Los medios de comunicación son información, pero también la compañía que inspira. No es de extrañar que exista una tendencia de fusionar el género del podcast con el directo. Así la libertad del podcast, que surge de la serenidad de hablar sin la prisa de los medios tradicionales, se hace más grande incorporando la posibilidad de conversar con tus espectadores en tiempo real y, a la vez, tomar el pulso a la sensibilidad de cada momento social.. Una fórmula que no deja de ser una adaptación de los magacines de la tele y radio de antaño a la flexibilidad que permiten las plataformas de streaming de hoy, que las llevamos encima en nuestro propio móvil. Incluso se miran de reojo en los descansos entre clase y clase del Instituto. O que se lo digan a los fieles de Operación Triunfo: la emisión televisiva en directo con más tirón en nuestro país a través de Youtube.. A Jordi Cruz le conocimos en otro feliz patio de colegio: en la alegría del Club Disney, aunque todavía alcanzó mayor popularidad con las manualidades de Art Attack. Su expresiva espontaneidad en pantalla conquistó a varias generaciones. Pero, además, ha contado con otra virtud que le ha hecho no parar de crecer profesionalmente: la curiosidad que permite adaptarse en un medio que está en constante transformación. Así Cruz, ahora, se ha atrevido a crear un propio canal en directo desde el corazón de la calle Montera en Madrid.. La cadena se llama Livo y cuenta con un piso panorámica al estilo del plató que tenía MTV en Times Square. Más pequñín, claro. Más de andar por casa. Pero él mismo afirma que aquella infraestructura del primer canal de videoclips le flipó cuando pasó un verano en Nueva York. En 2025, la democratización de la técnica ha permitido a Cruz poner en marcha una emisión diaria en directo desde las 8.30 a las 6 de la tarde.. Y la experiencia visual funciona: el piso ha sido reformado con una escenografía que es acogedora. Transmite hogar: con su madera y sus estanterías preparadas para llenar de recuerdos. También la realización es coloristamente cálida. El grafismo otorga unidad y entidad al maratón de programas y podcasters que se puede convertir en un punto de encuentro con paciencia, constancia y, sobre todo, contenido. Porque hay mucha gente hablando en las redes, pero no tanta aportando. El secreto está en las historias que escuchan al espectador más que a la excitación de los egos propios. Ahí está el quid de los medios.. Para lograrlo, Jordi Cruz se ha rodeado de comunicadores activos en la viralidad como Hermoti, Keunam, Kuve, Chim, Cris Blanco o Jose Penche y Javier Ruescas. Son los primeros nombres de una parrilla que también muestra cómo trabajan entre programa y programa. Es la otra virtud del proyecto: la coralidad. El equipo técnico tiene voz. Se ve, participa, juega. Hasta pueden ser atractivos antagonistas del canal con vistas al bullicio de la calle Montera que se ha estrenado con estética que entra por los ojos y, ahora, solo necesita tiempo para encontrar contenidos diferenciados en una marabunta de breves impactos audiovisuales instantáneos que arrasan con todo. Incluso con nuestra capacidad de recordar qué vemos. Entre tanta marabunta y réplica, la manera de encontrar aquello que nos hace únicos y especiales será más fácil aprendiendo de la artesanía de los contadores de la historia de la tele de siempre, esa tele que tenía tiempo para pensar, para ensayar, para prepararse, para poder ser aunque no tuvieras likes el primer día. Jordi Cruz no solo viene de ahí, sino que contagia lo más difícil: treinta años después, continúa proyectando la pasión por la tele. La tele que ya no solo se ve a través de la tele.
Le conocimos en ‘Club Disney’ y ‘Art Attack’ en los noventa.
20MINUTOS.ES – Televisión
Los medios de comunicación son información, pero también la compañía que inspira. No es de extrañar que exista una tendencia de fusionar el género del podcast con el directo. Así la libertad del podcast, que surge de la serenidad de hablar sin la prisa de los medios tradicionales, se hace más grande incorporando la posibilidad de conversar con tus espectadores en tiempo real y, a la vez, tomar el pulso a la sensibilidad de cada momento social.. Una fórmula que no deja de ser una adaptación de los magacines de la tele y radio de antaño a la flexibilidad que permiten las plataformas de streaming de hoy, que las llevamos encima en nuestro propio móvil. Incluso se miran de reojo en los descansos entre clase y clase del Instituto. O que se lo digan a los fieles de Operación Triunfo: la emisión televisiva en directo con más tirón en nuestro país a través de Youtube.. A Jordi Cruz le conocimos en otro feliz patio de colegio: en la alegría del Club Disney, aunque todavía alcanzó mayor popularidad con las manualidades de Art Attack. Su expresiva espontaneidad en pantalla conquistó a varias generaciones. Pero, además, ha contado con otra virtud que le ha hecho no parar de crecer profesionalmente: la curiosidad que permite adaptarse en un medio que está en constante transformación. AsíCruz, ahora, se ha atrevido a crear un propio canal en directo desde el corazón de la calle Montera en Madrid.. La cadena se llama Livo y cuenta con un piso panorámica al estilo del plató que tenía MTV en Times Square. Más pequñín, claro. Más de andar por casa. Pero él mismo afirma que aquella infraestructura del primer canal de videoclips le flipó cuando pasó un verano en Nueva York. En 2025, la democratización de la técnica ha permitido a Cruz poner en marcha una emisión diaria en directo desde las 8.30 a las 6 de la tarde.. Y la experiencia visual funciona: el piso ha sido reformado con una escenografía que es acogedora. Transmite hogar: con su madera y sus estanterías preparadas para llenar de recuerdos. También larealización es coloristamente cálida. El grafismo otorga unidad y entidad al maratón de programas y podcasters que se puede convertir en un punto de encuentro con paciencia, constancia y, sobre todo, contenido. Porque hay mucha gente hablando en las redes, pero no tanta aportando. El secreto está en las historias que escuchan al espectador más que a la excitación de los egos propios. Ahí está el quid de los medios.. Para lograrlo, Jordi Cruz se ha rodeado de comunicadores activos en la viralidad como Hermoti, Keunam, Kuve, Chim, Cris Blanco o Jose Penche y Javier Ruescas. Son los primeros nombres de una parrilla que también muestra cómo trabajan entre programa y programa. Es la otra virtud del proyecto: la coralidad. El equipo técnico tiene voz. Se ve, participa, juega. Hasta pueden ser atractivos antagonistas del canal con vistas al bullicio de la calle Montera que se ha estrenado con estética que entra por los ojos y, ahora, solo necesita tiempo para encontrar contenidos diferenciados en una marabunta de breves impactos audiovisuales instantáneos que arrasan con todo. Incluso con nuestra capacidad de recordar qué vemos. Entre tanta marabunta y réplica, la manera de encontrar aquello que nos hace únicos y especiales será más fácil aprendiendo de la artesanía de los contadores de la historia de la tele de siempre, esa tele que tenía tiempo para pensar, para ensayar, para prepararse, para poder ser aunque no tuvieras likes el primer día. Jordi Cruz no solo viene de ahí, sino que contagia lo más difícil: treinta años después, continúa proyectando la pasión por la tele. La tele que ya no solo se ve a través de la tele.
