Si alguien escucha la frase «la tranquilidad, la tranquilidad es lo que más se busca», la referencia está clara: se trata del niño que se convirtió en fenómeno viral en internet desde que una cámara de Aragón TV le entrevistara en una piscina de Teruel. Ahora, 13 años después, cuenta su dura experiencia posterior.. El vídeo original se hizo extremadamente famoso en su día. Una reportera estaba haciendo un reportaje en directo para la autonómica aragonesa con motivo de la apertura de las piscinas municipales. En un momento dado, se acerca al borde para hablar con un grupo de chavales, entre los que destacaba el protagonista, Álvaro.. «Está templadísima, está muy buena», decía el joven sobre la temperatura del agua. Explicando por qué elegía esa piscina turolense, la de Fuentecerrada, dijo: «Pues la tranquilidad, la tranquilidad es lo que más se busca». Y fue entonces cuando soltó la bomba que lo hizo viral: «Llegas a otras piscinas de aquí de Teruel y hay un montón de panchitos, cubanos y todo eso…», antes de que la reportera retirara el micrófono y cambiara de tema rápidamente.. Ahora, el creador de contenido zaragozano Jesús Casabón, más conocido como ‘Tiparraco’ y autor del libro Mememorfosis: 20 años de cultura meme y el internet que nos cambió, ha localizado a Álvaro y lo ha entrevistado para un vídeo en YouTube.. Álvaro tiene 25 años y está a punto de acabar su formación como Técnico en Producción Agropecuaria: «He llegado a aprender a reírme de mí mismo, pero hay cosas detrás que me costaron mucho», explica. «El tema es que la frase se sacó de contexto y llegué a recibir incluso amenazas de muerte», confiesa.. «Yo dije eso por lo que había pasado el día anterior. A mí, a pesar de que estoy como estoy, siempre me ha gustado la natación. Y en una piscina de mi localidad siempre guardaban cuatro calles para la gente que quiere nadar y luego el resto es ocio. Pues había tantísima gente que se te cruzaban en medio hasta en estas calles y no dejaban hacer nada a nadie. Haciéndoles cortes de manga a los socorristas incluso. Cuando se lo conté a mi familia me dijeron esa frase y, al día siguiente, la repetí», explica.. «Evidentemente tonterías decimos todos con 12 años, pero yo no nunca he sido de soltar racistadas. Cuando pasa de la risa a que me persigan hasta mi casa, llamarme a las tres de la mañana, que tuviese hasta miedo de salir a la calle… 17 juicios he tenido por este vídeo por racismo y xenofobia. Los gané todos», explica Álvaro.. «Cinco años así. De los 12 hasta los 17. Unos años infernales. Me dieron palizas. Un día llegué con el pecho hundido y un ojo morado a casa. Arruiné mi adolescencia. Llegó a tal punto que en una calentada, fue solo un momento puntual, pero llegué a pensar en quitarme del medio. ‘No puedo aguantarlo más’, me dije. Pero después mi cabeza hizo clic», prosigue Álvaro en su relato.. «Si pudiera volver atrás me daría una colleja y me diría ‘pero qué haces diciendo semejantes tonterías con lo que te puede repercutir’. Ahora lo veo en perspectiva. Mucha gente se lo tomó como debía ser, un comentario gracioso e inocente. Y muchas amenazas fueron de gente escondida detrás de una pantalla que se pone a insultar», dice.. Tiene un consejo para los más jóvenes: «Si alguien se ve en la misma, de estar en el anonimato a que te conozca mucha gente, sobre todo hay que tener paciencia, los pies en el suelo y mano izquierda con lo malo que venga», sentencia.. Eso sí, todo aquel trauma tiene alguna cosa buena. Sigue yendo a la piscina de Fuentecerrada, donde dice que es recibido «como un embajador, con pase VIP». Y además, «no todo fue malo. Era algo cerrado y me costaba muchísimo socializar. He hecho muchos amigos. Sueltas la frase, te reconocen y se echan a reír», concluye.
El joven popularizó la frase «la tranquilidad es lo que más se busca» antes de un polémico comentario racista.
