La capacidad de los seres humanos para crear fuego supuso un cambio significativo en la historia de la evolución de nuestra especie. El uso controlado de este elemento fue clave para nuestra supervivencia y expansión por todo el mundo, aunque hasta ahora estaba resultando todo un desafío para los investigadores determinar cuándo y cómo evolucionó el uso del fuego por parte de los humanos. Un nuevo hallazgo reescribe ahora la cronología sobre cuándo fue la primera vez que se consiguió crear fuego, después de descubrir en Inglaterra la primera prueba de fuego creado por humanos, hace 400.000 años.. Un equipo de arqueólogos británicos ha descubierto en un yacimiento próximo a Barnham (condado de Suffolk, Inglaterra) un par de diminutos fragmentos de roca de apenas dos centímetros que forman parte de fogatas creadas 400.000 años atrás.. «Es un descubrimiento asombroso», ha calificado Simon Parfitt, que lleva casi dos décadas excavando en dicho yacimiento, en un comunicado. Estos fragmentos demuestran que es un fuego que no se creó de forma accidental, sino que se encendió y se mantuvo vivo a propósito.. Tal y como describen los investigadores en el artículo publicado recientemente en Nature, en dicho yacimiento se localizaron «sedimentos calentados y hachas de mano de sílex agrietadas por el fuego, junto con dos fragmentos de pirita de hierro, un mineral utilizado en períodos posteriores para generar chispas con sílex».. «Puesto que la pirita no se encuentra de forma natural en ese paisaje, su presencia demuestra que tenían la capacidad de hacer fuego a voluntad. Habría sido una parte esencial de un conjunto de herramientas para hacer fuego», señala Parfitt. En definitiva, se trataría del primer encendedor de la historia que se conoce.. Según exponen, «el uso del fuego se desarrolló a lo largo de un millón de años, progresando desde la recolección de fuego natural hasta el mantenimiento y, finalmente, la fabricación de fuego».. La presencia de pirita en este yacimiento es señal inequívoca del uso controlado del fuego. «Demuestra no solo que podían mantener el fuego, sino que lo producían», explica la doctora Silvia Bello, experta en comportamiento humano antiguo.. Por este motivo, indican los arqueólogos en su artículo de Nature, el nacimiento «de esta capacidad tecnológica proporcionó importantes beneficios sociales y adaptativos, incluida la capacidad de cocinar alimentos bajo demanda (en particular carne), mejorando así la digestibilidad y la disponibilidad de energía, lo que puede haber sido crucial para la evolución del cerebro de los homínidos», concluyen.
Un equipo de arqueólogos ha localizado fragmentos de roca utilizada para generar chispas que creasen fuego.
La capacidad de los seres humanos para crear fuego supuso un cambio significativo en la historia de la evolución de nuestra especie. El uso controlado de este elemento fue clave para nuestra supervivencia y expansión por todo el mundo, aunque hasta ahora estaba resultando todo un desafío para los investigadores determinar cuándo y cómo evolucionó el uso del fuego por parte de los humanos. Un nuevo hallazgo reescribe ahora la cronología sobre cuándo fue la primera vez que se consiguió crear fuego, después de descubrir en Inglaterra la primera prueba de fuego creado por humanos, hace 400.000 años.. Un equipo de arqueólogos británicos ha descubierto en un yacimiento próximo a Barnham (condado de Suffolk, Inglaterra) un par de diminutos fragmentos de roca de apenas dos centímetros que forman parte de fogatas creadas 400.000 años atrás.. «Es un descubrimiento asombroso», ha calificado Simon Parfitt, que lleva casi dos décadas excavando en dicho yacimiento, en un comunicado. Estos fragmentos demuestran que es un fuego que no se creó de forma accidental, sino que se encendió y se mantuvo vivo a propósito.. Tal y como describen los investigadores en el artículo publicado recientemente en Nature, en dicho yacimiento se localizaron «sedimentos calentados y hachas de mano de sílex agrietadas por el fuego, junto con dos fragmentos de pirita de hierro, un mineral utilizado en períodos posteriores para generar chispas con sílex».. «Puesto que la pirita no se encuentra de forma natural en ese paisaje, su presencia demuestra que tenían la capacidad de hacer fuego a voluntad. Habría sido una parte esencial de un conjunto de herramientas para hacer fuego», señala Parfitt. En definitiva, se trataría del primer encendedor de la historia que se conoce.. Según exponen, «el uso del fuego se desarrolló a lo largo de un millón de años, progresando desde la recolección de fuego natural hasta el mantenimiento y, finalmente, la fabricación de fuego».. La presencia de pirita en este yacimiento es señal inequívoca del uso controlado del fuego. «Demuestra no solo que podían mantener el fuego, sino que lo producían», explica la doctora Silvia Bello, experta en comportamiento humano antiguo.. Por este motivo, indican los arqueólogos en su artículo de Nature, el nacimiento «de esta capacidad tecnológica proporcionó importantes beneficios sociales y adaptativos, incluida la capacidad de cocinar alimentos bajo demanda (en particular carne), mejorando así la digestibilidad y la disponibilidad de energía, lo que puede haber sido crucial para la evolución del cerebro de los homínidos», concluyen.
