa torrat, pa torrat, que Cap dAny es arribat; Per Cap dAny, el dia se allarga un pam; Per Cap dAny senceten les figues seques; Pluja de Cap dAny, mal any.. También utilizábamos hace no muchos años lo conservaba Lo Rat Penat el término «Ninou» en referencia al Año Nuevo derivado del latín, Annum Novum, pero ha ido cayéndose en aras de la depuración o de la castellanización de las costumbres, tradiciones, almanaques, diccionarios y vocabularios, poco a poco.. Por ello, permítanme decirles y desearles un «Bon Ninou» 2025 y decir con ustedes al 2024, el trágico de la Dana, un largo adiós y no se le ocurra volver más.
Lo que se celebra es la alegría del nacimiento del año nuevo, que todo el mundo se autodesea mejor que el finado
En los pueblos, los más viejos del lugar utilizan aún una expresión muy valenciana, que, como en tantos otros casos, la vamos perdiendo, olvidando o dejando de utilizar: «Cap de lloc», el punto o zona donde comienza el pueblo, las primeras casas de la entrada al pueblo, el comienzo del núcleo urbano. Una referencia geográfica propia y práctica.. En valenciano hemos denominado siempre de manera correcta la fiesta que centra estos días nuestra atención y preparativos, como la «Nit de Cap d´Any» ante la inapropiada castellana de Nochevieja. Lo que se celebra es, además de haber logrado sobrevivir o superar un año más, o un año menos, como se mire de optimista o pesimista, la alegría del nacimiento de un nuevo año, que todo el mundo se autodesea sea mejor que el finado.. La moda castellanista de la Nochevieja tiene poco sentido, es tristona. En todas partes del mundo se le llama a la fiesta, no por el luto y la decrepitud del crepúsculo impuesto por la austera, sobria y lúgubre Castilla, sino por la bullanguera alegría del Año Nuevo.. Recuerdo de mis años de estancia allí la impresionante celebración del Año Nuevo, y no de Nochevieja, de Valparaíso (Chile), con su hermosa y amplia bahía, encendida toda, por tierra y mar, en una inmensa ascua de fuegos artificiales, cerrada y duradera ovación y bienvenida al año naciente.. La formulación lingüística «Nit de Cap d´Any» aquí es además expresión o referencia de nuestra antropología mediterránea, optimista y esperanzadora, pletórica de vida. Recibimos lo nuevo, el futuro, la esperanza, las ganas de cambio. Enterramos y olvidamos lo quemado, lo agotado, lo negativo. Le gritamos al Nuevo Año en la «Nit de Cap d´Any», en el comienzo del año, que nos depare algo mejor.. La expresión «Cap d´Any» la encontramos en antiguos diccionarios-vocabularios y en el propio refranero valenciano, como es habitual relacionado con la climatología, la agricultura, la ganadería y la antropología patria: Cap d´Any gelat, any de molt de blat; Cap d´Any gelat, molt pa assegurat; Cap d´Any llegany, mal any; Després de Cap d´Any, figues seques per company; El foc de Cap d´Any, no fa cap dany; El qui no visita el camp per Cap d´Any, té mal any; Estrena de Cap d´Any sac ple, budell gran; Menjar raïms per Cap d´Any porta diners per tot l´any; Pa torrat, pa torrat, que Cap d´Any es arribat; Per Cap d´Any, el dia se allarga un pam; Per Cap d´Any s´enceten les figues seques; Pluja de Cap d´Any, mal any.. También utilizábamos hace no muchos años lo conservaba Lo Rat Penat el término «Ninou» en referencia al Año Nuevo derivado del latín, Annum Novum, pero ha ido cayéndose en aras de la depuración o de la castellanización de las costumbres, tradiciones, almanaques, diccionarios y vocabularios, poco a poco.. Por ello, permítanme decirles y desearles un «Bon Ninou» 2025 y decir con ustedes al 2024, el trágico de la Dana, un largo adiós y no se le ocurra volver más.
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