Cuando bajan las temperaturas, el confort de tu hogar depende de que la caldera esté lista para funcionar. Sin embargo, muchos posponen esta tarea hasta que surge una avería. Así es cómo debes poner el modo invierno en tu caldera paso a paso, para garantizar seguridad, eficiencia y un buen arranque del sistema de calefacción. Ponerlo bien puede marcar la diferencia entre el confort y el consumo.. ¿Por qué es importante poner la caldera en modo invierno?. Activar el modo invierno de la caldera significa que el equipo deja de operar sólo para agua caliente sanitaria y pasa a alimentar también la calefacción. Este cambio representa el inicio de la temporada de uso intensivo y es clave para garantizar eficiencia, seguridad y buen reparto del calor en el hogar.. Además, un sistema mal ajustado puede derivar en un mayor consumo, funcionamiento irregular o averías que podrían evitarse con un mantenimiento preventivo.. Paso 1: Cambiar al modo invierno. En la mayoría de calderas, el panel de control incluye un selector “verano/invierno” o un icono de radiador. En modelos como Vaillant, Junkers Bosch o Saunier Duval, este cambio está claramente indicado.. Lo recomendable es hacer el cambio antes de que el frío se instale del todo, idealmente entre septiembre y noviembre. Antes de hacerlo, asegúrate de que la caldera tiene alimentación eléctrica y el suministro de gas abierto. Después del cambio de modo, comprueba que los radiadores comienzan a calentarse progresivamente.. Paso 2: Verificar la presión del circuito de calefacción. La presión del circuito de calefacción visible en el manómetro de la caldera debe estar entre 1 y 1,5 bares cuando el sistema está frío. Si está por debajo, hay que rellenar el circuito; si está por encima, puede ser necesario liberar algo de agua o contactar con un técnico autorizado.. Cómo rellenar o corregir la presión. Para ajustar la presión:. Localiza la llave de llenado, situada normalmente bajo la caldera.. Ábrela lentamente hasta que el manómetro marque el valor correcto.. Cierra la llave y verifica que la presión se mantiene estable.. Si observas que la presión baja con frecuencia, puede haber una pequeña fuga o un problema en el vaso de expansión que conviene revisar.. Paso 3: Purgar los radiadores. Durante los meses sin uso, los radiadores pueden acumular aire en el circuito, lo que impide que se calienten correctamente o provoca ruidos. Purgarlos mejora la distribución del calor y ayuda al sistema a arrancar con mayor eficiencia.. Cómo purgar correctamente. Apaga la calefacción y espera a que los radiadores estén fríos.. Coloca un recipiente bajo la válvula de purga, situada en la parte superior lateral.. Gira la válvula con un destornillador o llave hasta que salga aire y, después, un hilo de agua constante.. Cierra la válvula y comprueba la presión de la caldera, ya que suele descender ligeramente tras el purgado.. Paso 4: Comprobar termostato y controles. El termostato actúa como el “cerebro” del sistema. Verifica que responde correctamente: sube unos grados la temperatura y observa si la caldera arranca; después, bájala para confirmar que se detiene.. Si el termostato es antiguo o tiene pilas, conviene revisarlas o considerar una actualización a modelos programables o inteligentes, que mejoran la eficiencia.. Revisar ventilación y llama. En calderas de gas, la llama debe ser azul intensa, nunca amarilla o anaranjada. Una combustión deficiente puede indicar un problema de ventilación o un exceso de suciedad en el quemador. También es importante asegurarse de que las rejillas de ventilación no estén obstruidas.. Paso 5: Mantenimiento profesional y consejos adicionales. Aunque muchas de estas comprobaciones pueden hacerse en casa, la revisión profesional anual es obligatoria en la mayoría de comunidades autónomas. Este mantenimiento garantiza la seguridad, la eficiencia energética y alarga la vida útil del equipo.. Hábitos que ayudan a mantener la caldera en buen estado. No tapes la caldera ni los radiadores, para permitir una correcta ventilación.. Instala un detector de monóxido de carbono si usas una caldera de gas o gasoil.. Mantén la temperatura ambiente entre 19 C y 21 C para un consumo más eficiente.. En periodos prolongados sin uso, deja la caldera en modo “antihielo” si lo incluye.. Invierno calentito. Poner en modo invierno tu caldera es mucho más que encenderla, implica activar la calefacción, ajustar la presión, purgar los radiadores, comprobar los controles y, si es necesario, realizar una revisión profesional. Con estos pasos, tu sistema funcionará de forma eficiente, segura y lista para mantener tu hogar cálido durante todo el invierno.
