El término empezó a volverse viral tras el lanzamiento de LUX, el cuarto álbum de Rosalía, un proyecto de alto voltaje conceptual que llegó el 7 de noviembre con estructura «de movimientos» y colaboraciones de corte clásico y experimental. La propia presentación del disco encendió lecturas sobre duelo, renacimiento y una nueva etapa artística.. Entre los temas, «La perla» fue el que incendió el debate ya que la letra encadena dardos en clave sentimental y, en uno de sus versos, desliza la idea de que «dirá que no fue él… que fue su doppelgänger». El guiño activó la máquina de teorías en redes y prensa, que conectaron el tema con su pasado sentimental reciente.. La conversación escaló cuando Rauw Alejandro publicó un mensaje en X: «No confundan los protagonistas… esa película pasó hace rato». La reacción reavivó el relato mediático alrededor del disco y consolidó el término como palabra-fetiche de esta era Rosalía.. Qué significa «doppelgänger». Viene del alemán y nombra al «doble» de alguien. Describe a una persona idéntica a otra, un doble casi perfecto, con quien comparte rasgos físicos o incluso gestos, hasta el punto de poder confundirlos. En la literatura y el folclore germano, el doppelgänger aparece como una figura inquietante, un reflejo o sombra del propio individuo que anuncia mala suerte o una crisis de identidad.. Con el tiempo, el término salió del terreno místico para instalarse en la cultura pop y digital: hoy se usa para hablar de personas que se parecen demasiado entre sí, pero también de versiones alternativas de uno mismo, reales o simbólicas. En redes, por ejemplo, puede referirse a alguien que parece una copia estética o emocional de otra persona, un ex, un nuevo amor, o incluso un «yo pasado» que ya no existe.. En español, si quieres ir a lo seguro, «doble» es la alternativa recomendada por la RAE, aunque doppelgänger ha sido adoptado por los medios como sinónimo con más matices, sobre todo cuando se busca enfatizar el misterio o la duplicidad de una identidad.. Por qué todo el mundo lo está usando ahora. Porque el término sirve perfecto como metáfora pop: un «doppelgänger» es el «otro yo» al que culpar con ironía («no era yo, era mi doble»). Y en 2025 encaja con temas de moda como los «gemelos digitales», deepfakes y dobles en redes. Parecidos razonables, identidades fracturadas y la eterna pregunta de quién es «el auténtico yo» cuando todo circula en internet.. La letra completa de ‘La perla’, de Rosalía. Hola. Ladrón de paz. Campo de minas para mi sensibilidad. Playboy, un campeón. Gasta el dinero que tiene y también el que no. Él es tan encantador. Estrella de la sinrazón. Un espejismo. Medalla olímpica de oro al más cabrón. Tienes el podio de la gran desilusión. La decepción local. Rompecorazones nacional. Un terrorista emocional. El mayor desastre mundial. Es una perla. Nadie se fía. Es una perla. Una de mucho cuida’o. El rey de la 13-14. No sabe lo que es cotizar. Él es el centro del mundo. Y ya después ¿lo demás qué más dará?. Por fin, vas a terapia. Si al psicólogo y, también, psiquiatra. ¿Pero de qué te sirve. Si siempre mientes más que hablas?. Te harán un monumento a la deshonestidad. No me das pena. Quien queda contigo se drena. Siempre se autoinvita. Si puede, vive en casa ajena. Red flag andante. Tremendo desastre. Dirá que no fue él. Que fue su doppelgänger. (Bueno, es que, claro, no referirse a él como icono). (Sería para él una narrativa reduccionista, ¿me entiendes?). Nunca le prestes na’. No lo devolverá. Ser bala perdida es su especialidad. La lealtad (la lealtad) y la fidelidad (fidelidad). Es un idioma que nunca entenderá. Su masterpiece, su colección de bras. Si le pides ayuda, desaparecerá. La decepción local. Rompecorazones nacional. Un terrorista emocional. El mayor desastre mundial. Es una perla. Nadie se fía
Rosalía dice en «La perla» que «no fue él, fue su doppelgänger». Desde entonces, medio internet se pregunta qué es exactamente y cómo usarlo sin meter la pata
