«Yo ya no me reconocía». Así arrancó este domingo la influencer Carolina Moura su alegato en defensa de la aceptación personal y la lucha contra las inseguridades físicas en un mundo tan centrado en la «perfección estética» como es el actual, en el que las operaciones y las intervenciones estéticas están cada vez más a la orden del día.. A través de su perfil de TikTok, la extentadora de La isla de las tentaciones reflexiona sobre esta dinámica en la que ella misma cayó al someterse a las normas de belleza impuestas por la sociedad, que la llevaron a ponerse «pestañas falsas», a inyectarse ácido en los labios o a operarse el pecho, entre otras acciones «menores» como maquillarse para «salir a la calle», llevar las cejas depiladas o hacerse la manicura «cada dos semanas».. «La raíz es la misma: es la lucha constante por ser perfecta, una lucha que tienes contra ti misma y que siempre pierdes», apuntó Carolina en su vídeo, destacando lo «triste» que se sentía con su cuerpo a pesar de los retoques estéticos. «¿Realmente hacía esos cambios porque quería hacerlo o porque el mundo había plantado una semilla en mi cerebro de insuficiencia y con las redes eso se había exagerado?», apostilló.. Con esta idea en mente, la tiktoker llegó finalmente a la conclusión de que, en realidad, recurriendo a la medicina estética tan solo quería ser «aceptada» por la sociedad. «Terminé negándome a mí misma. Qué chungo decir esto», confesó. No obstante, y a pesar de su nueva etapa de madurez, Moura se muestra reacia a volver a pasar por quirófano para operarse el pecho, «básicamente por todo lo que implica».. Además, en un ejercicio de honestidad con sus seguidores, la creadora de contenido admitió que, por el momento, no se ve «capaz» de dejar de pincharse los labios cada cierto tiempo por lo «guapa» que se siente tras sus efectos. «Está muy bien defender una postura de naturalidad, pero yo simplemente estoy compartiendo lo que es para mí este proceso (de aceptación)», expresó.. Para rematar, la influencer señaló que, aunque se posiciona «a favor de los retoques estéticos», es preciso «ponerle un poco de cabeza» antes de dar el paso. «Yo lo quiero es que al menos penséis lo que os hacéis, nada más», apuntó Moura, y añadió: «Lo mío, por lo menos, no me da vergüenza admitir que nacía de una inseguridad muy profunda que ni yo misma era consciente en ese momento».. Así pues, abogando por la libertad individual y amparándose en el lema de «vuestro cuerpo, vuestras decisiones», la tiktoker profundizó en las dificultades de desprende por completo de determinados actos vinculados a la estética. «Todas nos vamos a querer sentir guapas, es una realidad», subrayó.
«Yo ya no me reconocía». Así arrancó este domingo la influencer Carolina Moura su alegato en defensa de la aceptación personal y la lucha contra las inseguridades físicas en un mundo tan centrado en la «perfección estética» como es el actual, en el que las operaciones y las intervenciones estéticas están cada vez más a la orden del día.. A través de su perfil de TikTok, la extentadora de La isla de las tentaciones reflexiona sobre esta dinámica en la que ella misma cayó al someterse a las normas de belleza impuestas por la sociedad, que la llevaron a ponerse «pestañas falsas», a inyectarse ácido en los labios o a operarse el pecho, entre otras acciones «menores» como maquillarse para «salir a la calle», llevar las cejas depiladas o hacerse la manicura «cada dos semanas».. «La raíz es la misma: es la lucha constante por ser perfecta, una lucha que tienes contra ti misma y que siempre pierdes», apuntó Carolina en su vídeo, destacando lo «triste» que se sentía con su cuerpo a pesar de los retoques estéticos. «¿Realmente hacía esos cambios porque quería hacerlo o porque el mundo había plantado una semilla en mi cerebro de insuficiencia y con las redes eso se había exagerado?», apostilló.. Con esta idea en mente, la tiktoker llegó finalmente a la conclusión de que, en realidad, recurriendo a la medicina estética tan solo quería ser «aceptada» por la sociedad. «Terminé negándome a mí misma. Qué chungo decir esto», confesó. No obstante, y a pesar de su nueva etapa de madurez, Moura se muestra reacia a volver a pasar por quirófano para operarse el pecho, «básicamente por todo lo que implica».. Además, en un ejercicio de honestidad con sus seguidores, la creadora de contenido admitió que, por el momento, no se ve «capaz» de dejar de pincharse los labios cada cierto tiempo por lo «guapa» que se siente tras sus efectos. «Está muy bien defender una postura de naturalidad, pero yo simplemente estoy compartiendo lo que es para mí este proceso (de aceptación)», expresó.. Para rematar, la influencer señaló que, aunque se posiciona «a favor de los retoques estéticos», es preciso «ponerle un poco de cabeza» antes de dar el paso. «Yo lo quiero es que al menos penséis lo que os hacéis, nada más», apuntó Moura, y añadió: «Lo mío, por lo menos, no me da vergüenza admitir que nacía de una inseguridad muy profunda que ni yo misma era consciente en ese momento».. Así pues, abogando por la libertad individual y amparándose en el lema de «vuestro cuerpo, vuestras decisiones», la tiktoker profundizó en las dificultades de desprende por completo de determinados actos vinculados a la estética. «Todas nos vamos a querer sentir guapas, es una realidad», subrayó.
