No dejó lugar a dudas. «El cambio está en la agenda», dijo, sobre lo que piensa hacer cuando se ciña la corona, «me gusta el cambio, no le temo. Es, de hecho, la parte que más me llama la atención [de ser rey], poder algún día introducir cambios. Ninguno, quizá, demasiado radical, pero sí aquellos que considero que deben producirse», añadió ante el actor y cómico Eugene Levy en su programa para Apple TV. Lo que se ha sabido ahora, además, es que esas variantes, que alguien tal vez sí podría considerar radical, se han cimentado en su opinión.. Porque, como se ha sabido recientemente, el príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, jugaron un «papel crucial» en la decisión final tomada por Carlos III de Inglaterra la semana pasada cuando emitió, como venía reclamando gran parte de la sociedad —no por nada llevaba años siendo el miembro con menos apoyo popular de toda la familia real británica—, la carta patente que despojaba, de manera oficial y legal, a su hermano, Andrés Mountbatten Windsor, de los títulos de Su Alteza Real y de ‘Príncipe’.. Pero esa formalidad era algo que, de una forma u otra, ya había echado raíces en la mente del príncipe de Gales, que no desea siquiera dedicarle un pensamiento a Andrés. Solo hay que recordar cómo, estando estos días en Brasil, donde ha sido el representante de Buckingham Palace en el Premio Earthshot entregado en Río de Janeiro y en la cumbre climática COP30 de Belém, en apoyo ambos eventos al medio ambiente y a la conservación de las especies, ha preferido echar balones fuera ante la insistencia de la prensa.. Así, el príncipe Guillermo se propuso y ha conseguido no responder ninguna pregunta sobre su tío, ni sobre su relación con Jeffrey Epstein o las inminentes memorias póstumas de su víctima, Virginia Giuffre, sus títulos perdidos o su futuro, ya sea este en Reino Unido o en un posible exilio una vez tenga que dejar la casa en la que ha vivido durante años pagando un alquiler irrisorio, el Royal Lodge, otro de sus grandes encontronazos, pues era la casa a la que él y Kate querían mudarse para criar a sus hijos pero que, debido a la tardanza de Andrés y a su pulso con el rey, finalmente se han decantado por Forest Lodge.. Cualquier cosa con tal de que Andrés no acaparase titulares y que La Firma vuelva a estar en las noticias por eventos o actos que favorezcan su imagen, sobre todo de cara a las nuevas generaciones. Y es que fuentes cercanas al príncipe Guillermo han dado a conocer a la edición estadounidense de la revista Vanity Fair que el heredero al trono ha sido «tan consciente» del tremendo daño que estaba causando el tercer hijo de Isabel II a la institución monárquica que se propuso hacer lo que fuera necesario para preservar la reputación de la corona, acallándole a él y al ruido mediático que genera.. «Guillermo cree profundamente», como es lógico, «en el futuro de la monarquía; y sabe que esta se encuentra en un momento crucial», ha declarado una fuente cercana a la familia real. «Ha formado parte activamente de la decisión final de despojar formalmente a Andrés de sus títulos. Aunque haya sido el rey quien se ha llevado el mérito, en realidad Guillermo y su esposa han desempeñado un papel crucial entre bastidores», ha añadido.. El expríncipe Andrés y Carlos III.GETTY. Y es que, en palabras de otra fuente, el príncipe heredero estuvo el mes pasado con su padre en Escocia para discutir ‘el problema de Andrés’, como lo llaman. «Al rey no le gustan las confrontaciones y tenía dudas sobre si apartar o no por completo a Andrés, porque teme que se convierta en una especie de bala perdida. Guillermo, en cambio, ha sido mucho más firme desde el principio. No le tiene ningún apego sentimental a su tío, a quien considera alguien tóxico y que es mejor tenerlo lo más lejos posible. Así convenció de que la familia tenía que distanciarse de Andrés y que eran necesarias medidas contundentes. En ese aspecto, ambos estaban absolutamente de acuerdo», ha declarado.. Esa presión sobre su padre tiene varias motivaciones. Por un lado, una búsqueda evidente de que, habiendo tenido Carlos III cáncer, ese tema esté solventado una vez él ascienda al trono y no tener que seguir lidiando con el mismo; por otro, un guiño a la opinión pública, que tarde o temprano iba a saber que él y su esposa han sido indispensables para la retirada oficial de los títulos de Andrés; y, por