A lo largo de los siglos, España, y específicamente Castilla y León, ha estado asociada con la brujería, los hechizos y el mal de ojo, creando una mezcla de temor y fascinación que aún permea su cultura y religión. Al igual que en otras regiones de Europa, las brujas fueron perseguidas y ejecutadas en hogueras, lo que expone las tensiones y conflictos que han influido en la rica historia de este país, caracterizada por luchas de poder, la influencia de la Iglesia y las creencias populares. En este artículo de LA RAZÓN, queremos explorar uno de los municipios españoles donde las leyendas y mitos sobre las brujas siguen jugando un papel en la vida de sus habitantes. Villarino de los Aires es una pequeña localidad de Castilla y León, ubicada en el noroeste de la provincia de Salamanca, dentro de la comarca de Vitigudino y la subcomarca de La Ribera, en Las Arribes del Duero. Con apenas 700 habitantes censados actualmente, este pueblo se sitúa en la frontera con Portugal y es conocido por albergar una de las centrales hidroeléctricas más significativas de España, perteneciente a la Cuenca del Duero, conocida como la presa de La Almendra o el Salto de Villarino, que se encuentra en el tramo inferior del río Tormes. Villarino de los Aires es la primera población salmantina que recorre el río Duero, que entra en la zona de Arribes y sigue siendo un límite natural. Varios puntos de vista ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar de hermosos paisajes y vastas vistas que se extienden hasta el territorio del país colindante, como el mirador de La Faya y el del Teso de San Cristóbal. En el pueblo, es importante visitar la Iglesia Parroquial de Santa María. Además, Vilalarino de los Aires es famoso por ser un municipio donde las brujas han desempeñado un papel destacado a lo largo de su historia, que se remonta nada menos que a la época medieval. El nombre Villarino de los Aires tiene su origen en una variante del idioma leonés conocida como «habla riberana», en la que «billar» se traduce como pueblo. El asentamiento tiene origen en la Edad Media, formando parte del Concejo de Ledesma y participando en las Cortes del Reino de León en 1188. En 1591, se llevó a cabo un juicio contra dos mujeres acusadas de brujería debido a extraños fenómenos en la zona, que en el siglo XVI se atribuían a las brujas que supuestamente se reunían para realizar aquelarres en el Valle de Zarapayas. Actualmente, es un camino de senderismo fácil y agradable para disfrutar en familia. El término zarapaya sugiere desorden y desaseo, reflejando la densidad del valle y la dificultad de acceso al arroyo. En Villarino, ha existido la creencia en la presencia de brujas en este valle, y hay un dicho popular que pregunta: ‘¿Dónde se reúnen las brujas?’. «En Zarapayas, ubicado entre nogales y zarzales… También se dice que este lugar era habitado por duendes y entidades místicas, lo que, probablemente debido a las leyendas, llevó a que se realizaran aquelarres en tiempos antiguos. Existen numerosas y diversas referencias bibliográficas y documentación que respaldan la consideración de este municipio salmantino como un pueblo de brujas.» Por ejemplo, el investigador de las artes populares salmantino Luis L. Cortés y Vázquez, a mediados del siglo pasado, relataba que en Villarino sucedían sucesos extraordinarios que solamente podían ser atribuidos a las brujas. Se atrevió a describirlos de la siguiente manera:
Las representaban como mujeres ancianas y pobres del pueblo, encorvadas, con rasgos poco atractivos, cabello blanco y siempre vestidas de negro.
A lo largo de los siglos, España, y específicamente Castilla y León, ha estado asociada con la brujería, los hechizos y el mal de ojo, creando una mezcla de temor y fascinación que aún permea su cultura y religión. Al igual que en otras regiones de Europa, las brujas fueron perseguidas y ejecutadas en hogueras, lo que expone las tensiones y conflictos que han influido en la rica historia de este país, caracterizada por luchas de poder, la influencia de la Iglesia y las creencias populares. En este artículo de LA RAZÓN, queremos explorar uno de los municipios españoles donde las leyendas y mitos sobre las brujas siguen jugando un papel en la vida de sus habitantes. Villarino de los Aires es una pequeña localidad de Castilla y León, ubicada en el noroeste de la provincia de Salamanca, dentro de la comarca de Vitigudino y la subcomarca de La Ribera, en Las Arribes del Duero. Con apenas 700 habitantes censados actualmente, este pueblo se sitúa en la frontera con Portugal y es conocido por albergar una de las centrales hidroeléctricas más significativas de España, perteneciente a la Cuenca del Duero, conocida como la presa de La Almendra o el Salto de Villarino, que se encuentra en el tramo inferior del río Tormes. Villarino de los Aires es la primera población salmantina que recorre el río Duero, que entra en la zona de Arribes y sigue siendo un límite natural. Varios puntos de vista ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar de hermosos paisajes y vastas vistas que se extienden hasta el territorio del país colindante, como el mirador de La Faya y el del Teso de San Cristóbal. En el pueblo, es importante visitar la Iglesia Parroquial de Santa María. Además, Vilalarino de los Aires es famoso por ser un municipio donde las brujas han desempeñado un papel destacado a lo largo de su historia, que se remonta nada menos que a la época medieval. El nombre Villarino de los Aires tiene su origen en una variante del idioma leonés conocida como «habla riberana», en la que «billar» se traduce como pueblo. El asentamiento tiene origen en la Edad Media, formando parte del Concejo de Ledesma y participando en las Cortes del Reino de León en 1188. En 1591, se llevó a cabo un juicio contra dos mujeres acusadas de brujería debido a extraños fenómenos en la zona, que en el siglo XVI se atribuían a las brujas que supuestamente se reunían para realizar aquelarres en el Valle de Zarapayas. Actualmente, es un camino de senderismo fácil y agradable para disfrutar en familia. El término zarapaya sugiere desorden y desaseo, reflejando la densidad del valle y la dificultad de acceso al arroyo. En Villarino, ha existido la creencia en la presencia de brujas en este valle, y hay un dicho popular que pregunta: ‘¿Dónde se reúnen las brujas?’. «En Zarapayas, ubicado entre nogales y zarzales… También se dice que este lugar era habitado por duendes y entidades místicas, lo que, probablemente debido a las leyendas, llevó a que se realizaran aquelarres en tiempos antiguos. Existen numerosas y diversas referencias bibliográficas y documentación que respaldan la consideración de este municipio salmantino como un pueblo de brujas.» Por ejemplo, el investigador de las artes populares salmantino Luis L. Cortés y Vázquez, a mediados del siglo pasado, relataba que en Villarino sucedían sucesos extraordinarios que solamente podían ser atribuidos a las brujas. Se atrevió a describirlos de la siguiente manera:
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