Trabajar por separado para que, al compartir de nuevo un espacio de juego mejore la convivencia y disminuyan las desigualdades. Es el principio clave de este método islandés que nació en Islandia a finales de los 80 de la mano de la educadora Margret Plan que se empezará a aplicar desde la última semana de octubre en los equipos de la Escuela 100×100 Deporte de la Fundación Eusebio Sacristán.. El proyecto 100×100 Deporte Corresponsable-Inspiración Hjalli es un enfoque pionero en España que propone trabajar por separado para que cada niño y niña pueda desarrollar libremente sus propias cualidades, sin verse limitado ni cuestionado por su género y que ya ha dado resultados contrastados en su país de origen, donde se desarrolla desde hace más de treinta años. En la Escuela 100×100 Deporte, el proyecto deportivo de la Fundación se programará en cuatro tiempos.. El primer paso serán las sesiones de sensibilización en las que se pedirá a los participantes que se separen en grupos por sexos, respetando al máximo la decisión de cada uno de ellos para respetar y dar naturalidad así a los posibles casos de género no binario o transexualidad. Estos grupos trabajarán por separado competencias que tradicionalmente han sido invisibilizadas en su socialización como la expresión emocional y empatía el trabajo cooperativo y cuidado mutuo y la comunicación respetuosa en el caso de los niños varones y la toma de decisiones y liderazgo, el desarrollo de la seguridad corporal y la visibilidad en caso de las mujeres.. Tras esas sesiones de trabajo por separado se realizará una sesión conjunta en la que mediante juegos cooperativos y dinámicas de convivencia se trasladará lo aprendido por separado. El proyecto terminará con una sesión de evaluación en la que se observarán los resultados conseguidos y se tomarán decisiones de cara a las próximas experiencias de la aplicación de Hjalli en el deporte infantil como método para alcanzar una igualdad real desde la infancia no sólo garantizando la participación de niñas y mujeres, también educando a los niños en la deconstrucción de mandatos aprendido tradicionalmente.. La Escuela 100×100 Deporte quiere fomentar así la corresponsabilidad atendiendo a uno de sus objetivos, abrir el deporte a las niñas y monitores y convertirse en un espacio donde las relaciones sean más igualitarias.. El éxito del proyecto pasará por conseguir un nuevo enfoque para los participantes de ambos géneros y también para aumentar la participación de las niñas en la Escuela y superar el 12.6 % actual. Para ello se anima a que los jugadores niños vayan acompañados de una niña (hermana, amiga, prima, madre o abuela…), y se potenciará la figura de las monitoras como referentes en el desempeño deportivo y como figuras de autoridad en las sesiones.
La Escuela 100×100 Deporte de la Fundación Eusebio Sacristán será el primer escenario en el que se aplique este modelo de educación en igualdad mediante pedagogía compensatoria
Trabajar por separado para que, al compartir de nuevo un espacio de juego mejore la convivencia y disminuyan las desigualdades. Es el principio clave de este método islandés que nació en Islandia a finales de los 80 de la mano de la educadora Margret Plan que se empezará a aplicar desde la última semana de octubre en los equipos de la Escuela 100×100 Deporte de la Fundación Eusebio Sacristán.. El proyecto 100×100 Deporte Corresponsable-Inspiración Hjalli es un enfoque pionero en España que propone trabajar por separado para que cada niño y niña pueda desarrollar libremente sus propias cualidades, sin verse limitado ni cuestionado por su género y que ya ha dado resultados contrastados en su país de origen, donde se desarrolla desde hace más de treinta años. En la Escuela 100×100 Deporte, el proyecto deportivo de la Fundación se programará en cuatro tiempos.. El primer paso serán las sesiones de sensibilización en las que se pedirá a los participantes que se separen en grupos por sexos, respetando al máximo la decisión de cada uno de ellos para respetar y dar naturalidad así a los posibles casos de género no binario o transexualidad. Estos grupos trabajarán por separado competencias que tradicionalmente han sido invisibilizadas en su socialización como la expresión emocional y empatía el trabajo cooperativo y cuidado mutuo y la comunicación respetuosa en el caso de los niños varones y la toma de decisiones y liderazgo, el desarrollo de la seguridad corporal y la visibilidad en caso de las mujeres.. Tras esas sesiones de trabajo por separado se realizará una sesión conjunta en la que mediante juegos cooperativos y dinámicas de convivencia se trasladará lo aprendido por separado. El proyecto terminará con una sesión de evaluación en la que se observarán los resultados conseguidos y se tomarán decisiones de cara a las próximas experiencias de la aplicación de Hjalli en el deporte infantil como método para alcanzar una igualdad real desde la infancia no sólo garantizando la participación de niñas y mujeres, también educando a los niños en la deconstrucción de mandatos aprendido tradicionalmente.. La Escuela 100×100 Deporte quiere fomentar así la corresponsabilidad atendiendo a uno de sus objetivos, abrir el deporte a las niñas y monitores y convertirse en un espacio donde las relaciones sean más igualitarias.. El éxito del proyecto pasará por conseguir un nuevo enfoque para los participantes de ambos géneros y también para aumentar la participación de las niñas en la Escuela y superar el 12.6 % actual. Para ello se anima a que los jugadores niños vayan acompañados de una niña (hermana, amiga, prima, madre o abuela…), y se potenciará la figura de las monitoras como referentes en el desempeño deportivo y como figuras de autoridad en las sesiones.
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