El término empezó a volverse viral tras el lanzamiento de LUX, el cuarto álbum de Rosalía, un proyecto de alto voltaje conceptual que llegó el 7 de noviembre con estructura «de movimientos» y colaboraciones de corte clásico y experimental. La propia presentación del disco encendió lecturas sobre duelo, renacimiento y una nueva etapa artística.. Entre los temas, «La perla» fue el que incendió el debate ya que la letra encadena dardos en clave sentimental y, en uno de sus versos, desliza la idea de que «dirá que no fue él… que fue su doppelgänger». El guiño activó la máquina de teorías en redes y prensa, que conectaron el tema con su pasado sentimental reciente.. La conversación escaló cuando Rauw Alejandro publicó un mensaje en X: «No confundan los protagonistas… esa película pasó hace rato». La reacción reavivó el relato mediático alrededor del disco y consolidó el término como palabra-fetiche de esta era Rosalía.. Qué significa «doppelgänger». Viene del alemán y nombra al «doble» de alguien. Describe a una persona idéntica a otra, un doble casi perfecto, con quien comparte rasgos físicos o incluso gestos, hasta el punto de poder confundirlos. En la literatura y el folclore germano, el doppelgänger aparece como una figura inquietante, un reflejo o sombra del propio individuo que anuncia mala suerte o una crisis de identidad.. Con el tiempo, el término salió del terreno místico para instalarse en la cultura pop y digital: hoy se usa para hablar de personas que se parecen demasiado entre sí, pero también de versiones alternativas de uno mismo, reales o simbólicas. En redes, por ejemplo, puede referirse a alguien que parece una copia estética o emocional de otra persona, un ex, un nuevo amor, o incluso un «yo pasado» que ya no existe.. En español, si quieres ir a lo seguro, «doble» es la alternativa recomendada por la RAE, aunque doppelgänger ha sido adoptado por los medios como sinónimo con más matices, sobre todo cuando se busca enfatizar el misterio o la duplicidad de una identidad.. Por qué todo el mundo lo está usando ahora. Porque el término sirve perfecto como metáfora pop: un «doppelgänger» es el «otro yo» al que culpar con ironía («no era yo, era mi doble»). Y en 2025 encaja con temas de moda como los «gemelos digitales», deepfakes y dobles en redes. Parecidos razonables, identidades fracturadas y la eterna pregunta de quién es «el auténtico yo» cuando todo circula en internet.. La letra completa de ‘La perla’, de Rosalía. Hola. Ladrón de paz. Campo de minas para mi sensibilidad. Playboy, un campeón. Gasta el dinero que tiene y también el que no. Él es tan encantador. Estrella de la sinrazón. Un espejismo. Medalla olímpica de oro al más cabrón. Tienes el podio de la gran desilusión. La decepción local. Rompecorazones nacional. Un terrorista emocional. El mayor desastre mundial. Es una perla. Nadie se fía. Es una perla. Una de mucho cuida’o. El rey de la 13-14. No sabe lo que es cotizar. Él es el centro del mundo. Y ya después ¿lo demás qué más dará?. Por fin, vas a terapia. Si al psicólogo y, también, psiquiatra. ¿Pero de qué te sirve. Si siempre mientes más que hablas?. Te harán un monumento a la deshonestidad. No me das pena. Quien queda contigo se drena. Siempre se autoinvita. Si puede, vive en casa ajena. Red flag andante. Tremendo desastre. Dirá que no fue él. Que fue su doppelgänger. (Bueno, es que, claro, no referirse a él como icono). (Sería para él una narrativa reduccionista, ¿me entiendes?). Nunca le prestes na’. No lo devolverá. Ser bala perdida es su especialidad. La lealtad (la lealtad) y la fidelidad (fidelidad). Es un idioma que nunca entenderá. Su masterpiece, su colección de bras. Si le pides ayuda, desaparecerá. La decepción local. Rompecorazones nacional. Un terrorista emocional. El mayor desastre mundial. Es una perla. Nadie se fía
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