La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a penas que suman once años de prisión a un hombre que secuestró y violó a su expareja, al negarse a reanudar la relación sentimental que había roto ella.
La sentencia incluye la pena de libertad vigilada por un máximo de diez años y dos órdenes de alejamiento de 500 metros, junto con el pago de una indemnización de quince mil euros por daños morales y otros 280 por las lesiones.
El relato de hechos probados recoge que el acusado residía en una ciudad andaluza y ella en Murcia. y que ambos iniciaron una relación sentimental a mediados de 2017 que pasó por etapas de altibajos, desencuentros y rupturas.
Un año después, la denunciante decidió poner fin a la relación y pidió al acusado que retirara de su vivienda sus efectos personales. También cambió la cerradura de la casa para que no pudiera acceder a su interior.
El 30 de octubre de 2018, ambos mantuvieron tres conversaciones telefónicas. En una de ellas, según la Sala, el acusado empleaba un tono retador cuando ella le decía que podría llamar a la Guardia Civil y él contestaba que le daba igual y que si lo detenían, cuando lo soltaran iría a buscarla.
Apenas dos días después, el procesado esperó ocho horas a que la denunciante llegara a la vivienda. Ella llegó a las cuatro de la madrugada, momento en que el acusado la abordó por la espalda junto al ascensor y tiró con fuerza de la bufanda, insistiendo en retomar la relación.
Además, le exigió que le facilitara la clave de acceso de su teléfono móvil para saber con quién había estado esa noche, y al negarse, la llevó por la fuerza a su coche y condujo por caminos de la huerta de Murcia hasta llegar a uno que no tenía salida.
Allí le introdujo el pene en la boca para que le hiciera una felación, sin que se consumara al sentir ella arcadas, ni tampoco las penetraciones que también intentó, tras lo cual ella arrojó el móvil a un terreno vallado.
Cuando el acusado trató de saltar la verja para recuperarlo, la mujer aprovechó para huir, hasta llegar a un área de descanso donde dormía un camionero en la cabina de su vehículo, al que contó lo ocurrido y pidió ayuda, llamando este al Teléfono Único de Emergencias 112.
Poco después, la Guardia Civil detuvo al acusado en las inmediaciones, pese a que intentó escapar en su coche.
El tribunal condena al acusado por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia de género y otro de violación en concurso con un tercero de detención ilegal, y le aplica la atenuante de dilaciones indebidas y la agravante de parentesco.
La sentencia indica que la misma no es firme, ya que puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia.
Noticias de Murcia en La Razón
La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a penas que suman once años de prisión a un hombre que secuestró y violó a su expareja, al negarse a reanudar la relación sentimental que había roto ella.. La sentencia incluye la pena de libertad vigilada por un máximo de diez años y dos órdenes de alejamiento de 500 metros, junto con el pago de una indemnización de quince mil euros por daños morales y otros 280 por las lesiones.. El relato de hechos probados recoge que el acusado residía en una ciudad andaluza y ella en Murcia. y que ambos iniciaron una relación sentimental a mediados de 2017 que pasó por etapas de altibajos, desencuentros y rupturas.. Un año después, la denunciante decidió poner fin a la relación y pidió al acusado que retirara de su vivienda sus efectos personales. También cambió la cerradura de la casa para que no pudiera acceder a su interior.. El 30 de octubre de 2018, ambos mantuvieron tres conversaciones telefónicas. En una de ellas, según la Sala, el acusado empleaba un tono retador cuando ella le decía que podría llamar a la Guardia Civil y él contestaba que le daba igual y que si lo detenían, cuando lo soltaran iría a buscarla.. Apenas dos días después, el procesado esperó ocho horas a que la denunciante llegara a la vivienda. Ella llegó a las cuatro de la madrugada, momento en que el acusado la abordó por la espalda junto al ascensor y tiró con fuerza de la bufanda, insistiendo en retomar la relación.. Además, le exigió que le facilitara la clave de acceso de su teléfono móvil para saber con quién había estado esa noche, y al negarse, la llevó por la fuerza a su coche y condujo por caminos de la huerta de Murcia hasta llegar a uno que no tenía salida.. Allí le introdujo el pene en la boca para que le hiciera una felación, sin que se consumara al sentir ella arcadas, ni tampoco las penetraciones que también intentó, tras lo cual ella arrojó el móvil a un terreno vallado.. Cuando el acusado trató de saltar la verja para recuperarlo, la mujer aprovechó para huir, hasta llegar a un área de descanso donde dormía un camionero en la cabina de su vehículo, al que contó lo ocurrido y pidió ayuda, llamando este al Teléfono Único de Emergencias 112.. Poco después, la Guardia Civil detuvo al acusado en las inmediaciones, pese a que intentó escapar en su coche.. El tribunal condena al acusado por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia de género y otro de violación en concurso con un tercero de detención ilegal, y le aplica la atenuante de dilaciones indebidas y la agravante de parentesco.. La sentencia indica que la misma no es firme, ya que puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia.
El condenado le exigió que le facilitara la clave de acceso de su teléfono móvil para saber con quién había estado esa noche, y al negarse, la llevó por la fuerza a su coche y condujo por caminos de la huerta de Murcia