Una guía esencial para tener tu caldera lista para el invierno sin sobresaltos
Cuando bajan las temperaturas, el confort de tu hogar depende de que la caldera esté lista para funcionar. Sin embargo, muchos posponen esta tarea hasta que surge una avería. Así es cómo debes poner el modo invierno en tu caldera paso a paso, para garantizar seguridad, eficiencia y un buen arranque del sistema de calefacción. Ponerlo bien puede marcar la diferencia entre el confort y el consumo.. ¿Por qué es importante poner la caldera en modo invierno?. Activar el modo invierno de la caldera significa que el equipo deja de operar sólo para agua caliente sanitaria y pasa a alimentar también la calefacción. Este cambio representa el inicio de la temporada de uso intensivo y es clave para garantizar eficiencia, seguridad y buen reparto del calor en el hogar.. Además, un sistema mal ajustado puede derivar en un mayor consumo, funcionamiento irregular o averías que podrían evitarse con un mantenimiento preventivo.. Paso 1: Cambiar al modo invierno. En la mayoría de calderas, el panel de control incluye un selector “verano/invierno” o un icono de radiador. En modelos como Vaillant, Junkers Bosch o Saunier Duval, este cambio está claramente indicado.. Lo recomendable es hacer el cambio antes de que el frío se instale del todo, idealmente entre septiembre y noviembre. Antes de hacerlo, asegúrate de que la caldera tiene alimentación eléctrica y el suministro de gas abierto. Después del cambio de modo, comprueba que los radiadores comienzan a calentarse progresivamente.. Paso 2: Verificar la presión del circuito de calefacción. La presión del circuito de calefacción visible en el manómetro de la caldera debe estar entre 1 y 1,5 bares cuando el sistema está frío. Si está por debajo, hay que rellenar el circuito; si está por encima, puede ser necesario liberar algo de agua o contactar con un técnico autorizado.. Cómo rellenar o corregir la presión. Para ajustar la presión:. Localiza la llave de llenado, situada normalmente bajo la caldera.. Ábrela lentamente hasta que el manómetro marque el valor correcto.. Cierra la llave y verifica que la presión se mantiene estable.. Si observas que la presión baja con frecuencia, puede haber una pequeña fuga o un problema en el vaso de expansión que conviene revisar.. Paso 3: Purgar los radiadores. Durante los meses sin uso, los radiadores pueden acumular aire en el circuito, lo que impide que se calienten correctamente o provoca ruidos. Purgarlos mejora la distribución del calor y ayuda al sistema a arrancar con mayor eficiencia.. Cómo purgar correctamente. Apaga la calefacción y espera a que los radiadores estén fríos.. Coloca un recipiente bajo la válvula de purga, situada en la parte superior lateral.. Gira la válvula con un destornillador o llave hasta que salga aire y, después, un hilo de agua constante.. Cierra la válvula y comprueba la presión de la caldera, ya que suele descender ligeramente tras el purgado.. Paso 4: Comprobar termostato y controles. El termostato actúa como el “cerebro” del sistema. Verifica que responde correctamente: sube unos grados la temperatura y observa si la caldera arranca; después, bájala para confirmar que se detiene.. Si el termostato es antiguo o tiene pilas, conviene revisarlas o considerar una actualización a modelos programables o inteligentes, que mejoran la eficiencia.. Revisar ventilación y llama. En calderas de gas, la llama debe ser azul intensa, nunca amarilla o anaranjada. Una combustión deficiente puede indicar un problema de ventilación o un exceso de suciedad en el quemador. También es importante asegurarse de que las rejillas de ventilación no estén obstruidas.. Paso 5: Mantenimiento profesional y consejos adicionales. Aunque muchas de estas comprobaciones pueden hacerse en casa, la revisión profesional anual es obligatoria en la mayoría de comunidades autónomas. Este mantenimiento garantiza la seguridad, la eficiencia energética y alarga la vida útil del equipo.. Hábitos que ayudan a mantener la caldera en buen estado. No tapes la caldera ni los radiadores, para permitir una correcta ventilación.. Instala un detector de monóxido de carbono si usas una caldera de gas o gasoil.. Mantén la temperatura ambiente entre 19 °C y 21 °C para un consumo más eficiente.. En periodos prolongados sin uso, deja la caldera en modo “antihielo” si lo incluye.. Invierno calentito. Poner en modo invierno tu caldera es mucho más que encenderla, implica activar la calefacción, ajustar la presión, purgar los radiadores, comprobar los controles y, si es necesario, realizar una revisión profesional. Con estos pasos, tu sistema funcionará de forma eficiente, segura y lista para mantener tu hogar cálido durante todo el invierno.
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