20MINUTOS.ES – Televisión
Si alguien escucha la frase «la tranquilidad, la tranquilidad es lo que más se busca», la referencia está clara: se trata del niño que se convirtió en fenómeno viral en internet desde que una cámara de Aragón TV le entrevistara en una piscina de Teruel. Ahora, 13 años después, cuenta su dura experiencia posterior.. El vídeo original se hizo extremadamente famoso en su día. Una reportera estaba haciendo un reportaje en directo para la autonómica aragonesa con motivo de la apertura de las piscinas municipales. En un momento dado, se acerca al borde para hablar con un grupo de chavales, entre los que destacaba el protagonista, Álvaro.. «Está templadísima, está muy buena», decía el joven sobre la temperatura del agua. Explicando por qué elegía esa piscina turolense, la de Fuentecerrada, dijo: «Pues la tranquilidad, la tranquilidad es lo que más se busca». Y fue entonces cuando soltó la bomba que lo hizo viral: «Llegas a otras piscinas de aquí de Teruel y hay un montón de panchitos, cubanos y todo eso…», antes de que la reportera retirara el micrófono y cambiara de tema rápidamente.. Ahora, el creador de contenido zaragozano Jesús Casabón, más conocido como ‘Tiparraco’ y autor del libro Mememorfosis: 20 años de cultura meme y el internet que nos cambió, ha localizado a Álvaro y lo ha entrevistado para un vídeo en YouTube.. Álvaro tiene 25 años y está a punto de acabar su formación como Técnico en Producción Agropecuaria: «He llegado a aprender a reírme de mí mismo, pero hay cosas detrás que me costaron mucho», explica. «El tema es que la frase se sacó de contexto y llegué a recibir incluso amenazas de muerte», confiesa.. «Yo dije eso por lo que había pasado el día anterior. A mí, a pesar de que estoy como estoy, siempre me ha gustado la natación. Y en una piscina de mi localidad siempre guardaban cuatro calles para la gente que quiere nadar y luego el resto es ocio. Pues había tantísima gente que se te cruzaban en medio hasta en estas calles y no dejaban hacer nada a nadie. Haciéndoles cortes de manga a los socorristas incluso. Cuando se lo conté a mi familia me dijeron esa frase y, al día siguiente, la repetí», explica.. «Evidentemente tonterías decimos todos con 12 años, pero yo no nunca he sido de soltar racistadas. Cuando pasa de la risa a que me persigan hasta mi casa, llamarme a las tres de la mañana, que tuviese hasta miedo de salir a la calle… 17 juicios he tenido por este vídeo por racismo y xenofobia. Los gané todos», explica Álvaro.. «Cinco años así. De los 12 hasta los 17. Unos años infernales. Me dieron palizas. Un día llegué con el pecho hundido y un ojo morado a casa. Arruiné mi adolescencia. Llegó a tal punto que en una calentada, fue solo un momento puntual, pero llegué a pensar en quitarme del medio. ‘No puedo aguantarlo más’, me dije. Pero después mi cabeza hizo clic», prosigue Álvaro en su relato.. «Si pudiera volver atrás me daría una colleja y me diría ‘pero qué haces diciendo semejantes tonterías con lo que te puede repercutir’. Ahora lo veo en perspectiva. Mucha gente se lo tomó como debía ser, un comentario gracioso e inocente. Y muchas amenazas fueron de gente escondida detrás de una pantalla que se pone a insultar», dice.. Tiene un consejo para los más jóvenes: «Si alguien se ve en la misma, de estar en el anonimato a que te conozca mucha gente, sobre todo hay que tener paciencia, los pies en el suelo y mano izquierda con lo malo que venga», sentencia.. Eso sí, todo aquel trauma tiene alguna cosa buena. Sigue yendo a la piscina de Fuentecerrada, donde dice que es recibido «como un embajador, con pase VIP». Y además, «no todo fue malo. Era algo cerrado y me costaba muchísimo socializar. He hecho muchos amigos. Sueltas la frase, te reconocen y se echan a reír», concluye.