último, una pequeña vendetta por haberles dejado sin la mansión que querían para ellos y sus hijos amparándose en unos privilegios y una confianza (de su madre, de su hermano) de los que ha abusado continuadamente.. De hecho, un amigo de la familia ha puntualizado que los príncipes de Gales han presionado muchísimo para que Andrés abandonase la casa en la que ha vivido durante más de 20 años y en la que también se ha asentado en ese tiempo Sarah Ferguson, quien, como tampoco está exenta de polémica y lleva 30 años sin formar parte de La Firma, ha acabado junto a su exesposo en el punto de mira de Partido Liberal Demócrata, que busca impulsar un debate y una investigación en el Parlamento sobre los privilegios de ambos tras los escándalos que han protagonizado.. Sarah Ferguson y el expríncipe Andrés, en Ascot, en 2019.Mark Cuthbert / UK Press via Getty. De hecho, por ahora se desconoce dónde se hospedará Fergie —quien además ha perdido varios trabajos—, mientras que sí se sabe que Andrés se trasladará a una finca remota, y que es una propiedad privada y no entra dentro de los Windsor Real Estate, en Sandringham. «El príncipe Guillermo ha sido un enorme apoyo para su padre, alguien fundamental en todo este asunto. Kate también se ha mostrado muy firme. Ambos le han dejado claro que Andrés no puede ni debe estar cerca de ellos en Windsor», ha revelado un amigo de la familia.. Y esto ha vuelto a abrir otro debate, el del príncipe Harry y Meghan Markle, que puede vivir un futuro similar si no hace las paces con su hermano y entra en alguna polémica que perjudique la imagen de la monarquía. Una fuente cercana a la realeza ha asegurado al citado medio que lo de Andrés es «un mensaje claro desde lo más alto» de la institución. «Guillermo es implacable cuando sobre la mesa está la monarquía y la defens de su reputación. Si a alguien —lo que incluye a los duques de Sussex— se le ve como una amenaza para la imagen de la monarquía, habrá consecuencias. Y serias».. Y en ese aspecto entra que «Harry quiere viajar más a Reino Unido». «Y su padre le ha abierto la puerta, pero Guillermo es más cauto. Se muestra muy firme, decidido y protector con su familia. No va a permitir que nadie dañe lo que ha construido», ha finalizado la fuente.
No dejó lugar a dudas. «El cambio está en la agenda», dijo, sobre lo que piensa hacer cuando se ciña la corona, «me gusta el cambio, no le temo. Es, de hecho, la parte que más me llama la atención [de ser rey], poder algún día introducir cambios. Ninguno, quizá, demasiado radical, pero sí aquellos que considero que deben producirse», añadió ante el actor y cómico Eugene Levy en su programa para Apple TV. Lo que se ha sabido ahora, además, es que esas variantes, que alguien tal vez sí podría considerar radical, se han cimentado en su opinión.. Porque, como se ha sabido recientemente, el príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, jugaron un «papel crucial» en la decisión final tomada por Carlos III de Inglaterra la semana pasada cuando emitió, como venía reclamando gran parte de la sociedad —no por nada llevaba años siendo el miembro con menos apoyo popular de toda la familia real británica—, la carta patente que despojaba, de manera oficial y legal, a su hermano, Andrés Mountbatten Windsor, de los títulos de Su Alteza Real y de ‘Príncipe’.. Pero esa formalidad era algo que, de una forma u otra, ya había echado raíces en la mente del príncipe de Gales, que no desea siquiera dedicarle un pensamiento a Andrés. Solo hay que recordar cómo, estando estos días en Brasil, donde ha sido el representante de Buckingham Palace en el Premio Earthshot entregado en Río de Janeiro y en la cumbre climática COP30 de Belém, en apoyo ambos eventos al medio ambiente y a la conservación de las especies, ha preferido echar balones fuera ante la insistencia de la prensa.. Así, el príncipe Guillermo se propuso y ha conseguido no responder ninguna pregunta sobre su tío, ni sobre su relación con Jeffrey Epstein o las inminentes memorias póstumas de su víctima, Virginia Giuffre, sus títulos perdidos o su futuro, ya sea este en Reino Unido o en un posible exilio una vez tenga que dejar la casa en la que ha vivido durante años pagando un alquiler irrisorio, el Royal Lodge, otro de sus grandes encontronazos, pues era la casa a la que él y Kate querían mudarse para criar a sus hijos pero que, debido a la