El Departament de Justícia i Qualitat Democràtica, a través de la Direcció General de Memòria Democràtica, ha recuperado los restos óseos de siete víctimas republicanas de la Guerra Civil que, según las primeras evidencias, podrían ser de soldados fallecidos en combate. Han sido encontrados en la fosa de la Era de Cal Lico en Alentorn, en el municipio de Artesa de Segre (Lleida). Los trabajos arqueológicos se desarrollaron entre los meses de agosto y septiembre, en el marco del Plan de fosas 2023-2026 de la Generalitat.
«Con esta nueva exhumación damos un paso más en el compromiso del Govern para devolver la dignidad a todas las víctimas de la Guerra Civil. Cada fosa que recuperamos es un acto de justicia y de reparación, tanto para las familias como para la memoria colectiva. Siempre al servicio del ‘Mai Més'», ha afirmado el director general de Memòria Democràtica, Xavier Menéndez.
Los testimonios orales, claves para el descubrimiento
Según ha concretado el departamento en un comunicado este jueves, las excavaciones se iniciaron gracias a dos vecinos de Alentorn, que trasmitieron una información facilitada por su padre, fallecido en 2008. Según su relato, durante la guerra, en la finca conocida como la Era de Cal Lico, el ejército republicano instaló un punto de vacunación contra el tifus. El testigo indicó que se habían enterrado soldados muertos al frente, posiblemente procedentes de la zona del Montsec, y que él mismo había participado en las labores de inhumación.
Aunque inicialmente el punto exacto de entierro era desconocido, el equipo de arqueólogos llevó a cabo varios sondeos mecánicos para acotar la zona hasta encontrar el espacio de la fosa. De los siete restos encontrados, seis de ellos se encontraban en fosas dobles, profundas y de dimensiones reducidas, con los cuerpos colocados uno sobre otro. El séptimo cuerpo se localizó en una fosa individual parcialmente afectada por trabajos agrícolas posteriores, aunque no se puede descartar que ésta última fuera, en un inicio, una fosa doble como el resto.
Durante la intervención, también se han recuperado diversos objetos personales y elementos vinculados a la ropa que llevaban en el momento del entierro, como calzado, botones, hebillas o corchetes. Entre los materiales destaca una insignia del Cuerpo de Transmisiones del Ejército de la República, que uno de los soldados llevaba en la solapa de la chaqueta.
En el marco del programa de identificación genética de la Generalitat, se han extraído muestras de ADN para obtener el perfil genético de cada individuo, con el objetivo de determinar su identidad y devolverlos a las familias.
Las primeras evidencias indican que se trata de soldados republicanos fallecidos en combate, y se están analizando los restos para identificarlos.
El Departament de Justícia i Qualitat Democràtica, a través de la Direcció General de Memòria Democràtica, ha recuperado los restos óseos de siete víctimas republicanas de la Guerra Civil que, según las primeras evidencias, podrían ser de soldados fallecidos en combate. Han sido encontrados en la fosa de la Era de Cal Lico en Alentorn, en el municipio de Artesa de Segre (Lleida). Los trabajos arqueológicos se desarrollaron entre los meses de agosto y septiembre, en el marco del Plan de fosas 2023-2026 de la Generalitat.
«Con esta nueva exhumación damos un paso más en el compromiso del Govern para devolver la dignidad a todas las víctimas de la Guerra Civil. Cada fosa que recuperamos es un acto de justicia y de reparación, tanto para las familias como para la memoria colectiva. Siempre al servicio del ‘Mai Més'», ha afirmado el director general de Memòria Democràtica, Xavier Menéndez.
Los testimonios orales, claves para el descubrimiento
Según ha concretado el departamento en un comunicado este jueves, las excavaciones se iniciaron gracias a dos vecinos de Alentorn, que trasmitieron una información facilitada por su padre, fallecido en 2008. Según su relato, durante la guerra, en la finca conocida como la Era de Cal Lico, el ejército republicano instaló un punto de vacunación contra el tifus. El testigo indicó que se habían enterrado soldados muertos al frente, posiblemente procedentes de la zona del Montsec, y que él mismo había participado en las labores de inhumación.
Aunque inicialmente el punto exacto de entierro era desconocido, el equipo de arqueólogos llevó a cabo varios sondeos mecánicos para acotar la zona hasta encontrar el espacio de la fosa. De los siete restos encontrados, seis de ellos se encontraban en fosas dobles, profundas y de dimensiones reducidas, con los cuerpos colocados uno sobre otro. El séptimo cuerpo se localizó en una fosa individual parcialmente afectada por trabajos agrícolas posteriores, aunque no se puede descartar que ésta última fuera, en un inicio, una fosa doble como el resto.
Durante la intervención, también se han recuperado diversos objetos personales y elementos vinculados a la ropa que llevaban en el momento del entierro, como calzado, botones, hebillas o corchetes. Entre los materiales destaca una insignia del Cuerpo de Transmisiones del Ejército de la República, que uno de los soldados llevaba en la solapa de la chaqueta.
En el marco del programa de identificación genética de la Generalitat, se han extraído muestras de ADN para obtener el perfil genético de cada individuo, con el objetivo de determinar su identidad y devolverlos a las familias.
20MINUTOS.ES – Cataluña
