No le va a quedar ningún rincón del mundo en el que poder desaparecer del ojo mediático y de la reprobación total por sus vínculos con el magnate, pedófilo y traficante de menores Jeffrey Epstein. Desde que saliesen a la luz sus abusos sobre su víctima, Virginia Giuffre, quien se suicidó la pasada primavera y cuyas memorias acaban de ver la luz, la vida del expríncipe Andrés se ha ido convirtiendo en la de alguien que poco a poco va siendo repudiado de cada lugar o institución con la que mantuviese cualquier tipo de vínculo. Incluso a miles de kilómetros de distancia.. Sin el apoyo y la defensa de Isabel II, para quien era su ojito derecho, el hasta hace no mucho duque de York a visto cómo sus privilegios y su modo de vida se iban al traste con su hermano, Carlos III de Inglaterra, en el trono, harto de que su reinado se vaya a recordar sobre todo por las polémicas del ahora llamado Andrés Mountbatten-Windsor. Y es que no solo le ha retirado el tratamiento de Su Alteza Real y todos los títulos y honores que ostentaba, sino que incluso le ha echado de Royal Lodge, la casa en la que ha vivido junto a su exesposa, Sarah Ferguson, casi 30 años.. Y si por un casual, precisamente como a Fergie, que parece ser que se ha decantado por Portugal, se le había pasado por la cabeza a Andrés exiliarse de Reino Unido y no hacer uso de la propiedad de ámbito privado en Sandringham, en Norfolk, lejos de otros miembros de la realeza, que le ha designado su hermano, ahora ya le queda claro que no habrá territorio bajo la Corona británica que le vaya a recibir con los brazos abiertos. Ni siquiera donde llegó a ser considerado un héroe. Es decir, en las islas Malvinas.. Andrés Mountbatten-Windsor, al igual que años más tarde haría su sobrino, el príncipe Harry, en otro enfrentamiento bélico como fue Afganistán, participó como copiloto de helicóptero en la conocida como guerra de las Malvinas —si bien también estuvieron involucrados otros territorios: las islas Georgias del Sur y las islas Sandwich del Sur, conocidas estas últimas como islas Esquivel—.. Así, después de que a principios de abril de 1982, en la conocida como Operación Rosario, las fuerzas militares de Argentina reclamasen la soberanía sobre el famoso archipiélago del océano Atlántico Sur, a aproximadamente 500 kilómetros de su costa, Reino Unido, con el respaldo de la OTAN, envió a sus tropas a reclamar de nuevo el territorio. Tras diez semanas, 74 días después de su inicio, y algo más de 900 muertos, la guerra concluyó el 14 de junio con la rendición argentina y las islas otra vez bajo dominio británico, si bien el país sudamericano sigue pretendiendo su administración.. Debido a su labor en dicha contienda, el entonces príncipe Andres, fue reconocido como héroe de guerra en Falkland Islands, el nombre inglés de las Malvinas. Sin embargo, tal y como ha dado a conocer el periódico The Mirror, ya no es tan bien visto desde las islas Malvinas, que han retirado tras sus escándalos cuatro placas en diferentes puntos de su archipiélago, dejando patente que el otrora combatiente del ejército británico —que, además, le tenía puesto el nada sutil apodo de «Randy Andy», traducible por «Andresito el Cachondo»— ya no es bien recibido en su territorio, algo que se venían preguntando varios usuarios de las redes sociales.. «A Andrés le han retirado, con toda razón del mundo, sus títulos y sus condecoraciones por haber deshonrado a su familia y al país que una vez representó», ha declarado al medio una persona de las islas sobre el octavo en la línea de sucesión —lo único que, curiosamente, mantiene— como razón por la que allí también han optado por retirarle sus placas, como la que descubrió en el aeropuerto de Mount Pleasant, el cual inauguró en su primera visita a las islas tras el final de la contienda, tres años después de la rendición argentina.. «[El Ministerio de] Defensa sigue actuando conforme a la voluntad de Su Majestad en lo que respecta al proceso de supresión del tratamiento, los títulos y las condecoraciones de Andrés Mountbatten-Windsor», ha declarado asimismo el ministro, así como, al citado medio le reconocieron que otra placa, la cual estaba ubicada en la Escuela de Primera e Infantil de Stanley, la capital, que el padre de las princesas Eugenia y Beatriz inauguró en 2002, «ha sido retirada porque el duque de York [sic] ya no está vinculado» a ella.. Asimismo, también puntualizan desde Vanitatis que Andrés ha perdido el mecenazgo de un programa llamado Adopta un pingüino, un proyecto en el cual intervino como mecenas que se puso en marcha para a conservación de la fauna de las islas cuando viajó para inaugurar una estación ambiental.. Por último, hay que puntualizar que en 2022 se le retiró otra placa, en el hospital KEMH, después de que llegase a un acuerdo extrajudicial con Giuffre, lo que de facto hizo entender al mundo que si no quería llegar al juicio era porque se sabía culpable y podían salir a la luz nombres y lugares controvertidos.
