Tras la detención de un matrimonio en Oviedo por encerrar, supuestamente, a sus hijos gemelos de 8 años y a su hermano de 12 en una casa llena de excrementos, ha sido la periodista Mónica González la que dio todos los detalles de la situación en Código 10.. «Las circunstancias de estos tres menores era horrorosa», comenzó a relatar la mujer. «La policía dice que es la casa de los horrores, los niños están destrozados psicológicamente», añadió. «Los agentes han tenido que usar mascarillas», advertía la periodista.. Al salir del lugar, lo primero que hicieron los niños fue inspirar: «Se han tirado a la hierba para acariciarla y olerla». González aseguró que la madre de los menores decía que «sufrían patologías físicas graves», aunque creían «que le había comido la cabeza a los niños».. «Los niños hablaban alemán, dormían en cunas y tenían la casa llena de excrementos de animales con unas condiciones higiénicas lamentables», lamentó Mónica. «Tampoco estaban escolarizados, que fue algo de lo que se percató la vecina que dio la voz de alarma», prosiguió.. Esta vecina se percató de que su vecino no vivía solo cuando vio moverse unas cortinas. «La policía local comenzó el dispositivo de vigilancia hasta que lo destaparon», contó la periodista. «Era una situación dantesca», culminó.
«La policía dice que es la casa de los horrores, los niños están destrozados psicológicamente», reveló González.
20MINUTOS.ES – Televisión
Tras la detención de un matrimonio en Oviedo por encerrar, supuestamente, a sus hijos gemelos de 8 años y a su hermano de 12 en una casa llena de excrementos, ha sido la periodista Mónica González la que dio todos los detalles de la situación en Código 10.. «Las circunstancias de estos tres menores era horrorosa», comenzó a relatar la mujer. «La policía dice que es la casa de los horrores, los niños están destrozados psicológicamente», añadió. «Los agentes han tenido que usar mascarillas», advertía la periodista.. Al salir del lugar, lo primero que hicieron los niños fue inspirar: «Se han tirado a la hierba para acariciarla y olerla». González aseguró que la madre de los menores decía que «sufrían patologías físicas graves», aunque creían «que le había comido la cabeza a los niños».. «Los niños hablaban alemán, dormían en cunas y tenían la casa llena de excrementos de animales con unas condiciones higiénicas lamentables», lamentó Mónica. «Tampoco estaban escolarizados, que fue algo de lo que se percató la vecina que dio la voz de alarma», prosiguió.. Esta vecina se percató de que su vecino no vivía solo cuando vio moverse unas cortinas. «La policía local comenzó el dispositivo de vigilancia hasta que lo destaparon», contó la periodista. «Era una situación dantesca», culminó.