La Guardia Civil de la Región de Murcia ha detenido al responsable de una explotación ganadera de Mula como presunto autor de un delito contra los animales. Esta detención se ha producido en el marco de la operación ‘Horrores’, una investigación iniciada para esclarecer unos hechos relacionados con abandono y maltrato de animales en una granja del municipio, según han informado fuentes de la Benemérita.
Durante la operación, en la que los guardias civiles han contado con la colaboración de la Dirección General de Producción Agraria, Ganadería y Medio Marino de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM), se han hallado más de 200 cabezas de ganado ovino y caprino muertas y en avanzado estado de descomposición o en un notable estado de abandono.
Las actuaciones se iniciaron el pasado mes de julio, cuando se recibió una llamada anónima en el puesto de la Guardia Civil de Mula en la que se informaba de un posible caso de abandono animal en una explotación ganadera.
Especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Benemérita, abrieron la correspondiente investigación para verificar y, en su caso, esclarecer los hechos denunciados telefónicamente.
Los guardias civiles de la Patrulla de Protección de la Naturaleza se desplazaron hasta la granja. Durante la primera inspección hallaron numerosos cadáveres de animales en diferentes estados de descomposición, tanto dentro como fuera del recinto, incluyendo ovinos, caprinos y un perro pastor.
Los investigadores también observaron graves deficiencias en el suministro de agua y alimentos, con comederos llenos de tierra y piedras, y bebederos secos o con agua contaminada con sangre y cadáveres. Dos equinos alojados en la explotación también carecían de alimentación y bebida adecuadas.
Mientras se intentaba localizar al responsable de la explotación ganadera, los guardias civiles suministraron agua y alimento a los animales vivos, «que mostraban un estado de debilidad alarmante», han indicado.
La Guardia Civil alertó, a su vez a la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de la CARM, cuyos técnicos veterinarios inspeccionaron la explotación y contabilizaron alrededor de dos centenares de animales vivos en condiciones precarias, y más de medio centenar de cadáveres en diferentes fases de descomposición o esqueletización.
Durante las inspecciones también se detectó un gran acopio de residuos peligrosos y estructuras en mal estado que ponían en riesgo la salud de los animales.
La explotación ganadera ha sido inmovilizada y propuesta para expediente sancionador, por «vulnerar gravemente el bienestar animal y la salud pública».
Una vez identificado el responsable de la granja, la Guardia Civil estableció un dispositivo de búsqueda que ha culminado con su localización y detención como presunto autor de delito contra los animales, así como la emisión de las correspondientes denuncias administrativas por las deficiencias detectadas en las instalaciones.
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La Guardia Civil de la Región de Murcia ha detenido al dueño de una granja de mulas bajo sospecha de cometer un delito relacionado con animales. La detención se realizó como parte de la operación «Horrores», que se lanzó para investigar casos de abandono y maltrato de animales en una granja de la zona, según fuentes de Benemérita. Durante esta operación, llevada a cabo en colaboración con la Dirección General de Producción Agrícola, Ganadería y Medio Marino de la Región de Murcia (CARM), se descubrieron más de 200 ovejas y cabras muertas, en estado avanzado de descomposición o muy descuidadas. La investigación comenzó en julio pasado después de que la Guardia Civil de Mula recibiera una pista anónima sobre un posible caso de abandono de animales en la granja. Especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) iniciaron la investigación para verificar y aclarar los problemas reportados. Oficiales de la Patrulla de Protección de la Naturaleza posteriormente fueron a la granja. En la inspección inicial, descubrieron muchos cadáveres de animales en diferentes etapas de descomposición, tanto dentro como fuera del recinto, incluyendo ovejas, cabras y un perro pastor. Los investigadores también observaron una escasez significativa de alimentos y agua, ya que los comederos estaban obstruidos con tierra y piedras, y los bebederos estaban vacíos o contenían agua contaminada con sangre y restos. Dos caballos de la granja también sufrieron de falta de comida y agua. Mientras trataban de encontrar al responsable de la granja de ganado, los guardias civiles proporcionaron alimento y agua a los animales, que parecían estar en un inquietante estado de debilidad. La Guardia Civil notificó al Ministerio de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de la CARM, lo que llevó a una inspección por parte de técnicos veterinarios que encontraron alrededor de doscientos animales en condiciones extremas, junto con más de cincuenta cadáveres en varias etapas de descomposición. Las inspecciones también revelaron una cantidad significativa de residuos peligrosos y estructuras inadecuadas que representaban riesgos para la salud de los animales. Como resultado, la granja de ganado ha sido cerrada y enfrenta sanciones por «violación grave del bienestar animal y la salud pública». Después de identificar a la persona responsable de la granja, la Guardia Civil llevó a cabo una operación de búsqueda que condujo a su localización y arresto por presunta crueldad animal, junto con quejas administrativas por las deficiencias encontradas en las instalaciones.
En la primera revisión se encontraron varios cuerpos de animales en distintos niveles de descomposición.