No le va a quedar ningún rincón del mundo en el que poder desaparecer del ojo mediático y de la reprobación total por sus vínculos con el magnate, pedófilo y traficante de menores Jeffrey Epstein. Desde que saliesen a la luz sus abusos sobre su víctima, Virginia Giuffre, quien se suicidó la pasada primavera y cuyas memorias acaban de ver la luz, la vida del expríncipe Andrés se ha ido convirtiendo en la de alguien que poco a poco va siendo repudiado de cada lugar o institución con la que mantuviese cualquier tipo de vínculo. Incluso a miles de kilómetros de distancia.. Sin el apoyo y la defensa de Isabel II, para quien era su ojito derecho, el hasta hace no mucho duque de York a visto cómo sus privilegios y su modo de vida se iban al traste con su hermano, Carlos III de Inglaterra, en el trono, harto de que su reinado se vaya a recordar sobre todo por las polémicas del ahora llamado Andrés Mountbatten-Windsor. Y es que no solo le ha retirado el tratamiento de Su Alteza Real y todos los títulos y honores que ostentaba, sino que incluso le ha echado de Royal Lodge, la casa en la que ha vivido junto a su exesposa, Sarah Ferguson, casi 30 años.. Y si por un casual, precisamente como a Fergie, que parece ser que se ha decantado por Portugal, se le había pasado por la cabeza a Andrés exiliarse de Reino Unido y no hacer uso de la propiedad de ámbito privado en Sandringham, en Norfolk, lejos de otros miembros de la realeza, que le ha designado su hermano, ahora ya le queda claro que no habrá territorio bajo la Corona británica que le vaya a recibir con los brazos abiertos. Ni siquiera donde llegó a ser considerado un héroe. Es decir, en las islas Malvinas.. Andrés Mountbatten-Windsor, al igual que años más tarde haría su sobrino, el príncipe Harry, en otro enfrentamiento bélico como fue Afganistán, participó como copiloto de helicóptero en la conocida como guerra de las Malvinas —si bien también estuvieron involucrados otros territorios: las islas Georgias del Sur y las islas Sandwich del Sur, conocidas estas últimas como islas Esquivel—.. Así, después de que a principios de abril de 1982, en la conocida como Operación Rosario, las fuerzas militares de Argentina reclamasen la soberanía sobre el famoso archipiélago del océano Atlántico Sur, a aproximadamente 500 kilómetros de su costa, Reino Unido, con el respaldo de la OTAN, envió a sus tropas a reclamar de nuevo el territorio. Tras diez semanas, 74 días después de su inicio, y algo más de 900 muertos, la guerra concluyó el 14 de junio con la rendición argentina y las islas otra vez bajo dominio británico, si bien el país sudamericano sigue pretendiendo su administración.. Debido a su labor en dicha contienda, el entonces príncipe Andres, fue reconocido como héroe de guerra en Falkland Islands, el nombre inglés de las Malvinas. Sin embargo, tal y como ha dado a conocer el periódico The Mirror, ya no es tan bien visto desde las islas Malvinas, que han retirado tras sus escándalos cuatro placas en diferentes puntos de su archipiélago, dejando patente que el otrora combatiente del ejército británico —que, además, le tenía puesto el nada sutil apodo de «Randy Andy», traducible por «Andresito el Cachondo»— ya no es bien recibido en su territorio, algo que se venían preguntando varios usuarios de las redes sociales.. «A Andrés le han retirado, con toda razón del mundo, sus títulos y sus condecoraciones por haber deshonrado a su familia y al país que una vez representó», ha declarado al medio una persona de las islas sobre el octavo en la línea de sucesión —lo único que, curiosamente, mantiene— como razón por la que allí también han optado por retirarle sus placas, como la que descubrió en el aeropuerto de Mount Pleasant, el cual inauguró en su primera visita a las islas tras el final de la contienda, tres años después de la rendición argentina.. «[El Ministerio de] Defensa sigue actuando conforme a la voluntad de Su Majestad en lo que respecta al proceso de supresión del tratamiento, los títulos y las condecoraciones de Andrés Mountbatten-Windsor», ha declarado asimismo el ministro, así como, al citado medio le reconocieron que otra placa, la cual estaba ubicada en la Escuela de Primera e Infantil de Stanley, la capital, que el padre de las princesas Eugenia y Beatriz inauguró en 2002, «ha sido retirada porque el duque de York [sic] ya no está vinculado» a ella.. Asimismo, también puntualizan desde Vanitatis que Andrés ha perdido el mecenazgo de un programa llamado Adopta un pingüino, un proyecto en el cual intervino como mecenas que se puso en marcha para a conservación de la fauna de las islas cuando viajó para inaugurar una estación ambiental.. Por último, hay que puntualizar que en 2022 se le retiró otra placa, en el hospital KEMH, después de que llegase a un acuerdo extrajudicial con Giuffre, lo que de facto hizo entender al mundo que si no quería llegar al juicio era porque se sabía culpable y podían salir a la luz nombres y lugares controvertidos.