tardanza de Andrés y a su pulso con el rey, finalmente se han decantado por Forest Lodge.. Cualquier cosa con tal de que Andrés no acaparase titulares y que La Firma vuelva a estar en las noticias por eventos o actos que favorezcan su imagen, sobre todo de cara a las nuevas generaciones. Y es que fuentes cercanas al príncipe Guillermo han dado a conocer a la edición estadounidense de la revista Vanity Fair que el heredero al trono ha sido «tan consciente» del tremendo daño que estaba causando el tercer hijo de Isabel II a la institución monárquica que se propuso hacer lo que fuera necesario para preservar la reputación de la corona, acallándole a él y al ruido mediático que genera.. «Guillermo cree profundamente», como es lógico, «en el futuro de la monarquía; y sabe que esta se encuentra en un momento crucial», ha declarado una fuente cercana a la familia real. «Ha formado parte activamente de la decisión final de despojar formalmente a Andrés de sus títulos. Aunque haya sido el rey quien se ha llevado el mérito, en realidad Guillermo y su esposa han desempeñado un papel crucial entre bastidores», ha añadido.. Y es que, en palabras de otra fuente, el príncipe heredero estuvo el mes pasado con su padre en Escocia para discutir ‘el problema de Andrés’, como lo llaman. «Al rey no le gustan las confrontaciones y tenía dudas sobre si apartar o no por completo a Andrés, porque teme que se convierta en una especie de bala perdida. Guillermo, en cambio, ha sido mucho más firme desde el principio. No le tiene ningún apego sentimental a su tío, a quien considera alguien tóxico y que es mejor tenerlo lo más lejos posible. Así convenció de que la familia tenía que distanciarse de Andrés y que eran necesarias medidas contundentes. En ese aspecto, ambos estaban absolutamente de acuerdo», ha declarado.. Esa presión sobre su padre tiene varias motivaciones. Por un lado, una búsqueda evidente de que, habiendo tenido Carlos III cáncer, ese tema esté solventado una vez él ascienda al trono y no tener que seguir lidiando con el mismo; por otro, un guiño a la opinión pública, que tarde o temprano iba a saber que él y su esposa han sido indispensables para la retirada oficial de los títulos de Andrés; y, por último, una pequeña vendetta por haberles dejado sin la mansión que querían para ellos y sus hijos amparándose en unos privilegios y una confianza (de su madre, de su hermano) de los que ha abusado continuadamente.. De hecho, un amigo de la familia ha puntualizado que los príncipes de Gales han presionado muchísimo para que Andrés abandonase la casa en la que ha vivido durante más de 20 años y en la que también se ha asentado en ese tiempo Sarah Ferguson, quien, como tampoco está exenta de polémica y lleva 30 años sin formar parte de La Firma, ha acabado junto a su exesposo en el punto de mira de Partido Liberal Demócrata, que busca impulsar un debate y una investigación en el Parlamento sobre los privilegios de ambos tras los escándalos que han protagonizado.. De hecho, por ahora se desconoce dónde se hospedará Fergie —quien además ha perdido varios trabajos—, mientras que sí se sabe que Andrés se trasladará a una finca remota, y que es una propiedad privada y no entra dentro de los Windsor Real Estate, en Sandringham. «El príncipe Guillermo ha sido un enorme apoyo para su padre, alguien fundamental en todo este asunto. Kate también se ha mostrado muy firme. Ambos le han dejado claro que Andrés no puede ni debe estar cerca de ellos en Windsor», ha revelado un amigo de la familia.. Y esto ha vuelto a abrir otro debate, el del príncipe Harry y Meghan Markle, que puede vivir un futuro similar si no hace las paces con su hermano y entra en alguna polémica que perjudique la imagen de la monarquía. Una fuente cercana a la realeza ha asegurado al citado medio que lo de Andrés es «un mensaje claro desde lo más alto» de la institución. «Guillermo es implacable cuando sobre la mesa está la monarquía y la defens de su reputación. Si a alguien —lo que incluye a los duques de Sussex— se le ve como una amenaza para la imagen de la monarquía, habrá consecuencias. Y serias».. Y en ese aspecto entra que «Harry quiere viajar más a Reino Unido». «Y su padre le ha abierto la puerta, pero Guillermo es más cauto. Se muestra muy firme, decidido y protector con su familia. No va a permitir que nadie dañe lo que ha construido», ha finalizado la fuente.
