Los Mossos d’Esquadra han arrestado al supuesto francotirador de Horta, un individuo de 50 años que durante varias semanas disparó repetidamente con un arma de balines hacia la ventana de una casa en la calle del Canigó, en el barrio de Horta en Barcelona. De acuerdo con fuentes de la policía, estuvo involucrado en hasta nueve incidentes de disparos diferentes entre mayo y junio de 2025. Su intención era dirigirse a una familia que residía en el edificio de enfrente. Las personas afectadas habían presentado un total de nueve quejas ante los Mossos después de experimentar semanas de permanente tensión. Según indicaron, los disparos ocurrían casi a diario y provenían de una granja cercana. La situación se volvió más grave cuando, el 21 de mayo, uno de los niños de la familia recibió un balín en el hombro mientras estaba sentado en el sofá de la sala. Desde ese instante, se puso en funcionamiento un sistema especial de monitoreo. Así operaba el francotirador de Horta: con balines, binoculares y exactitud desde su hogar. Los Mossos pudieron identificar al individuo sospechoso y, después de recopilar las pruebas pertinentes, consiguieron el permiso judicial para llevar a cabo un registro en su vivienda. En el transcurso del registro, descubrieron múltiples objetos que corroboraban su participación: binoculares, una mira óptica, restos de cartuchos y una caja de perdigones.
Los Mossos d’Esquadra han detenido a un hombre de 50 años que estuvo acosando durante varias semanas a una familia en Barcelona, disparándoles perdigones.
Los Mossos d’Esquadra han arrestado al supuesto francotirador de Horta, un individuo de 50 años que durante varias semanas disparó repetidamente con un arma de balines hacia la ventana de una casa en la calle del Canigó, en el barrio de Horta en Barcelona. De acuerdo con fuentes de la policía, estuvo involucrado en hasta nueve incidentes de disparos diferentes entre mayo y junio de 2025. Su intención era dirigirse a una familia que residía en el edificio de enfrente. Las personas afectadas habían presentado un total de nueve quejas ante los Mossos después de experimentar semanas de permanente tensión. Según indicaron, los disparos ocurrían casi a diario y provenían de una granja cercana. La situación se volvió más grave cuando, el 21 de mayo, uno de los niños de la familia recibió un balín en el hombro mientras estaba sentado en el sofá de la sala. Desde ese instante, se puso en funcionamiento un sistema especial de monitoreo. Así operaba el francotirador de Horta: con balines, binoculares y exactitud desde su hogar. Los Mossos pudieron identificar al individuo sospechoso y, después de recopilar las pruebas pertinentes, consiguieron el permiso judicial para llevar a cabo un registro en su vivienda. En el transcurso del registro, descubrieron múltiples objetos que corroboraban su participación: binoculares, una mira óptica, restos de cartuchos y una caja de perdigones.
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